viernes, 29 de noviembre de 2019

LAS RELIGIONES: UN BUEN ANESTÉSICO





“Trabajo todos los días,
hasta el domingo a la tarde, como soy esclavo manso
Dios tendrá que perdonarme.
El patrón está contento
porque me ve religioso,
soñando con la otra vida
y en esta comiendo poco.”
De Cesar Perdiguero y Gustavo Leguizamón



jueves, 28 de noviembre de 2019

EL RACISMO QUE LLEVAMOS ADENTRO




El racismo, igual que el machismo, son elementos que llevamos adentro todas y todos. Es nuestra “esencia” (que, por cierto, se puede cambiar). Para ejemplo de esa constitución que nos marca:

Un miembro de una ONG socialdemócrata, de origen europeo trabajando en un país latinoamericano con fuerte presencia indígena, tipo medio de izquierda, progre, alternativo (con tatuajes y un arete en la oreja izquierda, caites y camiseta del Che Guevara…. ¿Eso será ser alternativo?....), manejando su 4X4 llega a una gasolinera y pregunta por una dirección determinada (no tenía aplicaciones para buscar la ubicación). El empleado, indígena que chapucea medianamente el español, explica algo precariamente cómo llegar. El europeo, para cerciorarse bien y corroborar si entendió la explicación, pregunta si la calle donde debe dirigirse es la paralela a la avenida donde se encuentra la gasolinera. El empleado no parece entender la pregunta y musita cualquier cosa. Nuestro europeo, molesto porque no recibe una explicación exacta y al mismo tiempo algo paternalista, dice a su interlocutor (el otro pasajero del jeep):

¡EN LOS PAÍSES CIVILIZADOS TODO EL MUNDO, TAMBIÉN UN EMPLEADO DE GASOLINERA, TIENE EL CONCEPTO DE PARALELA! UY… ¡¡CÓMO GOLPEA EL SUBDESARROLLO!!

¿Por qué con una indígena en el mercado negociamos el precio de un producto, y en un supermercado formal no?



miércoles, 27 de noviembre de 2019

DESIGUALDADES



(La historia la escriben los que ganan)

Los militares nazis, después de haber perdido la guerra, fueron juzgados y sentenciados como criminales de guerra. 

Los militares estadounidenses, que ganaron sus guerras (menos la de Vietnam), pueden decir sin vergüenza, como el general Curtis Le May, comandante del ataque norteamericano a Tokyo previo al lanzamiento de las dos bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki: “Cuando incendiamos la ciudad, sabíamos que morirían mujeres y niños. Pero había que hacerlo”.

Y nadie los juzga como criminales. Por el contrario, se les premia como “Héroes de la Patria”

Algo anda mal en nuestras sociedades ¿verdad?





martes, 26 de noviembre de 2019

“GANADORES” Y “PERDEDORES”… ¡Y EL RACISMO CONTINÚA!




Un moreno se pinta el pelo de rubio para "parecer más". Son innumerables los ejemplos (la ilegal presidenta de la República Plurinacional de Bolivia, entre otros).

Pero es rarísimo que un rubio se pinte el cabello de "morenito". 

¿QUIÉN DIJO QUE TERMINÓ EL RACISMO?

La ilegal presidenta de Bolivia pide que "los indios se vayan al Altiplano". Y ningún poder constituido (Estados Unidos, la Unión Europea, la ONU, el Vaticano, los grandes medios comerciales de comunicación) la acusa de racista. 

¿SE SIGUE AVALANDO EL RACISMO? En otros términos: ¿se sigue avalando el despojo, el robo descarado?



domingo, 24 de noviembre de 2019

BOLIVIA: ¡SE CONSUMÓ EL GOLPE DE ESTADO!




Y el litio espera a las rapaces multinacionales….

En la República Plurinacional de Bolivia se consumó un golpe de Estado combinando las nuevas modalidades de “golpe suave” con la más sangrienta y tradicional participación del ejército como antaño (Bolivia tiene más de 160 golpes de Estado en su historia).

¡¡NO HUBO FRAUDE!! Así como en Venezuela no hay narco-dictadura, sino muuuuuucho petróleo, en Bolivia no hubo fraude sino muuuuuuucho litio.





sábado, 23 de noviembre de 2019

¡COLABORADORES DEL MUNDO: UNÍOS!




Mmmm…, no resulta, ¿no?

