miércoles, 30 de diciembre de 2020

24 AÑOS DE LA FIRMA DE LA PAZ…. ¡PERO NO HAY PAZ!

Ayer se cumplieron 24 años de la Firma de la Paz Firme y Duradera en Guatemala. ¡Estalló la paz!, se dijo…, pero la paz nunca ha llegado.

 

“Cuando terminó la guerra

volvió el soldado a casa.

Pero no tenía ni un mendrugo.

Vio a alguien con pan

y lo mató.

No debes matar,

dijo el juez.

¿Por qué no?

preguntó el soldado”.

 

Esta poesía de Wolfgang Borchert pinta cabalmente la dificultad de pasar de un momento guerra a la vida sin guerra. Quienes participan en los conflictos bélicos deben hacer un profundo cambio psicológico para readecuarse a los nuevos tiempos. En guerra se premia “matar” al enemigo. Cuantos más enemigos se maten: mejor. ¡Es un héroe de la patria! Al pasar a la paz, matar se transforma en un delito. Proceso difícil, sin dudas.

Siempre, en todo el mundo, terminado un enfrentamiento militar, quienes “trabajaron” en ese duro oficio de empuñar armas, sufren el cambio de “pacificar sus corazones”. Y siempre se registra un alza en conductas delictivas ya en tiempos de pacificación. Es una constante.

Pero en Guatemala, luego de los primeros tiempos de la Firma de la Paz donde la “mano de obra” bélica desmovilizada tuvo que reacomodarse, la violencia generalizada continúa. Más aún: se vive un clima de zozobra que recuerda exactamente la época del conflicto armado. “Salimos de casa a la mañana y no sabemos si regresamos vivos a la noche”.

En otros términos: se firmó una paz formal, pero la paz nunca llegó. Las causas que motivaron el inicio de la guerra en la década de 1960 se mantienen: pobreza estructural y exclusión social. Y la explosión imparable de violencia que nos azota (crimen organizado, narcoactividad, maras, extorsiones, robos callejeros diarios, femicidio, secuestros de personas, corrupción generalizada e imparable) no tiende a bajar. Lo que lleva a pensar que allí se juegan otras agendas interesadas.

 

¿PARA CUÁNDO LA PAZ ENTONCES?



martes, 29 de diciembre de 2020

CURIOSIDADES VIOLENTAS

Por efecto de la pandemia de COVID-19, a nivel mundial numerosos rubros económicos entraron en quiebra (el petróleo, por ejemplo). Pero algunos, sin embargo, aumentaron sus fortunas en forma exponencial (banca, tecnologías digitales, farmacéuticas). Lo curioso es que algunos sectores, sin dudas no esenciales, no dejaron de hacer fortunas, cerrando el año con superávit: fabricantes de armas y narcoactividad. ¿O serán esenciales esas cosas?




lunes, 28 de diciembre de 2020

CONFERENCIA DE BERLÍN “A LA AFRICANA”

Entre 1884 y 1885 en Berlín, Alemania, se reunieron los representantes de las potencias europeas. Allí virtualmente se repartieron el continente africano a su entera conveniencia. Por supuesto, ningún representante del África estuvo presente.

 

¿Podríamos imaginar hoy una reunión en, digamos…. Addis Abeba, o Uagadugú, o Kampala, donde los presidentes africanos, sobre un mapa de Europa, se repartirían ese continente a su gusto?

 

¿Por qué un blanco con delantal blanco es un médico, y un negro con delantal blanco es un heladero? ¿Por qué un blanco con un Mercedes Benz es un empresario exitoso y un negro con similar vehículo es un chofer… o un auto robado?

 

LA HISTORIA LA ESCRIBEN LOS QUE GANAN. PERO LA HISTORIA NO HA TERMINADO…




domingo, 27 de diciembre de 2020

FUERZAS ARMADAS EN LATINOAMÉRICA

Podemos dormir tranquilos: en Latinoamérica tenemos unas fuerzas armadas muy profesionales, balanceadas y eficientes que nos cuidan las espaldas…




 

jueves, 24 de diciembre de 2020

GUERRA PSICOLÓGICA CONTRA VENEZUELA

Venezuela sigue sufriendo los feroces ataques del imperialismo capitalista, liderado por Estados Unidos, secundado por todos los países “libres” que se mueven al compás de Washington. Desde hace años hay montada una tremenda campaña anti-revolución bolivariana, propiciadora de un clima hostil contra el país caribeño, que presenta todo lo hecho ahí como un rotundo fracaso. Hace tres años se escribía al respecto algo:

 

https://www.elmercuriodigital.net/2017/05/guerra-psicologica-en-venezuela.html

 

Eso no ha perdido vigencia, en absoluto. El ataque contra el proceso venezolano continúa: “la narcodictadura castro-comunista” es mala palabra.

