sábado, 30 de noviembre de 2019
viernes, 29 de noviembre de 2019
LAS RELIGIONES: UN BUEN ANESTÉSICO
“Trabajo todos los días,
hasta el domingo a la tarde, como soy esclavo manso
Dios tendrá que perdonarme.
El patrón está contento
porque me ve religioso,
soñando con la otra vida
y en esta comiendo poco.”
hasta el domingo a la tarde, como soy esclavo manso
Dios tendrá que perdonarme.
El patrón está contento
porque me ve religioso,
soñando con la otra vida
y en esta comiendo poco.”
De Cesar Perdiguero y Gustavo Leguizamón
jueves, 28 de noviembre de 2019
EL RACISMO QUE LLEVAMOS ADENTRO
El racismo, igual que el machismo, son elementos
que llevamos adentro todas y todos. Es nuestra “esencia” (que, por cierto, se
puede cambiar). Para ejemplo de esa constitución que nos marca:
Un miembro de una ONG socialdemócrata, de origen
europeo trabajando en un país latinoamericano con fuerte presencia indígena, tipo
medio de izquierda, progre, alternativo (con tatuajes y un arete en la oreja
izquierda, caites y camiseta del Che Guevara…. ¿Eso será ser alternativo?....),
manejando su 4X4 llega a una gasolinera y pregunta por una dirección
determinada (no tenía aplicaciones para buscar la ubicación). El empleado,
indígena que chapucea medianamente el español, explica algo precariamente cómo
llegar. El europeo, para cerciorarse bien y corroborar si entendió la
explicación, pregunta si la calle donde debe dirigirse es la paralela a la
avenida donde se encuentra la gasolinera. El empleado no parece entender la
pregunta y musita cualquier cosa. Nuestro europeo, molesto porque no recibe una
explicación exacta y al mismo tiempo algo paternalista, dice a su interlocutor
(el otro pasajero del jeep):
¡EN LOS PAÍSES CIVILIZADOS TODO EL MUNDO, TAMBIÉN
UN EMPLEADO DE GASOLINERA, TIENE EL CONCEPTO DE PARALELA! UY… ¡¡CÓMO GOLPEA EL
SUBDESARROLLO!!
¿Por qué con una indígena en el mercado negociamos
el precio de un producto, y en un supermercado formal no?
miércoles, 27 de noviembre de 2019
DESIGUALDADES
(La historia la escriben los que ganan)
Los militares nazis, después de haber perdido la
guerra, fueron juzgados y sentenciados como criminales de guerra.
Los militares estadounidenses, que ganaron sus
guerras (menos la de Vietnam), pueden decir sin vergüenza, como el general
Curtis Le
May, comandante del ataque norteamericano a Tokyo previo al lanzamiento de las
dos bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki: “Cuando incendiamos la ciudad,
sabíamos que morirían mujeres y niños. Pero había que hacerlo”.
Y nadie los juzga como criminales. Por el
contrario, se les premia como “Héroes de la Patria”
Algo anda mal en nuestras sociedades ¿verdad?
martes, 26 de noviembre de 2019
“GANADORES” Y “PERDEDORES”… ¡Y EL RACISMO CONTINÚA!
Un moreno se pinta el pelo de rubio para "parecer más". Son
innumerables los ejemplos (la ilegal presidenta de la República Plurinacional
de Bolivia, entre otros).
Pero es rarísimo que un rubio se pinte el cabello de
"morenito".
¿QUIÉN DIJO QUE TERMINÓ EL RACISMO?
La ilegal presidenta de Bolivia pide que "los indios se vayan al
Altiplano". Y ningún poder constituido (Estados Unidos, la Unión Europea,
la ONU, el Vaticano, los grandes medios comerciales de comunicación) la acusa
de racista.
¿SE SIGUE AVALANDO EL RACISMO? En otros
términos: ¿se sigue avalando el despojo, el robo descarado?
lunes, 25 de noviembre de 2019
¿POR QUÉ LA ACTUAL CATÁSTROFE MEDIOAMBIENTAL? POR LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA
Es decir: consumir, consumir sin límites, tirar a
la basura y seguir consumiendo.
domingo, 24 de noviembre de 2019
BOLIVIA: ¡SE CONSUMÓ EL GOLPE DE ESTADO!
Y el litio espera a las rapaces
multinacionales….
En la República
Plurinacional de Bolivia se consumó un golpe de Estado combinando las nuevas
modalidades de “golpe suave” con la más sangrienta y tradicional participación
del ejército como antaño (Bolivia tiene más de 160 golpes de Estado en su
historia).