¡¡Por supuesto que no!!, porque NO somos colaboradores, aunque el actual discurso ideológico nos quiera hacer pasar por tales. ¡SOMOS TRABAJADORES!, los únicos que generamos la riqueza humana. Y porque nos explotan, una minúscula minoría se queda con la mayor parte de esa riqueza.




viernes, 22 de noviembre de 2019

¿QUIÉN DIJO QUE SE SUPERÓ EL PENSAMIENTO MÁGICO-ANIMISTA EN EL SIGLO XXI?




La Pastora Soraya nos dice que “El calentamiento global es debido al exceso de almas pecadoras quemándose en el infierno, ya que al ser la Tierra plana y el infierno estar debajo de la misma, se produce un efecto sartén.”

Y esta pastora tiene muchos seguidores.



jueves, 21 de noviembre de 2019

UN PACTO SECRETO






La llama de las últimas velas estaba por extinguirse. Ya casi no quedaban otras en la casa. Las penurias económicas iban cada vez más en aumento. Ni velas, ni vino; esas eran las dos cosas que más necesitaba ahora Jorge Federico: las unas, para iluminar las partituras mientras componía –gustaba hacerlo por la noche, aprovechando el silencio general–. El vino servía para ahogar las penas.

Sobre el clavicordio, además de desordenadas hojas pentagramadas, se encontraba la notificación del notario: si no pagaba, lo desalojarían. Debía tres meses de renta de la vieja casona en el 25 de Brool Street donde se había mudado hacía un par de años. Londres había sido muy generoso con él en algún tiempo; pero ahora, después de la inversión de la casi totalidad de sus ahorros –unas cien mil libras– en el último proyecto musical fracasado, las deudas le atenazaban. No sabía qué hacer.

 Juan Sebastián no será tan conocido allá en Alemania como yo en Inglaterra, pero vive más tranquilo. Trabajar para la aristocracia o para la Iglesia –que viene siendo lo mismo– ahorra estas angustias–, reflexionaba amargado mientras vaciaba su copa. Händel era el primer compositor que había puesto su creatividad no a disposición de los nobles sino, como empresario independiente, para el gran público. Unas cuantas óperas –de excelente calidad, sin dudas– lo habían tornado muy popular en la sociedad londinense dieciochesca. Pero la nobleza no perdonaba ese desaire: la crítica de sus últimas obras había sido cruel, durísima. Así, tachándolo de “vulgar”, “prosaico” y “ramplón”, habían logrado deslegitimarlo. El público, llevado por lo que se comentaba con aire doctoral desde los “entendidos”, aplaudía o dejaba de aplaudir. En este caso, había dejado de aplaudir.

De eso modo Händel, glorificado y amado un tiempo atrás, iba quedando en el olvido. Sus obras, que seguían siendo tan profundas y bellísimas como siempre, ahora casi no atraían público. Su compañía de óperas había quebrado, y ahora debía los salarios de sus músicos y cantores. Atormentado, pensando seriamente en el suicidio como única vía de escape ante tantos tormentos, aquella noche Jorge Federico se fue a dormir falto de toda esperanza.

A la mañana siguiente, a primera hora pasó por su casa Charles Jennens, amigo personal del compositor, acaudalado terrateniente que le había ayudado en más de alguna ocasión con libretos para sus óperas y oratorios. Pidiendo no se le despertara a Jorge Federico, había dejado un sobre para que se le entregara cuando éste se levantara.

Así hizo su criado, el buen Christof. Solícito, teniéndole ya preparado el desayuno –un magro desayuno, por cierto, con las pocas cosas que iban quedando en la despensa– entregó el sobre a su amo.

¿Qué es esto?– preguntó algo asombrado el maestro.

Sir Jennens pasó dejándolo hoy muy temprano. Dijo que ahí encontrará la solución de sus problemas–.

¿Qué? ¿Qué significa eso?–, preguntó algo alterado Händel.

Así dijo– repitió atemorizado el criado. –Pidió que así le transmitiera. Literalmente: que ahí estaría la solución de todos sus males. Así me dijo–.

El asombro de Jorge Federico iba en aumento. Rápidamente, olvidándose del desayuno, abrió el sobre.  Dentro había cientos de páginas y una pequeña esquela. Leyó con angustia.

¡La letra de un oratorio! En inglés… Y me pide que lo musicalice. Bueno, no es mala idea, pero…

En principio dudó. Ya eran demasiados los fracasos acumulados. Además… un oratorio no se compone tan fácilmente, pensaba. Eso tomaría tiempo, y las deudas no esperaban. La orden de desalojo podía llegar en cualquier momento. Por otro lado, todo eso lo tenía desesperado, angustiado. La depresión no lo dejaba avanzar. El vino iba siendo su refugio, y la música ya la veía como un tormento.