 

Al respecto, algún embajador de Venezuela en algún país del mundo vio aquella nota al día de hoy, y escribió:

 

 

Buenos días Marcelo, aunque se trata de un artículo de tu brillante pluma e investigación periodística de 2017, pareciera que hubiese sido escrito hoy, sin embargo, en el transcurso de esos tres dolorosos años de acoso, persecución, mentiras, manipulación y descrédito e intentos de aislamiento internacional, ni los EE.UU, la UE, OEA, Grupo de Lima y las grandes corporaciones mediáticas, han logrado su objetivo.

"Toda guerra tiene muertes" "Toda guerra tiene un vencedor y un derrotado". Pues bien, muertes hemos tenido, he leído que más de 50 mil por hambre, por falta de medicinas y ahora hasta por naufragios a causa de los traficantes de personas. Ganador, ninguno de quienes nos agreden pueden levantar las banderas del triunfo porque no han triunfado. Hace tres años y meses escribisteis ese artículo y fíjate que no hay un ganador, nuestro pueblo resiste la agresión externa e interna. Guaidó ha fracaso, ese es ya un derrotado, es un perdedor y con él quienes lo apoyaron y se negaron a ir a unas elecciones organizadas por el Poder Electoral, ese mismo Poder que les dio el triunfo en las parlamentarias de 2015. He ahí los primeros derrotados.  El 5 de enero nace, de hecho ya nació, se instala más bien, la nueva Asamblea Nacional. He ahí un ganador, el pueblo que votó y eligió.

No nos hacemos ilusiones con respecto al principal e ideólogo agresor, EE.UU y la administración Trump, heredero del Decreto Obama, que con base a ello nos ha mortificado hasta más no poder. Sin embargo, he ahí otro derrotado en esta guerra, nada más y nada menos que los principales líderes de la guerra asimétrica contra nuestra patria, Donald Trump, Pompeo, Elliot A., entre otros, que desde el Departamento del Tesoro acabaron con nuestra economía. Se van derrotados, y digo derrotados porque no lograron su objetivo de “cambiar nuestro gobierno”, o sea este round lo ganó Venezuela y con ello la Revolución Bolivariana.

No se trata de una gran victoria ya que hemos tenido muchas bajas, hemos perdido gran parte de nuestra economía, entre otras que bien conoces. Es pues un gran triunfo con sabor amargo por una parte pero con sobrado orgullo por la otra. Hemos demostrado al mundo por qué somos hijos de Bolívar, por qué derrotamos en el campo de batalla al más moderno y entrenado ejército del mundo del siglo XVIII y XIX, los españoles. Hoy llevamos ese triunfo y estamos convencidos de que la nueva administración dejará posiblemente las balas y volverá a las palabras. Si quieren nuestro petróleo, lo van a tener, pero lo tendrán que pagar conforme a nuestra legislación, negociar es fundamental en las relaciones internacionales, dentro de nuestra constitución todo, fuera de ella nada. Ellos saben que la cercanía de Venezuela a los EE.UU es una ventaja pero a la vez una desventaja, un polvorín tan cercano a sus fronteras es lo menos que les conviene, necesitan una región en paz y en crecimiento, única forma de reducir las masas migratorias hacia su territorio. Por ahora seguimos en resistencia y a la espera que el triunfador Biden se percate que su famoso Decreto Obama, que data de 2015, en cuatro años ha puesto a sufrir a todo un pueblo, pero que no ha logrado sus perversos objetivos: "llevarnos al sometimiento, coloniaje y fácil expoliación".