¡¡NO HUBO FRAUDE!! Así como
en Venezuela no hay narco-dictadura, sino muuuuuucho petróleo, en Bolivia no
hubo fraude sino muuuuuuucho litio.
sábado, 23 de noviembre de 2019
¡COLABORADORES DEL MUNDO: UNÍOS!
Mmmm…,
no resulta, ¿no?
¡¡Por
supuesto que no!!, porque NO somos colaboradores, aunque el actual discurso
ideológico nos quiera hacer pasar por tales. ¡SOMOS TRABAJADORES!, los únicos
que generamos la riqueza humana. Y porque nos explotan, una minúscula minoría
se queda con la mayor parte de esa riqueza.
viernes, 22 de noviembre de 2019
¿QUIÉN DIJO QUE SE SUPERÓ EL PENSAMIENTO MÁGICO-ANIMISTA EN EL SIGLO XXI?
La Pastora Soraya nos dice que “El calentamiento
global es debido al exceso de almas pecadoras quemándose en el infierno, ya que
al ser la Tierra plana y el infierno estar debajo de la misma, se produce un
efecto sartén.”
Y esta pastora tiene muchos seguidores.
jueves, 21 de noviembre de 2019
UN PACTO SECRETO
La llama de las
últimas velas estaba por extinguirse. Ya casi no quedaban otras en la casa. Las
penurias económicas iban cada vez más en aumento. Ni velas, ni vino; esas eran
las dos cosas que más necesitaba ahora Jorge Federico: las unas, para iluminar las
partituras mientras componía –gustaba hacerlo por la noche, aprovechando el
silencio general–. El vino servía para ahogar las penas.
Sobre el clavicordio,
además de desordenadas hojas pentagramadas, se encontraba la notificación del
notario: si no pagaba, lo desalojarían. Debía tres meses de renta de la vieja
casona en el 25 de Brool Street donde se había mudado hacía un par de
años. Londres había sido muy generoso con él en algún tiempo; pero ahora,
después de la inversión de la casi totalidad de sus ahorros –unas cien mil
libras– en el último proyecto musical fracasado, las deudas le atenazaban. No
sabía qué hacer.
–Juan Sebastián no será tan conocido allá en Alemania como yo en
Inglaterra, pero vive más tranquilo. Trabajar para la aristocracia o para la
Iglesia –que viene siendo lo mismo– ahorra estas angustias–, reflexionaba amargado
mientras vaciaba su copa. Händel era el primer compositor que había puesto su
creatividad no a disposición de los nobles sino, como empresario independiente,
para el gran público. Unas cuantas óperas –de excelente calidad, sin dudas– lo
habían tornado muy popular en la sociedad londinense dieciochesca. Pero la
nobleza no perdonaba ese desaire: la crítica de sus últimas obras había sido
cruel, durísima. Así, tachándolo de “vulgar”, “prosaico” y “ramplón”, habían
logrado deslegitimarlo. El público, llevado por lo que se comentaba con aire
doctoral desde los “entendidos”, aplaudía o dejaba de aplaudir. En este caso,
había dejado de aplaudir.
De eso modo Händel, glorificado y amado un tiempo atrás, iba
quedando en el olvido. Sus obras, que seguían siendo tan profundas y bellísimas
como siempre, ahora casi no atraían público. Su compañía de óperas había
quebrado, y ahora debía los salarios de sus músicos y cantores. Atormentado,
pensando seriamente en el suicidio como única vía de escape ante tantos
tormentos, aquella noche Jorge Federico se fue a dormir falto de toda
esperanza.
A la mañana siguiente, a primera hora pasó por su casa Charles Jennens, amigo personal del
compositor, acaudalado terrateniente que le había ayudado en más de alguna
ocasión con libretos para sus óperas y oratorios. Pidiendo no se le despertara
a Jorge Federico, había dejado un sobre para que se le entregara cuando éste se
levantara.
Así hizo su criado, el buen Christof.
Solícito, teniéndole ya preparado el desayuno –un magro desayuno, por cierto,
con las pocas cosas que iban quedando en la despensa– entregó el sobre a su amo.
–¿Qué
es esto?– preguntó algo asombrado el maestro.
–Sir
Jennens pasó dejándolo hoy muy temprano. Dijo que ahí encontrará la solución de
sus problemas–.
–¿Qué?
¿Qué significa eso?–, preguntó algo alterado Händel.
–Así
dijo– repitió atemorizado el criado. –Pidió
que así le transmitiera. Literalmente: que ahí estaría la solución de todos sus
males. Así me dijo–.
El asombro de Jorge Federico iba en aumento.
Rápidamente, olvidándose del desayuno, abrió el sobre. Dentro había cientos de páginas y una pequeña
esquela. Leyó con angustia.
