lunes, 28 de febrero de 2022

BOMBAS

Las bombas podrán terminar con los hambrientos, con los enfermos y con los ignorantes, pero no con el hambre, con las enfermedades y con la ignorancia”.

 

Fidel Castro




domingo, 27 de febrero de 2022

¿DEFENSA DE QUÉ VIDA?

Cuando mi vieja estaba embarazada, producto de una violación, me quiso abortar. Pero los de la iglesia le dijeron que no, que eso era pecado. Yo me crié como pude, con seis hermanos más, siempre pasando penurias, sin un centavo, mendigando. Así fue que me hice ladrón y después entré a la mara. El otro día me agarraron robando y me querían linchar. Alguien dijo que no, que me llevaran con la policía para que me juzguen y después me condenen a muerte. Yo pregunto: ¿por qué ahora me quieren matar y no cuando estaba en la panza de mi vieja? ¿No hubiera sido mejor?” Palabras de un pandillero.

 

La legalización del aborto no terapéutico es una urgente y humanitaria medida de salud pública, imprescindible en la Guatemala actual (quinto país en la comisión de abortos ilegales en Latinoamérica, con alrededor de 100 realizaciones diarias según informes recientes). Esas prácticas, hechas en clandestinidad y, por tanto, en la mayoría de los casos en condiciones de gran precariedad higiénica, constituyen una de las principales causas de morbi-mortalidad materna en el país. ¿De qué protección se habla entonces  cuando se prohíbe el aborto? Nacen los niños, pero la mitad de la población infantil está desnutrida, el 40% no termina la educación primaria y muchísimas niñas y niños trabajan desde temprana edad. Mejor ¿por qué no proteger una VIDA DIGNA en vez de golpearse el pecho con invocaciones moralistas? Las palabras del joven pandillero son más que elocuentes.



 

sábado, 26 de febrero de 2022

EDUCACIÓN DE EXCELENCIA….

Estimadas catedráticas y catedráticos. Les hemos convocado a esta reunión para hacerles saber que deben poner todo su empeño en que ningún estudiante pierda sus clases. Recuerden que si pierden, se enojan, se cambian de universidad, y por tanto, perdemos ingresos. Y si perdemos ingresos, no podemos seguir pagando sus salarios. Y todas y todos ustedes tienen familia, deudas, compromisos adquiridos, y no querrán dejar de cumplir con sus obligaciones, ¿no es cierto? Creo que entienden lo que estoy diciendo, ¿verdad?

 

Vicerrector de una universidad privada al claustro docente



viernes, 25 de febrero de 2022

ESTADOS UNIDOS MIENTE INDECOROSAMENTE

Como la clase dominante de Estados Unidos está perdiendo su hegemonía global, inventó esta guerra de Rusia (¡de Putin!) contra Ucrania. En esa mentira intenta arrastrar a la Unión Europea. ¿Por qué fabricaron esta mentira? Porque Washington NECESITA una guerra para no perder su hegemonía mundial, cosa que le están arrebatando China y Rusia.

¡¡¡CUIDADO!!! ¡¡NO NOS DEJEMOS ENGAÑAR!! AQUÍ ESTÁ ESTA SARTA DE PATRAÑAS:

 

https://maldita.es/malditobulo/20220224/conflicto-militar-rusia-ucrania-bulos/

 


jueves, 24 de febrero de 2022

LABORATORIOS BIOLÓGICOS SECRETOS

https://www.youtube.com/watch?v=g31f5cWGtas&t=108s

Zbigniew Brzezinski, uno de los hacedores de la política externa de Estados Unidos, dijo en 1997 que para seguir mantenido la hegemonía en el siglo XXI, Washington debe trabajar “Para impedir la confabulación y mantener la dependencia securitaria de los vasallos, para mantener a los tributarios obedientes y protegidos, y para impedir que los bárbaros se unan”.

¿LAS ARMAS BACTERIOLÓGICAS VAN EN ESE SENTIDO?



miércoles, 23 de febrero de 2022

¿CÓMO SE REPARTE LA RIQUEZA EN GUATEMALA?

https://www.facebook.com/100063732279153/videos/259349608478232

 

Un asalariado pobre (obrero, campesino, empleado, maestra, etc.) necesita 387 años para ganar lo que un super rico gana en un mes.

 

Un asalariado no tan pobre (diputado, esos que sacan las leyes que necesitan esos super ricos) necesita solo algo menos de 100 años.



 

martes, 22 de febrero de 2022

L'AMOUR, TOUJOURS L'AMOUR….

La quería entrañablemente. Había sido un amor fulminante, a primera vista. Cuando llegó a Tokio para estudiar su maestría en informática, temía que su precario japonés no le permitiera desenvolverse bien. Trasladarse desde Colombia a un país tan lejano, sin ningún familiar, sin ningún amigo, para estudiar más de diez horas diarias en un ambiente tan desconocido, era todo un reto. Muchas veces pensó que no lo lograría, pero conocer a la bella Takako –también estudiante de la maestría– le animó y le llenó de energía.

