Desde que se desarmó la Unión Soviética, y con el auge del neoliberalismo, hablar de SOCIALISMO parece una mala palabra. El término “lucha de clases” desapareció del mapa. Pero sigue habiéndolas, claro…
Hoy
día un presidente “progre”, que gana una elección en los marcos de la
democracia capitalista (democracia representativa, donde la gente solo vota,
aunque no decide más nada), ya se ve como alguien de IZQUIERDA.
Pero
socialismo no es un cacique carismático que obsequia cosas, que distribuye un
poquito mejor la riqueza nacional. El socialismo es la posibilidad de
transformar el mundo de verdad, terminando con TODAS las inequidades:
económicas, de género, étnicas, sociales, culturales, etc., donde el pueblo
trabajador toma las riendas de su destino.
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