Sin poder hablar directamente con Charles Jennens, aceptando la propuesta que le hacía de estrenar la obra en Dublin, Irlanda, se sentó a componer. Quien patrocinaba la invitación era de confiar: la Charitable Musical Society de Dublin. Gente respetable, sin dudas–, se dijo Jorge Federico. No quedaba sino escribirla.

Nunca se pudo explicar qué le pasó. Era ya para ese entonces un músico consumado, de 56 años de edad, y sabía el esfuerzo que representaba crear algo, así fuera una pequeña obra. Pero para su sorpresa, este oratorio salía con una facilidad inconcebible. Sentado ante su clavicordio, pasaba largas horas por día, sin levantarse siquiera para comer o ir al baño. Así estuvo tres semanas continuas. Fueron tres semanas de trabajo ininterrumpido, absorto en la creación, sin bañarse, sin una sola distracción.

El criado Christof hizo saber luego que en algún momento –fue en el tercer día de haber comenzado a componer– escuchó hablar al maestro. Para su asombro, no había nadie en la sala donde componía. Christof pensó que su amo estaba desvariando. Una apoplejía que había sufrido no mucho tiempo atrás seguramente lo había dejado algo loco, pensaba el buen criado. Aunque se acercó a la puerta, no pudo entender qué hablaba. Le pareció escuchar otra voz además de la de Händel, pero no había nadie más en la habitación. Pensó en algún caso de doble personalidad. Ambas voces intercambiaban palabras en italiano, lengua que Christof no comprendía.

En tres semanas el oratorio estuvo terminado. Según lo indicado por Sir Jennens, marcharon a Irlanda para su estreno. Allí Händel era bastante popular, por lo que la presentación de una nueva obra de su autoría había concitado gran atención. Tanta expectación levantó, que hasta en los periódicos se pedía a los varones asistir sin espada, y a las mujeres sin falda ancha, pudiéndose aprovechar así más el espacio del teatro. De ese modo, el 12 de abril de 1742, en horas del mediodía –cosa inusitada para un concierto– se estrenó “El Mesías”. Era en plena Pascua, pues el oratorio estaba dedicado, básicamente, a exaltar la resurrección de Jesús, y no el nacimiento, como pasaría años después, habiendo llegado a ser casi un emblema obligado de la época navideña.

Como cosa absolutamente inusual para la época, una multitud de 700 personas abarrotó el Great Music Hall. El éxito fue rotundo, espectacular. Esa primera audición fue benéfica, otorgándose todo lo recaudado a instituciones de caridad. El dinero será para los enfermos y para los presos, pues he sido un enfermo y con esta obra me he curado; y fui un preso, y ella me liberó, afirmaría Händel luego del estreno.  

Como la recepción del público fue tan buena, rápidamente se organizaron varias funciones más. En todos esos casos, ya no benéficas. De ese modo, Jorge Federico pudo reunir una buena suma con la que saldar todas sus deudas.

Así las cosas, regresó a Londres y quedó solvente. La fama de la obra comenzó a trascender. De todos modos, en Inglaterra, siempre mirando con desprecio a Irlanda, se consideraba del peor gusto, casi blasfemo, montar una obra llamada “El Mesías” y dedicada a la vida, pasión y muerte del Redentor, en un teatro. Al querer montarla en la capital del reino, que mostraba un puritanismo exagerado, debió entonces cambiársele el título de oratorio por el de “drama sagrado”.

Finalmente, “El Mesías” se presentó en Londres. En la primera audición, en el teatro Covent Garden, el rey Jorge II hizo lo que Händel ya sabía que sucedería: se puso de pie al escuchar el Aleluya de la segunda parte –el fragmento más célebre, y seguramente bonito, de todo el oratorio– confundiéndolo con un himno (de ahí que, por respeto, se incorporó, pues los himnos se escuchan de pie). Todos los asistentes, imitando a su monarca, también se pararon. La historia que se tejió posteriormente fue que, tan encantado de esa pieza resultó el soberano que, jubiloso, se levantó y aplaudió al terminar el Aleluya, contrariando la costumbre de aplaudir solo al final de toda la obra (de más de dos horas de duración). Al conocer todo esto, Jorge Federico sonrió triunfal, con un gesto diabólico dibujado en sus labios.