–¡La
letra de un oratorio! En inglés… Y me pide que lo musicalice. Bueno, no es mala
idea, pero… –
En principio dudó. Ya eran demasiados
los fracasos acumulados. Además… un oratorio no se compone tan fácilmente,
pensaba. Eso tomaría tiempo, y las deudas no esperaban. La orden de desalojo
podía llegar en cualquier momento. Por otro lado, todo eso lo tenía
desesperado, angustiado. La depresión no lo dejaba avanzar. El vino iba siendo
su refugio, y la música ya la veía como un tormento.
Sin poder hablar
directamente con Charles Jennens, aceptando la
propuesta que le hacía de estrenar la obra en Dublin, Irlanda, se sentó a
componer. Quien patrocinaba la invitación era de confiar: la Charitable
Musical Society de Dublin. –Gente respetable, sin dudas–, se dijo
Jorge Federico. No quedaba sino escribirla.
Nunca se pudo explicar qué le pasó. Era
ya para ese entonces un músico consumado, de 56 años de edad, y sabía el
esfuerzo que representaba crear algo, así fuera una pequeña obra. Pero para su
sorpresa, este oratorio salía con una facilidad inconcebible. Sentado ante su
clavicordio, pasaba largas horas por día, sin levantarse siquiera para comer o
ir al baño. Así estuvo tres semanas continuas. Fueron tres semanas de trabajo
ininterrumpido, absorto en la creación, sin bañarse, sin una sola distracción.
El criado Christof hizo saber luego que
en algún momento –fue en el tercer día de haber comenzado a componer– escuchó
hablar al maestro. Para su asombro, no había nadie en la sala donde componía. Christof
pensó que su amo estaba desvariando. Una apoplejía que había sufrido no mucho
tiempo atrás seguramente lo había dejado algo loco, pensaba el buen criado.
Aunque se acercó a la puerta, no pudo entender qué hablaba. Le pareció escuchar
otra voz además de la de Händel, pero no había nadie más en la
habitación. Pensó en algún caso de doble personalidad. Ambas voces intercambiaban
palabras en italiano, lengua que Christof no comprendía.
En tres semanas
el oratorio estuvo terminado. Según lo indicado por Sir
Jennens, marcharon a Irlanda para su estreno. Allí Händel era bastante
popular, por lo que la presentación de una nueva obra de su autoría había
concitado gran atención. Tanta expectación levantó, que hasta en los periódicos
se pedía a los varones asistir sin espada, y a las mujeres sin falda ancha,
pudiéndose aprovechar así más el espacio del teatro. De ese modo, el 12 de
abril de 1742, en horas del mediodía –cosa inusitada para un concierto– se estrenó
“El Mesías”. Era en plena Pascua, pues el oratorio estaba dedicado,
básicamente, a exaltar la resurrección de Jesús, y no el nacimiento, como
pasaría años después, habiendo llegado a ser casi un emblema obligado de la
época navideña.
Como cosa absolutamente inusual para la época, una
multitud de 700 personas abarrotó el Great Music Hall. El éxito fue rotundo,
espectacular. Esa primera audición fue benéfica, otorgándose todo lo recaudado
a instituciones de caridad. –El dinero será para los enfermos y para los presos, pues
he sido un enfermo y con esta obra me he curado; y fui un preso, y ella me
liberó–,
afirmaría Händel luego del estreno.
Como la
recepción del público fue tan buena, rápidamente se organizaron varias
funciones más. En todos esos casos, ya no benéficas. De ese modo, Jorge Federico
pudo reunir una buena suma con la que saldar todas sus deudas.
Así las cosas,
regresó a Londres y quedó solvente. La fama de la obra comenzó a trascender. De
todos modos, en Inglaterra, siempre mirando con desprecio a Irlanda, se
consideraba del peor gusto, casi blasfemo, montar una obra llamada “El Mesías”
y dedicada a la vida, pasión y muerte del Redentor, en un teatro. Al querer
montarla en la capital del reino, que mostraba un puritanismo exagerado, debió
entonces cambiársele el título de oratorio por el de “drama sagrado”.
Finalmente, “El
Mesías” se presentó en Londres. En la primera audición, en el teatro Covent
Garden, el rey Jorge II hizo lo que Händel ya sabía que sucedería: se puso de
pie al escuchar el Aleluya de la segunda parte –el fragmento más célebre, y
seguramente bonito, de todo el oratorio– confundiéndolo con un himno (de ahí
que, por respeto, se incorporó, pues los himnos se escuchan de pie). Todos los
asistentes, imitando a su monarca, también se pararon. La historia que se tejió
posteriormente fue que, tan encantado de esa pieza resultó el soberano que,
jubiloso, se levantó y aplaudió al terminar el Aleluya, contrariando la
costumbre de aplaudir solo al final de toda la obra (de más de dos horas de
duración). Al conocer todo esto, Jorge Federico sonrió triunfal, con un gesto
diabólico dibujado en sus labios.