 

Un gran abrazo y Feliz Navidad

 


martes, 22 de diciembre de 2020

BARATOS

¿Por qué es tan común que los sanatorios privados contraten estudiantes aventajados de medicina para cubrir las guardias? ¿O por qué las clínicas veterinarias contratan estudiantes aventajados de veterinaria para atender mascotas? ¿Por qué los estudios jurídicos contratan estudiantes aventajados de derecho como procuradores, o los estudios de arquitectura buscan estudiantes aventajados de arquitectura como su mano de obra profesional?

 

¡PORQUE SON MÁS BARATOS QUE LOS PROFESIONALES!

 

Pero… ¿y la calidad técnica del trabajo?

 

JA, JA, JA, JA….



lunes, 21 de diciembre de 2020

CONVIVIOS Y LUCHA SINDICAL

Los sindicatos fueron, durante largas décadas, el instrumento de lucha de la clase trabajadora en todos los países del mundo. De esas luchas se obtuvieron muy importantes reivindicaciones. Pero desde hace años el sistema supo domesticarlos. Los fue burocratizando, y a sus miembros los transformó en una “aristocracia obrera”, totalmente alejada de las luchas clasistas originales. Hoy, en todas partes del mundo, en general representan burocracias funcionales a la empresa privada sin pasar de meros planteos superficialmente reformistas, fragmentadas, divididos al por mayor. En Guatemala, por ejemplo, existen cerca de 1,000 sindicatos. Divide y reinarás, ¿no?

Hoy, si bien sigue habiendo algunos sindicatos combativos, la gran mayoría se dedica a tareas casi banales: conseguir un descuento para un gimnasio, obtener entradas gratis para un concierto, descuentos en peluquerías…. ¡y como un gran logro: el festejo de los convivios navideños!

 

¿POR QUÉ LAS LUCHAS OBRERAS CAYERON TAN BAJAS?



domingo, 20 de diciembre de 2020

POST PANDEMIA: ¿FIN DEL CAPITALISMO?

Entre tantas y tantas cosas que se dijeron sobre la pandemia de coronavirus, se expresó en algún momento que luego de esta catástrofe social, muy probablemente pudiera modificarse el capitalismo, que se caminaría quizá hacia un sistema más humanizado, menos explotador, pensando en la finitud del ser humano, y que una grave crisis mundial como la actual nos acercaría más como especie.

 

¡Qué ingenuidad! El capitalismo cambia, se recicla, se amolda. Y solo, no cae. Numerosas son las voces que dicen que este sistema no va más, que tiene que desaparecer, que hay que reemplazarlo. Estamos absolutamente de acuerdo. Pero ¿cómo emergerá luego de la pandemia? ¿Solo porque el neoliberalismo está agotado habrá un cambio de modo de producción? Por otro lado, ¿quién dice que está agotado? La clase trabajadora mundial, y en general los sectores oprimidos de todo el globo están golpeados: los megacapitales no. La pandemia de coronavirus, ¿por qué traería ese cambio? “El capitalismo no caerá si no existen las fuerzas sociales y políticas que lo hagan caer”, decía con exactitud el dirigente ruso Vladimir Lenin.

https://www.alainet.org/es/articulo/207011


 


sábado, 19 de diciembre de 2020

LA SALUD MENTAL NO ES UN LUJO… ¿O SÍ?

 El caso de Guatemala

A modo de introducción

 

Hablar de “salud mental” es siempre problemático, equívoco, confuso. La idea dominante en este campo presenta una doble vertiente: por un lado, se presentifican ahí prejuicios ideológicos, estigmatizaciones de carácter moral que unen sutilmente lo psíquico, lo siempre ambiguamente definido como “mental”, con locura. Y junto a ello, una visión biomédica del asunto.

 

En otros términos: tener “problemas” psíquicos es estar loco. Lo cual equivale a decir que no se es dueño de sí mismo, que se está alienado, enajenado (no dejan de resonar ahí reminiscencias medievales de posesión diabólica). La ilusión de base es que se es absoluto dominador de la vida, que somos lo que consciente y voluntariamente decidimos ser. Falta ahí la idea de inconsciente, que recién llegó entrado el siglo XX con el descubrimiento de Sigmund Freud y el psicoanálisis.