Unos años antes de su muerte, su criado Christof hizo revelaciones que, de un modo que no puedo contar ahora, llegaron hasta mí, y ahora me encargo de difundir. En realidad, aunque en su momento dijo que no entendía el italiano y por tanto no captaba lo que hablaba aquella vez su amo con un tercero dentro de la habitación, eso obedecía al temor de relatar cosas tan terribles. Finalmente, sin embargo, las numerosas súplicas que se le hicieron permitieron que se atreviera a contarlo. En realidad hablaba perfectamente la lengua del Dante; de hecho, había prestado servicio como criado por espacio de dos años en el monasterio de San Benedetto, en Subiaco, Italia.

El extraño visitante que había conversado con Händel –al que nadie vio entrar ni salir de la casa– cuando éste comenzaba a componer “El Mesías”, le había ofrecido un pacto, que el músico aceptó. Como para el momento de recibir el encargo Jorge Federico estaba sumamente deprimido, no se había recuperado plenamente de una apoplejía (hemiplejía) y las deudas no le permitían concentrarse, no se encontraba en absoluto en condiciones de acometer una obra de tamaña magnificencia. El vino, por otro lado, estaba comenzando a hacer estragos. Había aceptado, un poco a regañadientes, solo porque el ofrecimiento le vino de alguien a quien admiraba –y a quien debía mucho, en todo sentido–, Charles Jennens. Pero en el momento de sentarse ante el clavicordio la inspiración no llegaba. En los dos primeros días de trabajo apenas si había podido terminar la sinfonía introductoria y los primeros compases del Recitativo siguiente. No sabía qué hacer.

Te propongo un buen acuerdo– dijo el extraño visitante.

¿De qué se trata?– respondió sorprendido Jorge Federico, algo incrédulo, incluso temeroso.

En tres semanas terminarás el oratorio, que te hará grande, y tu nombre volverá a brillar–.

¡Imposible! Un oratorio tan complejo como este que me piden no se puede terminar en tan poco tiempo. ¡Absolutamente imposible!–.

Para ustedes será imposible. Para mí, no. Además, si te lo ofrezco, es porque sé que sí es posible–.

¿Y qué garantía tengo al respecto?

Mi palabra–, afirmó con energía el visitante.

¿Qué gano yo?–, dijo Händel rascándose la cabeza, dubitativo.

Serás el compositor de una de las piezas musicales más célebres de la historia. Tu nombre será venerado per saecula saeculorum–.

Jorge Federico frunció el ceño. No le desagradaba la idea, pero no creía en tanta amabilidad gratuita. Había ahí algún gato encerrado. Provocativo, inquirió:

¿Y qué pides a cambio de ese favor?

Que en un trozo de la obra, el que te prometo será el más llamativo y con el que confundiremos a su Majestad, me menciones–.

¿Que te mencione? Mmmm… ¿qué debe decir ese trozo?

Solo una verdad: “Rey de Reyes, Señor de Señores, reinará por siempre”, y repetirlo continuamente–.

Händel sonrió, agregando casi sarcástico:

No lo veo un problema. Al contrario: me parece muy bien. Pero… ¿por qué dices que engañaremos al rey?

Lo que te haré escribir será de tal belleza y solemnidad que Jorge II pensará que es un himno, y se pondrá de pie durante su ejecución, y luego aplaudirá rabiosamente dando saltitos. Eso lo hará el hazmerreír de toda la Gran Bretaña, aunque luego se teja la idea que lo hizo por la emoción que sintió al escuchar el Aleluya–.

¿Entonces?– preguntó Jorge Federico, todavía sin comprender.

En algún otro pasaje, que no te revelaré, y al que musicalizarás también con fastuosidad, con trompetas y timbales a todo dar junto a los coros y la masa orquestal, la letra, leída de atrás hacia adelante palíndromodirá: “este cerdo que confunde la música tiene sus días contados. El pueblo reinará–.

No te entiendo–.

Nos burlaremos de este cerdo, de este ignorante parásito, tal como son todos los reyes. Y si sabes buscar entre líneas, en la obra está contada la historia de cómo caerán todas estas lacras repugnantes en Europa–.

¿Te refieres a los monarcas?

¡Exacto! Por eso se te eligió a ti, porque no eres un obsecuente que se acuesta con la aristocracia. Tú trabajas para la masa, por eso ahora te va tan mal económicamente–.