Unos años antes
de su muerte, su criado Christof hizo revelaciones que, de un modo que no puedo
contar ahora, llegaron hasta mí, y ahora me encargo de difundir. En realidad,
aunque en su momento dijo que no entendía el italiano y por tanto no captaba lo
que hablaba aquella vez su amo con un tercero dentro de la habitación, eso
obedecía al temor de relatar cosas tan terribles. Finalmente, sin embargo, las
numerosas súplicas que se le hicieron permitieron que se atreviera a contarlo. En
realidad hablaba perfectamente la lengua del Dante; de hecho, había prestado
servicio como criado por espacio de dos años en el monasterio de San Benedetto,
en Subiaco, Italia.
El extraño
visitante que había conversado con Händel –al que nadie vio entrar ni salir de
la casa– cuando éste comenzaba a componer “El Mesías”, le había ofrecido un
pacto, que el músico aceptó. Como para el momento de recibir el encargo Jorge
Federico estaba sumamente deprimido, no se había recuperado plenamente de una
apoplejía (hemiplejía) y las deudas no le permitían concentrarse, no se
encontraba en absoluto en condiciones de acometer una obra de tamaña magnificencia.
El vino, por otro lado, estaba comenzando a hacer estragos. Había aceptado, un
poco a regañadientes, solo porque el ofrecimiento le vino de alguien a quien
admiraba –y a quien debía mucho, en todo sentido–, Charles
Jennens. Pero en el momento de sentarse ante el clavicordio la inspiración
no llegaba. En los dos primeros días de trabajo apenas si había podido terminar
la sinfonía introductoria y los primeros compases del Recitativo siguiente. No
sabía qué hacer.
–Te
propongo un buen acuerdo– dijo el extraño visitante.
–¿De
qué se trata?– respondió sorprendido Jorge Federico, algo incrédulo,
incluso temeroso.
–En
tres semanas terminarás el oratorio, que te hará grande, y tu nombre volverá a
brillar–.
–¡Imposible!
Un oratorio tan complejo como este que me piden no se puede terminar en tan
poco tiempo. ¡Absolutamente imposible!–.
–Para
ustedes será imposible. Para mí, no. Además, si te lo ofrezco, es porque sé que
sí es posible–.
–¿Y
qué garantía tengo al respecto?–
–Mi
palabra–, afirmó con energía el visitante.
–¿Qué
gano yo?–, dijo Händel rascándose la cabeza, dubitativo.
–Serás
el compositor de una de las piezas musicales más célebres de la historia. Tu
nombre será venerado per saecula saeculorum–.
Jorge Federico frunció el ceño. No le
desagradaba la idea, pero no creía en tanta amabilidad gratuita. Había ahí
algún gato encerrado. Provocativo, inquirió:
–¿Y
qué pides a cambio de ese favor?–
–Que
en un trozo de la obra, el que te prometo será el más llamativo y con el que
confundiremos a su Majestad, me menciones–.
–¿Que
te mencione? Mmmm… ¿qué debe decir ese trozo?–
–Solo
una verdad: “Rey de Reyes, Señor de Señores, reinará por siempre”, y repetirlo
continuamente–.
Händel sonrió, agregando casi sarcástico:
–No
lo veo un problema. Al contrario: me parece muy bien. Pero… ¿por qué dices que
engañaremos al rey?–
–Lo
que te haré escribir será de tal belleza y solemnidad que Jorge II pensará que
es un himno, y se pondrá de pie durante su ejecución, y luego aplaudirá
rabiosamente dando saltitos. Eso lo hará el hazmerreír de toda la Gran Bretaña,
aunque luego se teja la idea que lo hizo por la emoción que sintió al escuchar
el Aleluya–.
–¿Entonces?–
preguntó Jorge Federico, todavía sin comprender.
–En
algún otro pasaje, que no te revelaré, y al que musicalizarás también con
fastuosidad, con trompetas y timbales a todo dar junto a los coros y la masa
orquestal, la letra, leída de atrás hacia adelante –palíndromo– dirá: “este
cerdo que confunde la música tiene sus días contados. El pueblo reinará”–.
–No
te entiendo–.
–Nos
burlaremos de este cerdo, de este ignorante parásito, tal como son todos los
reyes. Y si sabes buscar entre líneas, en la obra está contada la historia de
cómo caerán todas estas lacras repugnantes en Europa–.