 

Los malestares “del alma” -que no son los del cuerpo biológico- son considerados enajenantes, estigmatizantes; y, por tanto, en buena media, vergonzantes. Es más fácil hablar de nuestro cáncer o nuestra diabetes que de nuestra frigidez o nuestra eyaculación precoz. Padecer un trastorno físico, más allá de su gravedad y posibilidad de muerte, no segrega; los padecimientos anímicos tienen un sabor vergonzosamente angustiante. Sí segregan (por eso nadie quiere ser considerado loco). El problema se agrava con el tratamiento que el mundo moderno, capitalista, le da a ese malestar. Como la cultura dominante ha medicalizado todo, también el malestar psicológico se ha medicalizado. Ahí está la psiquiatría, en tanto rama de la medicina, tomando la batuta en el asunto.

 

El malestar psíquico se ha transformado en “enfermedad mental”, y la psiquiatría es la encargada de “arreglarlo”. Pero su abordaje se hace en términos biomédicos, por lo que no termina de dar en el blanco. Siguiendo los patrones biológicos/médicos/físico-químicos que fundamentan el conocimiento del cuerpo humano -centrados en la idea de sano y enfermo, de homeostasis como ley regulatoria de la materia viva- la psiquiatría no puede pasar de clasificar y buscar un alivio por medio de fármacos (eventualmente, con otros procedimientos “terapéuticos”, como electroshocks, lobotomía, duchas de agua fría… o buenos y sanos consejos). Y cierta psicología basada en la idea de conciencia y voluntad, apuntala igualmente este llamado a “poner de sí”, a “superarse”, obviando la idea de inconsciente. “¡Si usted quiere, puede!” es la consigna, siendo los libros de autoayuda los principalísimos best sellers de la industria editorial.

 

De este modo, la atención del malestar no-orgánico (el malestar psíquico, el “dolor del alma”) queda confinado a un abordaje realizado siempre en la lógica de la curación médica. Lo considerado “patológico”: la angustia, las inhibiciones, los síntomas, delirios y alucinaciones, trastornos psicosomáticos varios, la depresión, son objeto de un acercamiento curativo, restaurativo, buscando hacer volver a la “normalidad”. Y ahí se plantea el gran problema: ¿qué es la normalidad?

 

Al hablar de salud mental, se habla de una sana adaptación al medio, lo cual muestra que se habla de un registro más social -ideológico/cultural- que biomédico. Los planteos psiquiátricos y psicológicos no psicoanalíticos no pueden pasar del “restablecimiento” de una pretendida normalidad perdida. Pero nunca queda claro en qué consiste esa normalidad. Curiosamente Freud, luego de largas décadas de trabajo y elucubraciones sobre estos temas, preguntado sobre en qué consiste esa normalidad, se limitó a decir: “capacidad de amar y trabajar” (lieben und arbeiten). Escueto, pero lapidario. Nunca hay una “normalidad” libre de conflictos.

 

Cuando se habla de salud mental, resuenan entonces todos los prejuicios antes mencionados. Quienes dan mayor respuesta a estas problemáticas son, en definitiva y dada la cultura medicalizada que nos inunda, aquellos que proveen medicamentos. En última instancia, esos son los grandes oligopolios farmacéuticos. O sea que la salud mental de las poblaciones está concebida desde una lógica mercantil -no preventiva- donde lo más importante termina siendo consumir medicamentos. ¡Hay quienes llegan a hablar de un “drogado preventivo” para evitar la posible futura angustia! Dicho de otro modo, salud mental es atender el malestar psicológico con psicofármacos, o con orientaciones y consejos centrados en la voluntad: “¡Todo depende de usted! ¡Cambie de actitud! ¡Supérese!

 

Por todos esos prejuicios, porque en realidad la medicina no sabe qué hacer con todo esto, el campo de la problemática y compleja “salud mental” es el pariente pobre del ámbito sanitario. Más aún: pariente pobre y volcado en muy buena medida a la atención de la “locura” (la rareza) o del “loco” con planteamientos psiquiátrico-manicomiales. Y las empresas farmacéuticas haciendo pingües negocios (los psicofármacos, ansiolíticos fundamentalmente, sin garantizar ninguna “salud mental” de nadie, están entre las medicinas más vendidas del mundo).