Pero entonces…– preguntó Händel con asombro, –¿quién reinará por los siglos de los siglos?–.

Chistof no supo precisar si eso fue un delirio de su amo, una conversación real que mantuvo con alguien, una ensoñación. Lo cierto es que, mientras componía la obra en cuestión, el hedor a azufre que salía de la recámara de Jorge Federico era insoportable.

El día que la concluyó, salió exaltado, y con ojos desorbitados y a los gritos, dijo: –¡He visto al Señor!–.

miércoles, 20 de noviembre de 2019

¿SOMOS RACISTAS? ¿POR QUÉ NO HABLAMOS DE HAITÍ?




Haití, primer país en Latinoamérica y el Caribe en liberarse del yugo colonial europeo (en 1804), como lo hizo a través de una revolución de ESCLAVOS NEGROS, recibió la maldición de las potencias occidentales en el sentido que nunca más levantaría cabeza. Hoy es uno de los tres países más pobres del mundo. Y el racismo sigue vilmente presente.

Hablamos hasta el hartazgo de las manifestaciones de Ecuador, de Chile, de Honduras, incluso del Líbano o de Egipto, o de los chalecos amarillos en Francia, pero no se dice prácticamente una palabra de Haití. Allí, desde que comenzaron las protestas en febrero, van casi 100 muertos, y la prensa ni siquiera lo menciona. Tampoco la izquierda pone especial énfasis en esa lucha. ¿Somos racistas?




martes, 19 de noviembre de 2019

BOLIVIA: EL PUEBLO DICE NO AL GOLPE DE ESTADO


BOLIVIA: EL PUEBLO DICE NO AL GOLPE DE ESTADO



REPARTIENDO LATINOAMÉRICA




Venezuela: petróleo, agua dulce, biodiversidad de la pluviselva, minerales estratégicos.

Colombia: coca, petróleo, agua dulce, biodiversidad de la pluviselva.

Brasil: soya transgénica, agua dulce, biodiversidad de la pluviselva, minerales estratégicos.

Bolivia: gas, litio, minerales estratégicos.

Perú: oro y otros minerales.

México: mano de obra barata, petróleo.

Centroamérica: mano de obra barata.

Argentina: soya transgénica.

Paraguay: Acuífero Guaraní (segunda reserva subterránea de agua dulce).

Antártida: petróleo, krill, minerales estratégicos.

¿POR QUÉ HAY 74 BASES MILITARES DE ESTADOS UNIDOS EN LATINOAMÉRICA?



lunes, 18 de noviembre de 2019

GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA: ESTÁN MASACRANDO AL PUEBLO QUE PROTESTA


ÁN

La población boliviana se manifiesta en las calles en repudio al GOLPE de ESTADO racista, apoyado desde el imperialismo. Los militares golpistas disparan a matar: hay al menos 24 manifestantes asesinados por los golpistas, y centenares de heridos. Las mujeres indígenas son torturadas por los golpistas: les cortan las trenzas, las humillan, manosean, golpean. Centenares de personas detenidas. Persecución de los golpistas contra periodistas y radios comunitarias: periodistas acusados de "sedición" por informar lo que los medios de la burguesía boliviana callan. La golpista Añez firmó un decreto para eximir de responsabilidad a los militares por las muertes y violaciones que cometan (saben que van a seguir masacrando a lo grande). Pero el pueblo sigue luchando contra el Golpe de Estado, porque sabe que si no revierte el Golpe racista, serán décadas de terror, saqueo capitalista brutal y empobrecimiento.

“Sueño con una Bolivia libre de ritos satánicos indígenas; la ciudad no es para los indios. Que se vayan al Altiplano o al Chaco”, dijo la presidenta ilegal.



domingo, 17 de noviembre de 2019

¿POR QUÉ EL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA?




No nos dejemos seguir engañando. La movida tiene olor a litio, no a supuesta transparencia democrática que se golpea el pecho por un fraude electoral. ¿Sabías que el 75% de las reservas de litio están en Bolivia?




sábado, 16 de noviembre de 2019

RICOS Y POBRES





En Venezuela el cardenal Jorge Urosa Savino, furioso antichavista, dijo públicamente sin temor alguno, en la Universidad Católica Andrés Bello: "Los ricos nacieron para gobernar y los pobres para obedecerlos".  