–¿Te
refieres a los monarcas?–
–¡Exacto!
Por eso se te eligió a ti, porque no eres un obsecuente que se acuesta con la
aristocracia. Tú trabajas para la masa, por eso ahora te va tan mal
económicamente–.
–Pero
entonces…– preguntó Händel con asombro, –¿quién reinará por los siglos de los siglos?–.
Chistof no supo precisar si eso fue un
delirio de su amo, una conversación real que mantuvo con alguien, una
ensoñación. Lo cierto es que, mientras componía la obra en cuestión, el hedor a
azufre que salía de la recámara de Jorge Federico era insoportable.
El día que la concluyó, salió exaltado,
y con ojos desorbitados y a los gritos, dijo: –¡He visto al Señor!–.
miércoles, 20 de noviembre de 2019
¿SOMOS RACISTAS? ¿POR QUÉ NO HABLAMOS DE HAITÍ?
Haití, primer país en
Latinoamérica y el Caribe en liberarse del yugo colonial europeo (en 1804),
como lo hizo a través de una revolución de ESCLAVOS NEGROS, recibió la
maldición de las potencias occidentales en el sentido que nunca más levantaría
cabeza. Hoy es uno de los tres países más pobres del mundo. Y el racismo sigue
vilmente presente.
Hablamos hasta el hartazgo
de las manifestaciones de Ecuador, de Chile, de Honduras, incluso del Líbano o
de Egipto, o de los chalecos amarillos en Francia, pero no se dice
prácticamente una palabra de Haití. Allí, desde que comenzaron las protestas en
febrero, van casi 100 muertos, y la prensa ni siquiera lo menciona. Tampoco la
izquierda pone especial énfasis en esa lucha. ¿Somos racistas?
martes, 19 de noviembre de 2019
REPARTIENDO LATINOAMÉRICA
Venezuela: petróleo, agua
dulce, biodiversidad de la pluviselva, minerales estratégicos.
Colombia: coca, petróleo, agua
dulce, biodiversidad de la pluviselva.
Brasil: soya transgénica,
agua dulce, biodiversidad de la pluviselva, minerales estratégicos.
Bolivia: gas, litio,
minerales estratégicos.
Perú: oro y otros minerales.
México: mano de obra barata,
petróleo.
Centroamérica: mano de obra
barata.
Argentina: soya transgénica.
Paraguay: Acuífero Guaraní
(segunda reserva subterránea de agua dulce).
Antártida: petróleo, krill,
minerales estratégicos.
¿POR QUÉ HAY 74 BASES
MILITARES DE ESTADOS UNIDOS EN LATINOAMÉRICA?
lunes, 18 de noviembre de 2019
GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA: ESTÁN MASACRANDO AL PUEBLO QUE PROTESTA
ÁN
La población boliviana se manifiesta en las calles en repudio al GOLPE
de ESTADO racista, apoyado desde el imperialismo. Los militares golpistas
disparan a matar: hay al menos 24 manifestantes asesinados por los golpistas, y
centenares de heridos. Las mujeres indígenas son torturadas por los golpistas:
les cortan las trenzas, las humillan, manosean, golpean. Centenares de personas
detenidas. Persecución de los golpistas contra periodistas y radios comunitarias: periodistas acusados de "sedición" por informar
lo que los medios de la burguesía boliviana callan. La golpista Añez firmó un
decreto para eximir de responsabilidad a los militares por las muertes y
violaciones que cometan (saben que van a seguir masacrando a lo grande). Pero
el pueblo sigue luchando contra el Golpe de Estado, porque sabe que si no
revierte el Golpe racista, serán décadas de terror, saqueo capitalista brutal y
empobrecimiento.
“Sueño con una Bolivia libre de ritos satánicos
indígenas; la ciudad no es para los indios. Que se vayan al Altiplano o al
Chaco”, dijo la presidenta ilegal.
domingo, 17 de noviembre de 2019
¿POR QUÉ EL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA?
No
nos dejemos seguir engañando. La movida tiene olor a litio, no a supuesta
transparencia democrática que se golpea el pecho por un fraude electoral. ¿Sabías
que el 75% de las reservas de litio están en Bolivia?
sábado, 16 de noviembre de 2019
RICOS Y POBRES
En Venezuela el cardenal Jorge Urosa
Savino, furioso antichavista, dijo públicamente sin temor alguno, en la Universidad
Católica Andrés Bello: "Los ricos nacieron para gobernar y los pobres para
obedecerlos".