 

Salud mental: un lujo

 

En los países de alto consumo, donde abundan las riquezas, se discute sobre la calidad de vida. En aquellos de escasos recursos (la mayoría del mundo), sobre su posibilidad. Allí donde el hambre, la violencia, la exclusión, las guerras, la falta de oportunidades son la constante, comer todos los días puede considerarse un lujo. La atención de otras necesidades, como el sufrimiento anímico, puede verse como una rareza. De ahí que ese siempre mal definido ámbito de la salud mental (más bien concebido como “enfermedad mental”) recibe solo migajas. De hecho, en el área centroamericana, los ministerios de salud destinan solo el 1% de sus siempre magros presupuestos al campo de la salud mental. Y de ese monto, el 90% va para los hospitales psiquiátricos. Las necesidades anímicas, los problemas psicológicos, las preguntas que conlleva el diario vivir con su carga de malestar y angustia, se responden con “buenos consejos”, con medicación psiquiátrica, con religiones (la invasión de cultos neopentecostales en la región lo atestigua). O con alcohol. El guatemalteco y Premio Nobel de Literatura, Miguel Ángel Asturias, lo dijo sin cortapisas: “Aquí solo se puede vivir borracho”.

 

Para evidenciar todo esto mostrando cómo la salud mental está siempre relegada (en general, en todos los países, y en el Sur empobrecido, más aún), baste este ejemplo.

 

Guatemala sufrió la segunda guerra interna más prolongada del continente durante el siglo XX, luego de la colombiana. Fueron 36 años de intenso enfrentamiento, con consecuencias monstruosas para la población: 200,000 muertos, 45,000 desaparecidos, un millón de desplazados internos, 669 aldeas campesinas mayas destruidas con la política de “tierra arrasada” implementada por el Estado contrainsurgente. El terror se apoderó del país, y hablar podía costar caro: el silencio se hizo la norma. La Guerra Fría disputada por las dos superpotencias (Estados Unidos y la Unión Soviética), en este territorio se hizo insufriblemente caliente. Las secuelas psicológicas de todo eso son enormes, y un cuarto de siglo después, siguen presentes. Firmada la Paz el 29 de diciembre de 1996 entre Estado (ejército) y movimiento guerrillero, se hizo necesario atender las heridas psicológicas que dejó el conflicto bélico como una forma de asegurar la sostenibilidad del proceso allí iniciado, intentando garantizar el no retorno a una situación similar de guerra interna. En ese contexto se tornaba imprescindible abordar la problemática del estado psicológico y emocional de la población que se vio más sometida a los embates de la violencia en años anteriores. (Al día de hoy, mucha gente que sobrevivió a la guerra en zonas rurales aún se aterroriza al sentir el vuelo de un helicóptero; o no puede viajar sola por caminos locales por temor a las emboscadas. No se diga de las secuelas de las mujeres violadas por el ejército, que deben sobrellevar el peso de ese vejamen y además la estigmatización social de sus comunidades).

 

En tal sentido, se hicieron numerosas recomendaciones sobre este espinoso asunto para poner en marcha programas específicos en la materia. Algunas de ellas están contenidas en un Informe de situación realizado por la Secretaría de la Paz -SEPAZ-, con fondos de Unión Europea. Entre algunas de las recomendaciones hechas en aquel entonces (1999) puede leerse:

 

·         De acuerdo a los diagnósticos existentes y a los datos aportados por las instituciones que actualmente están desarrollando acciones específicas, las necesidades de intervención en relación a la Reparación Psicosocial de las víctimas de la violencia son muy altas.

·         Contrariamente, la oferta de servicios con respecto a acciones de salud mental es muy escasa, produciéndose un desbalance que debe ser corregido en términos de asegurar un Proceso de Paz duradero y sostenible.

·         No existe legislación específica que regule este campo de trabajo. Las acciones ligadas a la problemática de atención en salud mental para víctimas del conflicto armado interno se rigen por los Acuerdos de Paz suscritos entre Gobierno y Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca -URNG-. [Valga aclarar que son acuerdos no-vinculantes].

·         Los proyectos e iniciativas referidos a atención psicológica son abordados por: a) el Estado, a través de dos programas específicos, b) la Iglesia Católica, a través de sus Servicios Pastorales, y c) organizaciones no gubernamentales ligadas al ámbito de la salud, la educación, los derechos humanos, la niñez y el desarrollo comunitario.

·         Si bien desde la Firma de la Paz hasta la fecha se han venido desarrollando acciones especializadas en la materia, todavía no ha habido un impacto considerable en términos globales que haya transformado de forma evidente y duradera los efectos psicológicos y culturales derivados de la violencia, sirviendo como cimiento sólido para nuevas formas de convivencia.