¡SIN PALABRAS!



viernes, 15 de noviembre de 2019

COMIENZA LA CAÍDA




Mientras Estados Unidos se dedica a fortalecer cada vez más sus fuerzas armadas y a contener como sea el avance de China, la República Popular China, conducida por su Partido Comunista, acaba de ganar la batalla tecnológica en esta esfera de la hiper sofisticación como es la comunicación 5G, poniéndola ya a disposición del público en forma comercial, antes que ningún otro país. Estados Unidos está perdiendo la guerra comercial y científico-tecnológica.

Y en la esfera bélica sucede otro tanto. El experto militar estadounidense Lyle J. Goldstein advirtió que, de darse una confrontación militar entre Estados Unidos y Rusia, teniendo en cuenta los misiles intercontinantales con ovijas nucleares hipersónicos de última generación producidos por la Federación Rusa, “a Moscú solo le bastarán unas horas para derrotar a Washington y a las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).”

Bueno… todo pasa, todo concluye. ¿Le estará llegando la hora al actual imperio? (aunque todavía tenga a Latinoamérica como su patio trasero).



jueves, 14 de noviembre de 2019

EL NEOLIBERALISMO NO ESTÁ MUERTO




La ola de protestas populares que recorrió Latinoamérica en las últimas semanas (Ecuador, Chile, Haití, Honduras), e incendió también otros países en otras latitudes (Líbano, Egipto, Irak), hizo creer, entusiastas, que llegaba el fin del neoliberalismo. Pero más allá de haber conseguido detener momentáneamente el alza de precio de algunos productos, nada cambió en lo sustancial. Para terminarlo, se necesita algo más que una protesta callejera: se necesita organización popular y conducción revolucionaria, que no la hay en este momento.

Lamentablemente, no está muerto (“Los muertos que vos matáis gozan de buena salud”). El llamado neoliberalismo (http://www.iela.ufsc.br/noticia/neoliberalismo-triunfo-del-capital-sobre-el-trabajador), es decir: capitalismo salvaje y brutal, domina el mundo en este momento. Planteos de capitalismo “suave”, sin derrotar a las oligarquías y a sus fuerzas armadas, no son sostenibles. El golpe de Estado en Bolivia muestra que el neoliberalimos no está muerto, para nada.




miércoles, 13 de noviembre de 2019

NO PENSAMOS CON CABEZA PROPIA. ¡NOS HACEN PENSAR!




Para ejemplo, el siguiente:

Se le preguntó a 34 personas, de ambos sexos y de distintas edades, entre 12 y 61 años, ¿cómo es un submarino por dentro? (Pregúnteselo también el lector).

Todo el mundo (y también seguramente el lector) dirá aproximadamente lo siguiente: un espacio cerrado, lleno de controles, botoncitos, luces, palancas, por allí un periscopio, y gente (casi siempre varones) muy metida en su trabajo.

¿Alguien estuvo alguna vez dentro de un submarino? Ni uno solo de los entrevistados. ¿El lector? ¿De dónde sacaron esa “idea” entonces? De lo que transmiten los medios masivos de comunicación. Del mismo modo, nos forman las ideas, percepciones y puntos de vista sobre todas las cosas del mundo: el libre mercado es bueno, el comunismo es una lacra y el Estado te vive controlando, Evo Morales es un dictador, nos queremos todos en la familia, ser puta es malo, Venezuela está matando de hambre a su población, etc., etc.

¡¡DEJEN DE JODER, POR FAVOR!!




martes, 12 de noviembre de 2019

BOLIVIA: ¡NO HUBO FRAUDE ELECTORAL! HUBO GOLPE DE ESTADO




El CEPR (Center for Economic and Policy Research), http://cepr.net/other-languages/en-espanol/ con sede en Washington, que hizo un seguimiento de las pasadas elecciones en Bolivia, NO encuentra evidencia de fraude en las mismas (ver documento adjunto) y señala al gobierno de Estados Unidos y a la OEA como actores clave en el golpe de Estado que allí se perpetró.







lunes, 11 de noviembre de 2019

MARX HABLA A LOS 30 AÑOS DE LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN





No puedo dar los detalles precisos, sino simplemente hacer saber que recibí esta carta que me hiciera llegar Carlos Enrique Marx. Hace allí un balance del mundo con motivo de conmemorarse el trigésimo aniversario de la caída del Muro de Berlín. Con mi pobre alemán me permití hacer la traducción, y como creo que esto es muy importante, hago circular el texto de marras en su versión española.

Trabajadores del mundo:

Las fuerzas de la derecha internacional festejan alborozadas estos 30 años de la caída del Muro de Berlín. Pero se equivocan. ¿Qué festejan en realidad? ¿El fin del socialismo?