¡SIN PALABRAS!
viernes, 15 de noviembre de 2019
COMIENZA LA CAÍDA
Mientras
Estados Unidos se dedica a fortalecer cada vez más sus fuerzas armadas y a
contener como sea el avance de China, la República Popular China, conducida por
su Partido Comunista, acaba de ganar la batalla tecnológica en esta esfera de
la hiper sofisticación como es la comunicación 5G, poniéndola ya a disposición
del público en forma comercial, antes que ningún otro país. Estados Unidos está
perdiendo la guerra comercial y científico-tecnológica.
Y en
la esfera bélica sucede otro tanto. El experto militar estadounidense Lyle J.
Goldstein advirtió que, de darse una confrontación militar entre Estados Unidos
y Rusia, teniendo en cuenta los misiles intercontinantales con ovijas nucleares
hipersónicos de última generación producidos por la Federación Rusa, “a Moscú
solo le bastarán unas horas para derrotar a Washington y a las fuerzas de la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).”
Bueno…
todo pasa, todo concluye. ¿Le estará llegando la hora al actual imperio?
(aunque todavía tenga a Latinoamérica como su patio trasero).
jueves, 14 de noviembre de 2019
EL NEOLIBERALISMO NO ESTÁ MUERTO
La ola de protestas
populares que recorrió Latinoamérica en las últimas semanas (Ecuador, Chile,
Haití, Honduras), e incendió también otros países en otras latitudes (Líbano,
Egipto, Irak), hizo creer, entusiastas, que llegaba el fin del neoliberalismo.
Pero más allá de haber conseguido detener momentáneamente el alza de precio de
algunos productos, nada cambió en lo sustancial. Para terminarlo, se necesita
algo más que una protesta callejera: se necesita organización popular y
conducción revolucionaria, que no la hay en este momento.
Lamentablemente, no está
muerto (“Los muertos que vos matáis gozan de buena salud”). El llamado
neoliberalismo (http://www.iela.ufsc.br/noticia/neoliberalismo-triunfo-del-capital-sobre-el-trabajador), es decir: capitalismo salvaje y brutal, domina
el mundo en este momento. Planteos de capitalismo “suave”, sin derrotar a las
oligarquías y a sus fuerzas armadas, no son sostenibles. El golpe de Estado en
Bolivia muestra que el neoliberalimos no está muerto, para nada.
miércoles, 13 de noviembre de 2019
NO PENSAMOS CON CABEZA PROPIA. ¡NOS HACEN PENSAR!
Para ejemplo, el siguiente:
Se le preguntó a 34
personas, de ambos sexos y de distintas edades, entre 12 y 61 años, ¿cómo es un
submarino por dentro? (Pregúnteselo también el lector).
Todo el mundo (y también
seguramente el lector) dirá aproximadamente lo siguiente: un espacio cerrado, lleno
de controles, botoncitos, luces, palancas, por allí un periscopio, y gente
(casi siempre varones) muy metida en su trabajo.
¿Alguien estuvo alguna vez
dentro de un submarino? Ni uno solo de los entrevistados. ¿El lector? ¿De dónde
sacaron esa “idea” entonces? De lo que transmiten los medios masivos de
comunicación. Del mismo modo, nos forman las ideas, percepciones y puntos de
vista sobre todas las cosas del mundo: el libre mercado es bueno, el comunismo
es una lacra y el Estado te vive controlando, Evo Morales es un dictador, nos
queremos todos en la familia, ser puta es malo, Venezuela está matando de
hambre a su población, etc., etc.
¡¡DEJEN DE JODER, POR
FAVOR!!
martes, 12 de noviembre de 2019
BOLIVIA: ¡NO HUBO FRAUDE ELECTORAL! HUBO GOLPE DE ESTADO
El CEPR (Center for Economic and Policy Research), http://cepr.net/other-languages/en-espanol/
con sede en
Washington, que hizo un seguimiento de las pasadas elecciones en Bolivia, NO
encuentra evidencia de fraude en las mismas (ver documento adjunto) y señala al
gobierno de Estados Unidos y a la OEA como actores clave en el golpe de Estado
que allí se perpetró.
lunes, 11 de noviembre de 2019
MARX HABLA A LOS 30 AÑOS DE LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN
No puedo dar los detalles
precisos, sino simplemente hacer saber que recibí esta carta que me hiciera
llegar Carlos Enrique Marx. Hace allí un balance del mundo con motivo de
conmemorarse el trigésimo aniversario de la caída del Muro de Berlín. Con mi
pobre alemán me permití hacer la traducción, y como creo que esto es muy
importante, hago circular el texto de marras en su versión española.