Noviaron por espacio de casi los dos años que duraba su beca. En Colombia, igual que en tantas partes del mundo, era una extendida fantasía estar con una geisha japonesa. A veces no podía creer todo lo que estaba viviendo. No fueron pocas las veces que les encontraba el amanecer luego de toda una noche de amor, aún con más ganas de seguir amándose.

Estaba comenzando a contemplar la posibilidad de quedarse en forma definitiva en Japón, incluso contraviniendo el contrato que le obligaba a retornar a su país natal. El amor por la hermosa Takako estaba más allá de todo. Hasta que sucedió lo impensable. Un mes antes de finalizar la beca la descubrió besándose con un varón. Jorgelina no pudo tolerarlo y mató a su novia japonesa.

Ahora, detenida en Tokio, ha contemplado la alternativa de suicidarse. Pero hay que ser japonés de origen para atreverse a practicar un harakiri.



 

lunes, 21 de febrero de 2022

¿QUÉ ES LATINOAMÉRICA?

En general no se relaciona a Latinoamérica con la ciencia, la tecnología, el arte o la filosofía; pero sí con atraso, primitivismo y con sociedades detenidas en los siglos de la colonia española, llenas de prejuicios. ¿Somos así los latinoamericanos o es la lectura que sobre nosotros produce el discurso imperial que nos condena a ser “indios” y “negros” atrasados, proveedores de materias primas baratas?



domingo, 20 de febrero de 2022

LA CULTURA “LIGHT”

Desde hace algún tiempo se ha popularizado en el mundo la noción de lo "light". Todo es "light": la vida, las relaciones interpersonales, la actitud con que se enfrentan las cosas, la comida, las diversiones. "Light", ligero, liviano. La consigna -detrás de todo esto- es, pareciera: "¡no complicarse!" (Don’t worry!), "¡sé feliz!" (Be happy). Dicho de otro modo: no pensar, olvidarse del sentido crítico. Por supuesto, hay que “decirlo en inglés para que sea más evidente su sentido: lengua de los ganadores”, of course (no hay que ser loser - perdedor).

PERO…. ¿Y SI NO SOMOS GANADORES, ….. SOBRAMOS?



 

sábado, 19 de febrero de 2022

LOS NUEVOS 10 MANDAMIENTOS: ¡CONSUMIR!

En la página 104 de la revista “Complot Magazine” número 58, de febrero del 2007 pueden leerse los nuevos “10 mandamientos”.

En un principio podríamos asociarlo a alguna referencia religiosa o moral. Pero no, se trata de un tema de distinta índole: la ética del capitalismo, los lineamientos de la “moral del consumo”, la civilización del despilfarro.

Solo a modo de muestra de los “mandamientos” pautados, citaremos algunos al azar; por ejemplo, el número seis: “Pagar, lo que sea, para intentar obtener el cuerpo perfecto”. O el número 10: “Poseer, tan pronto salga al mercado, el accesorio más deseado: el iPhone”.

En realidad, ninguno de los mandamientos tiene desperdicio; podríamos ver, por ejemplo, el número cinco: “Exhibir el tesoro más valioso: una piel extraordinaria con L’or de vie créme de Dior”; o el número 9: “Mirar, con detenimiento, cuál ha sido el impacto de Paris Hilton en la sociedad, con el divertido blog de Las Ultra Fabulosas, donde uno puede enterarse, entre otras cosas, que la referida estrella estadounidense “salió de prisión desfilando, divina y posando” y que [Christian] “Dior escuchó nuestras plegarias”

Podríamos pensar que tal publicación es una revista de humor, y los “mandamientos”, en cuestión, chistes quizá de un humor ácido, negro, pero chistes al fin; pero no, se trata de la esencia de la nueva “religión” creada por el capitalismo: la sociedad industrial que hace un par de siglos se globalizó y manipula todas las relaciones humanas, prácticamente en todos los rincones del planeta con un mandato imperativo: ¡consumir!




viernes, 18 de febrero de 2022

CURSO DE FORMACIÓN POLÍTICA

Curso de Formación Política organizado por jóvenes sancarlistas.

Gratuito.

Temas y metodología: a discutir con los participantes.

Inicia: 26 de febrero, 7 pm.

Por vía Zoom

 

INSCRIPCIÓN AQUÍ: https://forms.gle/jMGjZYL7H4WZ6b5m9



jueves, 17 de febrero de 2022

RELIGIONES

“Las religiones no son más que un conjunto de supersticiones útiles para mantener bajo control a los pueblos ignorantes”.

Giordano Bruno



miércoles, 16 de febrero de 2022

SANGUINARIOS HUMANOS. ¡VIVA LA CIVILIZACIÓN!