La historia, contrariamente a como dijo ese apologista del sistema de apellido Fukuyama hace algunos años atrás, no ha terminado. ¿De dónde saldría tamaño disparate? La historia continúa su paso sin que sepamos hacia dónde va. Hoy, sin temor a equivocarnos, dadas las características que ha tomado el sistema capitalista internacional, perfectamente podría estar dirigiéndose hacia la aniquilación de la especie humana, dado el afán de lucro imparable que lo alimenta, y que bien podría llevar al holocausto termonuclear de activarse todas las armas de destrucción masiva que existen sobre la faz del planeta. O también, dado ese afán insaciable de obtención de ganancia que no puede eliminar, a la destrucción del planeta por el consumo irracional que se está llevando a cabo.

Las fuerzas de la derecha cantan victoriosas su supuesto triunfo, pero en realidad no hay ningún triunfo. Como escribí alguna vez en mis años mozos, siendo discípulo del Profesor Hegel: el amo tiembla aterrorizado delante del esclavo porque sabe que inexorablemente tiene sus días contados.

¿Qué quise decir en su momento con esta frase, algo enigmática quizá, antes de ponerme a estudiar economía política para luego redactar el Tomo I de El Capital? Pues no es nada complicado: aparentemente el sistema capitalista “triunfó” de manera inexorable sobre las experiencias socialistas que se estaban construyendo, siendo la demostración palpable de ello la caída de este muro de la que ahora se cumplen 30 años. Supuestamente, según la fanfarria con que esa derecha presenta las cosas, la misma población alemana del este, “sojuzgada” por el yugo socialista, habría derrumbado el tal muro para “liberarse” y acceder a las bondades del capitalismo. ¡Pamplinas! Puras pamplinas, estupideces con que los actuales medios masivos de comunicación presentan las cosas.

En realidad lo que esta derecha, por ahora ganadora, festeja es que el Amo, para tomar la metáfora hegeliana (léase: la clase capitalista) alejó por un tiempo el fantasma que la persigue (la clase trabajadora y la posibilidad que alguna vez la misma se organice, abra los ojos y la expropie, tal como pasó varias veces durante el siglo XX, en Rusia, en China, en Cuba). Es decir: la clase por ahora dominante (industriales, banqueros, terratenientes) sabe que está sentada sobre un barril de pólvora; sabe que los trabajadores del mundo (obreros industriales urbanos –que fue lo que yo más estudié en su momento–, campesinos, trabajadores explotados de toda índole, sub-ocupados y desocupados –lo que yo en otro tiempo llamé Lumpenproletariät, es decir: población excluida y marginalizada) en algún momento van a explotar.

La historia de la humanidad, y también la historia del capitalismo, se los muestra. Las clases oprimidas aguantan (porque no tienen otra alternativa, porque están sojuzgadas, reprimidas brutalmente a veces, manipuladas en otras ocasiones). Aguantan hasta que, llegado a un punto de la acumulación de contradicciones, estalla un período de violencia revolucionaria, transformándose las relaciones de poder, pasando la propiedad de los medios de producción de una clase a otra. Esto la derecha lo sabe. Sabe muy claramente que la propiedad privada de esos medios es un saqueo legalizado; sabe con precisión milimétrica que no puede dejar ni por un segundo de cuidar esa propiedad, asentado en una explotación inmisericorde. Sabe que si se descuida, si deja de proteger a capa y espada sus privilegios, las grandes mayorías excluidas se levantan. Por eso, día a día, minuto a minuto, no dejan de controlar y evitar que los trabajadores se organicen, piensen, conozcan la verdadera realidad. Por eso los embrutecen con dádivas: es decir, el viejo pan y circo de los romanos.

Pero esa derecha sabe que el barril de pólvora sobre el que está sentada puede explotar, lo cual significaría perder sus privilegios de clase. De hecho, eso ya sucedió varias veces el siglo pasado. Por eso mismo, ante el retroceso que sufrió el primer Estado obrero del mundo, la llamada Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, las fuerzas de la derecha cantaron victoria, mostrando el derribamiento del Muro de Berlín como la caída de las ideas socialistas. Dicho de otra manera: como están tan aterrorizados con la posibilidad que los trabajadores reaccionen alguna vez, se permitieron mostrar ese incidente como el fracaso inexorable de las ideas socialistas. Pero ello no es sino una demostración del pavor que sienten a ser expropiados. De ahí que lo presenten como un triunfo apoteósico y que cierra de una vez la historia.