Trabajadores del mundo:
Las fuerzas de la derecha
internacional festejan alborozadas estos 30 años de la caída del Muro de
Berlín. Pero se equivocan. ¿Qué festejan en realidad? ¿El fin del socialismo?
La historia,
contrariamente a como dijo ese apologista del sistema de apellido Fukuyama hace
algunos años atrás, no ha terminado. ¿De dónde saldría tamaño disparate? La
historia continúa su paso sin que sepamos hacia dónde va. Hoy, sin temor a
equivocarnos, dadas las características que ha tomado el sistema capitalista
internacional, perfectamente podría estar dirigiéndose hacia la aniquilación de
la especie humana, dado el afán de lucro imparable que lo alimenta, y que bien
podría llevar al holocausto termonuclear de activarse todas las armas de destrucción
masiva que existen sobre la faz del planeta. O también, dado ese afán
insaciable de obtención de ganancia que no puede eliminar, a la destrucción del
planeta por el consumo irracional que se está llevando a cabo.
Las fuerzas de la derecha
cantan victoriosas su supuesto triunfo, pero en realidad no hay ningún triunfo.
Como escribí alguna vez en mis años mozos, siendo discípulo del Profesor Hegel:
el amo tiembla aterrorizado delante del esclavo porque sabe que inexorablemente
tiene sus días contados.
¿Qué quise decir en su
momento con esta frase, algo enigmática quizá, antes de ponerme a estudiar
economía política para luego redactar el Tomo I de El Capital? Pues no es nada
complicado: aparentemente el sistema capitalista “triunfó” de manera inexorable
sobre las experiencias socialistas que se estaban construyendo, siendo la
demostración palpable de ello la caída de este muro de la que ahora se cumplen 30
años. Supuestamente, según la fanfarria con que esa derecha presenta las cosas,
la misma población alemana del este, “sojuzgada” por el yugo socialista, habría
derrumbado el tal muro para “liberarse” y acceder a las bondades del
capitalismo. ¡Pamplinas! Puras pamplinas, estupideces con que los actuales
medios masivos de comunicación presentan las cosas.
En realidad lo que esta
derecha, por ahora ganadora, festeja es que el Amo, para tomar la metáfora
hegeliana (léase: la clase capitalista) alejó por un tiempo el fantasma que la
persigue (la clase trabajadora y la posibilidad que alguna vez la misma se
organice, abra los ojos y la expropie, tal como pasó varias veces durante el
siglo XX, en Rusia, en China, en Cuba). Es decir: la clase por ahora dominante
(industriales, banqueros, terratenientes) sabe que está sentada sobre un barril
de pólvora; sabe que los trabajadores del mundo (obreros industriales urbanos
–que fue lo que yo más estudié en su momento–, campesinos, trabajadores
explotados de toda índole, sub-ocupados y desocupados –lo que yo en otro tiempo
llamé Lumpenproletariät, es decir: población excluida y marginalizada) en algún
momento van a explotar.
La historia de la
humanidad, y también la historia del capitalismo, se los muestra. Las clases
oprimidas aguantan (porque no tienen otra alternativa, porque están sojuzgadas,
reprimidas brutalmente a veces, manipuladas en otras ocasiones). Aguantan hasta
que, llegado a un punto de la acumulación de contradicciones, estalla un
período de violencia revolucionaria, transformándose las relaciones de poder,
pasando la propiedad de los medios de producción de una clase a otra. Esto la
derecha lo sabe. Sabe muy claramente que la propiedad privada de esos medios
es un saqueo legalizado; sabe con precisión milimétrica que no puede dejar ni
por un segundo de cuidar esa propiedad, asentado en una explotación inmisericorde.
Sabe que si se descuida, si deja de proteger a capa y espada sus
privilegios, las grandes mayorías excluidas se levantan. Por eso, día a día,
minuto a minuto, no dejan de controlar y evitar que los trabajadores se
organicen, piensen, conozcan la verdadera realidad. Por eso los embrutecen con
dádivas: es decir, el viejo pan y circo de los romanos.
Pero esa derecha sabe que
el barril de pólvora sobre el que está sentada puede explotar, lo cual
significaría perder sus privilegios de clase. De hecho, eso ya sucedió varias
veces el siglo pasado. Por eso mismo, ante el retroceso que sufrió el primer
Estado obrero del mundo, la llamada Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas,
las
fuerzas de la derecha cantaron victoria, mostrando el derribamiento del Muro de
Berlín como la caída de las ideas socialistas. Dicho de otra manera: como están
tan aterrorizados con la posibilidad que los trabajadores reaccionen alguna
vez, se permitieron mostrar ese incidente como el fracaso inexorable de las ideas
socialistas. Pero ello no es sino una demostración del pavor
que sienten a ser expropiados. De ahí que lo presenten como un triunfo
apoteósico y que cierra de una vez la historia.