·         La capacidad instalada en el sector, aunque actualmente no es mucha cuantitativamente en relación a la demanda de servicios, tiene una experiencia y un peso cualitativo considerables, producto de años de trabajo y la exigencia de resolución de problemas a que se ha visto sometida, en tanto es Guatemala uno de los países donde se cuenta con mayor cantidad de población necesitada de acciones de salud mental en la región.

·         En el fomento de la cultura de la no violencia, si bien en algunos casos puntuales se utilizan los medios masivos de comunicación como instrumento de trabajo, no hay estrategias globales que apelen a los mismos, con lo que no se aprovecha al máximo una instancia de gran potencial.

 

Transcurridos ya casi 25 años de silenciadas las armas, los efectos psicológicos de aquel terremoto social vivido no se han atendido mayormente. Todo lo que el Informe de marras concluía, en lo sustancial no ha variado. ¿Será que la salud mental se sigue viendo como un lujo? Más allá de acciones puntuales de organizaciones de la sociedad civil, no hay planes sistemáticos para abordar toda la herencia de sufrimiento dejada por la guerra. Si eso no se hizo en los primeros momentos de firmada la paz, con considerable apoyo de la cooperación internacional en ese entonces, ya décadas después va quedando en el olvido. Pareciera que sí, efectivamente, lo relacionado con la salud mental es secundario, un lujo.

 

El hospital psiquiátrico -situado en la ciudad capital- sigue siendo el centro de la inversión del ministerio de salud en el ámbito de lo psi; programas preventivos -con todas las dificultades que se abren en el tema de “prevención en salud mental”, no existen; y la atención de las heridas de la guerra y de tanta violencia sufrida son casi inexistentes, a no ser por el trabajo humanitario desarrollado por algunas organizaciones no gubernamentales, con fondos siempre de cooperación internacional (por tanto, no sostenibles en el tiempo, y nunca apropiadas por las instancias estatales, por tanto, con impactos muy pequeños a nivel nacional).

 

Sí cumplen una tarea de bálsamo las religiones, que además de ser un arma de control poblacional deleznable, más aún con la explosión incontenible de las nuevas iglesias evangélicas, presentifican lo dicho por Marx en 1844 en su “Contribución a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel”: “La religión es el suspiro de una criatura oprimida, el corazón de un mundo sin corazón, el espíritu de una situación carente de espíritu. La religión es el opio del pueblo”.

 

El psicoanálisis, no solo en los países empobrecidos del Sur sino, en general, en todo el mundo, sigue siendo visto con desconfianza (¿con temor?). Para una visión conservadora, incluso, no deja de ser un lujo (enmarcado en los invalidantes prejuicios que lo condenan). Quien toma la delantera en el campo de la salud mental son las técnicas de reforzamiento yoico y, por supuesto más que nadie marcando el paso, las grandes compañías farmacéuticas -que venden a través de los psiquiatras-. A propósito: los manuales de psiquiatría y psicopatología más usados están financiados por esas empresas. ¿Será por eso que cada vez crece más el número de “enfermedades mentales”? (primera edición del Manual estadounidense de esta materia, en 1952: 106 cuadros clínicos; quinta edición de 2013: 116 cuadros. Huele raro, ¿verdad?) Por tanto, solo quedan pastillas, religiones o consejos. O, recordando lo dicho por Miguel Ángel Asturias, ¿no queda otro recurso que el alcohol?

 

Parece que para las poblaciones más sufridas, que son la mayoría del mundo -el caso de Guatemala es un palmario ejemplo- la atención del sufrimiento anímico no deja de ser un lujo. Pero que quede claro: ¡no lo es!



viernes, 18 de diciembre de 2020

MUAMMAR GADAFFI: LO QUE NUNCA SE DICE DE LIBIA

El Estado socialista de Libia, al momento en que su líder Muammar Gadaffi fue asesinado, era el país de África con el menor porcentaje de pobreza.