No hay dudas que con la involución que sufrieron las primeras experiencias socialistas del mundo (la Unión Soviética se desintegró, China se abrió al mercado capitalista, Cuba quedó flotando en el aire como pudo), el capitalismo internacional avanzó groseramente sobre las conquistas de los trabajadores obtenidas a fuerza de sacrificio en décadas y décadas de lucha. Por eso ahora ese sistema, que se autopresenta como ganador y única salida posible, se permite explotar más aún que hace un siglo atrás. Hoy día se perdieron conquistas sindicales, se hacen contratos sin prestaciones laborales, no se respeta la jornada laboral de ocho horas, se expolia sin la menor pudicia y se entroniza la figura del “ganador”.

No hay dudas, para tratar de concluir la referida cita que hice más arriba, que el sistema sabe que ya le va a llegar el turno, que su cabeza, igual que la del monarca francés en 1789, rodará por el polvo. Por eso festeja este triunfo parcial –que, sin dudas, hizo retroceder mucho al campo popular en estos últimos años– como un triunfo absoluto, queriendo presentar las cosas como que con el Muro de Berlín derribado terminó la explotación, y por tanto el ideal revolucionario socialista de transformación social.

Pero los trabajadores del mundo siguen siendo explotados, más que antes incluso, apaleados, reprimidos. ¿Por qué no habrían de reaccionar? Tal vez hoy día, hay que reconocerlo, los partidos comunistas están un tanto despistados. Mis ideas –que, en realidad, no son mías, sino producto de una reflexión científica (¡no digan “marxismo” sino materialismo histórico!)– se han querido presentar como anticuadas, fracasadas, “pasadas de moda”. Nada más contrario a la verdad.

Mientras siga la explotación en el mundo (y esa es la esencia del sistema capitalista) habrá quien proteste, quien alce la voz, quien busque organizarse para cambiar la situación. Que hoy día esa organización y los programas políticos al respecto estén golpeados, es una cosa. Pero pretender que se esfumaron, que los explotados quedarán contentos y felices con su condición de tales, que las injusticias cesaron porque el sistema ganó esta batalla, es un craso error.

No hay que olvidar que el capitalismo, como proyecto económico-político, comenzó a surgir en los siglos XII y XIII, allá en la Liga de Hansen, y demoró varias centurias hasta poder tomar mayoría de edad constituyéndose en sistema dominante, casi a fines del siglo XVIII, tanto en Francia e Inglaterra como en los nacientes Estados Unidos de América. Las experiencias socialistas no tienen ni 100 años de vida. ¡No olvidarlo! Cantar victoria porque se ganó una batalla es de mal guerrero. Lo único que demuestra es que sí, efectivamente, ese Amo tiembla porque sabe que ya le va a llegar su guillotina…, aunque en este momento se sienta ganador.

Los 30 años que ahora se pretenden festejar no son sino una demostración que el sistema capitalista no tiene salida. Se festeja el triunfo de la explotación y la injusticia. Si el sistema tuviera “responsabilidad social empresarial”, como parece que ahora se puso de moda decir, debería echarse a llorar por el descalabro absoluto que ha creado. Para decirlo sólo con dos ejemplos, lapidarios y terminantes por cierto: en estos momentos –créanme que sigo muy de cerca estos acontecimientos y estoy perfectamente informado– la humanidad produce un 45% más de los alimentos necesarios para nutrir a los 7.800 millones de almas que pueblan el mundo, y vergonzosamente la principal causa de muerte sigue siendo nada más y nada menos que ¡el hambre! ¡Infame!, no caben dudas. Y para terminar: la principal actividad de la especie humana, la que más ganancias genera desde el punto de vista capitalista, la vanguardia de la ciencia y de la técnica es la producción de armamentos. Es decir: la defensa a muerte de los privilegios de algunos. ¡Más patético todavía!

Por tanto, camaradas, los insto a que no nos dejemos confundir por estos cantos de sirena: la derecha no festeja un triunfo, sino que sigue estando en guerra, y con miedo, porque sabe que los trabajadores, tarde o temprano, reaccionaremos.

Hoy, como hace un siglo y medio, la consigna no es lamentarse por la paliza recibida recientemente ni quedarse embobados viendo la televisión. Sigue siendo como escribí con Federico en 1848: “No hay nada que perder más que las cadenas. Por tanto: ¡uníos!”