No hay dudas que con la
involución que sufrieron las primeras experiencias socialistas del mundo (la
Unión Soviética se desintegró, China se abrió al mercado capitalista, Cuba
quedó flotando en el aire como pudo), el capitalismo internacional avanzó
groseramente sobre las conquistas de los trabajadores obtenidas a fuerza de sacrificio
en décadas y décadas de lucha. Por eso ahora ese sistema, que se autopresenta
como ganador y única salida posible, se permite explotar más aún que hace un
siglo atrás. Hoy día se perdieron conquistas sindicales, se hacen contratos sin
prestaciones laborales, no se respeta la jornada laboral de ocho horas, se
expolia sin la menor pudicia y se entroniza la figura del “ganador”.
No hay dudas, para tratar
de concluir la referida cita que hice más arriba, que el sistema sabe que ya le
va a llegar el turno, que su cabeza, igual que la del monarca francés en 1789,
rodará por el polvo. Por eso festeja este triunfo parcial –que, sin dudas, hizo
retroceder mucho al campo popular en estos últimos años– como un triunfo
absoluto, queriendo presentar las cosas como que con el Muro de Berlín
derribado terminó la explotación, y por tanto el ideal revolucionario
socialista de transformación social.
Pero los trabajadores del
mundo siguen siendo explotados, más que antes incluso, apaleados, reprimidos.
¿Por qué no habrían de reaccionar? Tal vez hoy día, hay que reconocerlo, los
partidos comunistas están un tanto despistados. Mis ideas –que, en realidad, no
son mías, sino producto de una reflexión científica (¡no digan “marxismo” sino
materialismo histórico!)– se han querido presentar como anticuadas, fracasadas,
“pasadas de moda”. Nada más contrario a la verdad.
Mientras siga la
explotación en el mundo (y esa es la esencia del sistema capitalista) habrá
quien proteste, quien alce la voz, quien busque organizarse para cambiar la
situación. Que hoy día esa organización y los programas políticos al respecto
estén golpeados, es una cosa. Pero pretender que se esfumaron, que los
explotados quedarán contentos y felices con su condición de tales, que las injusticias
cesaron porque el sistema ganó esta batalla, es un craso error.
No hay que olvidar que el
capitalismo, como proyecto económico-político, comenzó a surgir en los siglos
XII y XIII, allá en la Liga de Hansen, y demoró varias centurias hasta poder tomar
mayoría de edad constituyéndose en sistema dominante, casi a fines del siglo
XVIII, tanto en Francia e Inglaterra como en los nacientes Estados Unidos de
América. Las experiencias socialistas no tienen ni 100 años de vida. ¡No
olvidarlo! Cantar victoria porque se ganó una batalla es de mal guerrero. Lo
único que demuestra es que sí, efectivamente, ese Amo tiembla porque sabe que
ya le va a llegar su guillotina…, aunque en este momento se sienta ganador.
Los 30 años que ahora se
pretenden festejar no son sino una demostración que el sistema capitalista no
tiene salida. Se festeja el triunfo de la explotación y la injusticia. Si el
sistema tuviera “responsabilidad social empresarial”, como parece que ahora se
puso de moda decir, debería echarse a llorar por el descalabro absoluto que ha
creado. Para decirlo sólo con dos ejemplos, lapidarios y terminantes por
cierto: en estos momentos –créanme que sigo muy de cerca estos acontecimientos
y estoy perfectamente informado– la humanidad produce un 45% más de los
alimentos necesarios para nutrir a los 7.800 millones de almas que pueblan el
mundo, y vergonzosamente la principal causa de muerte sigue siendo nada más y
nada menos que ¡el hambre! ¡Infame!, no caben dudas. Y para terminar: la
principal actividad de la especie humana, la que más ganancias genera desde el
punto de vista capitalista, la vanguardia de la ciencia y de la técnica es la
producción de armamentos. Es decir: la defensa a muerte de los privilegios de
algunos. ¡Más patético todavía!
Por tanto, camaradas, los
insto a que no nos dejemos confundir por estos cantos de sirena: la derecha no
festeja un triunfo, sino que sigue estando en guerra, y con miedo, porque sabe
que los trabajadores, tarde o temprano, reaccionaremos.
Hoy, como hace un siglo y
medio, la consigna no es lamentarse por la paliza recibida recientemente ni
quedarse embobados viendo la televisión. Sigue siendo como escribí con Federico
en 1848: “No hay nada que perder más que las cadenas. Por tanto: ¡uníos!”
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