 

"Si Europa y Estados Unidos te dicen que te quieren, ten cuidado. Aman la riqueza de tu tierra. El petróleo y no la gente". Gadaffi

 

¿POR QUÉ EL OCCIDENTE CAPITALISTA LO ASESINÓ? Porque durante su gobierno:

 

1.      No había factura de electricidad en Libia, la electricidad era gratuita para todos sus ciudadanos.

2.      No había intereses sobre los préstamos; los bancos en Libia son de propiedad estatal y los préstamos otorgados a todos sus ciudadanos tenían un interés del 0% por ley.

3.      El hogar es considerado un derecho humano en Libia. Gaddafi prometió que sus mismos padres no obtendrían una casa hasta que todos en Libia tuvieran una casa.

4.      Todos los recién casados en Libia recibían $ 60,000 dinares (US $ 50,000) del gobierno para comprar su primer apartamento.

5.      La educación y los tratamientos médicos eran gratuitos en Libia. Antes de Gaddafi, solo el 25% de los libios estaban alfabetizados. Con su gobierno, la cifra se situó en el 83%.

6.      Los libios se dedicaron a la agricultura como carrera, recibieron tierras de cultivo, una casa de labranza, equipos, semillas y ganado para poner en marcha sus granjas, todo gratis.

7.      Si los libios no pueden encontrar las instalaciones educativas o médicas que necesitaban en Libia, el gobierno los financiaba para que salieran al extranjero a buscarlos.

8.      En la Libia de Gaddafi, si un libio compra un automóvil, el gobierno subvencionaba el 50% del precio.

9.      El precio de la gasolina en Libia era de 0.14$ por litro.

10.  Libia no tenía deuda externa durante su período socialista, y sus reservas ascendieron a 150 mil millones de dólares. Eso luego fue congelado.

11.  Si un libio no podía obtener un empleo después de la graduación, el Estado pagaba el salario promedio de la profesión como si estuviera empleado hasta que se encontrara un empleo.

12.  Una parte de la venta de petróleo de Libia se acreditaba directamente a las cuentas bancarias de todos los ciudadanos libios.

13.  Una madre que daba a luz a un niño(a) bajo el gobierno popular y socialista, recibía US $ 5,000 como subsidio por adelantado.

14.  40 panes en Libia costaban $ 0.15

15.  El 25% de los libios tenía un título universitario.

16.  Gaddafi llevó a cabo el proyecto de riego más grande del mundo, conocido como el Proyecto del Gran Río Hecho por el Ser Humano, para hacer que el agua esté disponible en todo el país del desierto.

 

https://www.telesurtv.net/news/libia-muamar-gadafi-avances-sociales-politicos--economicos-20180607-0014.html

 



jueves, 17 de diciembre de 2020

UN MUNDO CADA VEZ MÁS INJUSTO…. ¡ESO ES EL CAPITALISMO!

  1820: el 20% más rico ganaba 3 veces más que el 20% más pobre.

 

  1870: el 20% más rico ganaba 7 veces más que el 20% más pobre.

 

  1913: el 20% más rico ganaba 11 veces más que el 20% más pobre.

 

  1960: el 20% más rico ganaba 30 veces más que el 20% más pobre.

 

  1990: el 20% más rico ganaba 60 veces más que el 20% más pobre.

 

  1997: el 20% más rico ganaba 74 veces más que el 20% más pobre.

 

  2018: el 1% de la población mundial tiene el 50% de toda la riqueza global, y casi todas las palancas del poder en sus manos.

 

  Con la pandemia del 2020, la clase trabajadora y el pobrerío se empobrecieron más que nunca. Algunas megaempresas (bancos, industria digital y telecomunicaciones, farmacéuticas) se enriquecieron infinitamente más que nunca.



martes, 15 de diciembre de 2020

SANTA CACHUCHA, BATMAN….

Diálogo dentro del Batimóvil.

ESCENARIO 1
BATMAN: Mira ahí, Robin. ¡Cuántos indigentes! ¡Yo no sé qué hace toda esa gente viviendo en las calles! Lo único para lo que sirven es para afear Ciudad Gótica.
ROBIN: ¡Santa cachucha, Batman! Así es. ¡Qué porquería!
BATMAN: Vamos a tener que hablar con el Comisionado Fierro para que haga honor a su apellido, y con mano de fierro saque de aquí a tanto ladrón.
ROBIN: Exacto, Batman. Toda esta gente viene a ensuciar nuestra ciudad. Son delincuentes, drogadictos, pandilleros. ¡Son unos haraganes terribles! Solo quieren aprovecharse de nuestra seguridad social. Por eso vienen.
BATMAN: Es horrible. Por su culpa ahora nosotros tenemos cada vez más trabajo, tenemos más pillos que atrapar. Todos estos bribones que andamos persiguiendo son indocumentados que llegaron ilegales aquí. Solo problemas vienen a traernos.
ROBIN: Batman, yo diría que tenemos que convocar a una reunión de todos los superhéroes para ver si los echamos de una buena vez.
BATMAN: ¡Buena idea, Robin! Voy a hablar con Alfred para que la organice.
ROBIN: Una sugerencia, Batman: ¡no invitemos a la Mujer Maravilla! Las mujeres solo traen problemas en estos asuntos.
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ESCENARIO 2
BATMAN: Mira ahí, Robin. ¡Cuántos indigentes! ¡Pobre esa gente! No sé por qué Ciudad Gótica no puede darles cabida.
ROBIN: ¡Santa cachucha, Batman! Así es. Digámosle al Comisionado Fierro que haga algo.
BATMAN: Te corrijo, Robin. Eso no es algo que pueda solucionar el Comisionado. Eso es el síntoma visible de un problema social muy profundo. Es algo estructural.
ROBIN: ¡Santa cachucha, Batman! Tienes razón. La indigencia de esa masa poblacional anida en el modo de producción reinante. No hay otra explicación. Las fuerzas del gobierno, a las que pertenece el Comisionado Fierro, solo administran un paquete, sin posibilidades reales de intervenir en la estructura socioeconómica.
BATMAN: Correcto, Robin. No debemos olvidar nunca lo dicho por Lenin en 1917, en los días de la Gran Revolución Bolchevique: “El Estado es el producto del carácter irreconciliable de las contradicciones de clase”.
ROBIN: ¡Santo cielo, Batman! No te equivocas. Es así. Lo importante, lo que nunca debemos dejar de tener en cuenta, es la estructura económica que fundamenta el movimiento dialéctico de las sociedades, de la historia humana en definitiva: el choque de contrarios. Para el caso: la lucha de clases.
BATMAN: Así es, mi antifazudo amigo. Estructura sobre la cual se apoya la superestructura ideológico-cultural. “Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad chocan con las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí”, como decía Marx en el Prólogo a la Contribución a la Crítica de la economía política, en 1859.
ROBIN: El mismo año en que apareció “El origen de las especies por la vía de selección natural, o la preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida”, de Charles Darwin, ¿verdad?, título original que en la sexta edición de 1872 fuera cambiado por el de “El origen de las especies”, más corto, más ameno.
BATMAN: ¡Recórcholis Robin! ¡Qué buena memoria! Y para no dejar a medias la cita de Marx que estaba haciendo: “De formas de desarrollo de las fuerzas productivas estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre así una época de revolución social”.
ROBIN: í, claro. Lo dices con corrección, Batman. Solo con ese cambio profundo de estructuras se podrá terminar con todas las injusticias sociales que hoy se padecen. Por ejemplo: esta gente desamparada que recibimos continuamente en Ciudad Gótica, que viene famélica de los países empobrecidos del Sur.
BATMAN: Ejército de reserva industrial, decía Marx.
ROBIN: Hoy día habría que decir: ejército de reserva industrial ¡a escala internacional! Los migrantes en situación de irregularidad constituyen la mano de obra siempre “sobrante” de la que las empresas de nuestro Norte próspero se aprovechan, chantajeando a esa masa de desposeídos, amenazándolos de continuo con su deportación, pudiendo así pagarles sueldos de hambre…
BATMAN: El lumpenproletariado, diría Marx. Es repulsivo. Juegan con la miseria de esa gente.
ROBIN: ¡Santa cachucha, Batman! Así es.
BATMAN: Y luego quieren presentar el problema del actual empantanamiento del sistema capitalista como efecto de esas masas migrantes que llegan a las islas de prosperidad a robar puestos de trabajo de los ciudadanos del Norte.
ROBIN: ¡Qué tremendos hijos de la gran puta!, ¿no? ¡Cómo mienten!
BATMAN: Lamentablemente, sí. Pero, bueno…. Cambiando de tema: ¿qué fechoría cometió estos días el Guasón?