Los seres humanos nos decimos “civilizados”. Sí, sin dudas. En sentido estricto, lo somos. Somos una especie animal absolutamente civilizada, transida de cabo a rabo por el orden simbólico. Todo lo que hacemos está tocado por el proceso civilizatorio, todo, incluso aquellas cosas que parecieran más naturales. La alimentación, o la reproducción, por ejemplo, funciones básicas para mantener vivo a cada sujeto o para perpetuar la especie, como productos de la civilización ya dejaron de ser pura biología. Por eso hay quienes no tienen para comer y pasan hambre, o mueren de inanición (en tanto sobra comida en el mundo: 40% más de la necesaria para alimentar perfectamente a toda la humanidad), o son obesos o presentan anorexia. Nada de eso es algo estrictamente biológico, explicable desde parámetros físico-químico. Es un tejido social el que lo determina, una historia.

 

Otro tanto pasa con la sexualidad: no hay estricta correspondencia entre la realidad anatómica y la identidad sexual. Hoy día hablamos de LGTBIQ+. Nada de eso que llamamos sexualidad queda enteramente determinado por la biología. Es nuestro ser social –historia subjetiva e historia colectiva– la que nos moldea. La procreación es también un asunto simbólico (¿cómo entender desde la carga genética la homosexualidad, el voto de castidad, la esterilización o todas las confusas y erráticas conductas a las que asistimos en este ámbito?). En sentido estricto, no hay sexualidad normal. La procreación es una de las tantas posibilidades que se derivan del acto sexual, pero no la única. El placer en este campo puede ligarse a una multitud casi interminable de acciones.

 

Es decir: todo lo que hacemos tiene que ver con nuestra civilización, con nuestra socialización. Incluso el primitivo garrote del hombre de las cavernas, eso ya es un refinamiento civiliazatorio comparado con cualquier animal. De allí, desde la primera piedra afilada por el primer Homo habilis hace dos millones y medio de años hasta la computación cuántica o los viajes espaciales, el único animal que pudo lograr transformar la naturaleza es este bicho civilizado que somos los humanos. “El trabajo es la esencia probatoria del ser humano”, dirá Marx parafraseando a Hegel.

 

En esa línea podría decirse que la civilización es aquello que nos va alejando cada vez más de lo animalesco, de la pura sobrevivencia natural, del instinto (que es un esquema de comportamiento heredado que varía poco o nada de un individuo a otro, y que se desarrolla siempre según una secuencia temporal fija, teniendo un objeto y una finalidad invariable). Civilizarse es refinarse, es utilizar cada vez más las funciones intelectuales superiores en desmedro de la animalidad instintiva, de la pura fuerza bruta. El instinto, como se ha dicho en psicoanálisis, está “pervertido” por lo social. No hay ser humano “normal” por nacimiento –lo puede haber en términos biológicos, claro–: todo lo demás es construcción histórica.

 

De todos modos, la fuerza bruta persiste. La violencia es algo enteramente humano. Ningún animal ejerce violencia como nuestra especie: los depredadores cazan, y punto (el león, el cocodrilo, el tiburón, el águila). Nunca un depredador carnívoro ejerce el poder, la supremacía social, la arrogancia con el más débil. Se lo come simplemente; en el mundo animal no hay racismo, machismo, diferencias económicas, soberbia y arrogancia, tortura, discriminación de ningún tipo, pornografía, ropa de marca… o ni siquiera ropa (ningún animal esconde sus órganos genitales; los humanos sí, en todas las culturas). Los animales no son sanguinarios; nosotros sí. Podemos experimentar goce con el sufrimiento ajeno. Ahí están las cámaras de tortura y cuanta perversión sádica se nos ocurra. ¿Festín de sangre? No somos Drácula, pero pareciera… ¿Por qué, si no, la permanencia de prácticas como las corridas de toros, las peleas de box o de kickboxing, las riñas de gallos o de perros? O, en la Antigüedad romana clásica, el Coliseo con leones devorando cristianos y peleas a muerte de gladiadores. Esto podría llevar a pensar también el porqué de las guerras y su nada cercana perspectiva de erradicación, pero eso nos conduciría por caminos que exceden este breve y poco profundo opúsculo. Aunque no está de más recordar eso, justamente en estos momentos en que caminamos sobre un campo minado con la provocación de Estados Unidos y la OTAN a Rusia.

 

¿Cuál puede ser el placer de ver una lucha a muerte entre dos adversarios?, porque no otra cosa son, en definitiva, estas prácticas sanguinarias arriba mencionadas: la búsqueda de la eliminación del otro, la sangre, el festín de la muerte. ¿Qué deseos alimentan todo eso? ¿Por qué ese placer en gozar, incluso excitarse, con la sangre que corre? En todas estas prácticas culturales la muerte es el convidado especial. En el box, justamente como producto del “avance” en la civilización, ya no se persigue la muerte del rival –se usan guantes y protectores bucales, hay reglamentos estrictos a seguir y un árbitro que media entre los contrincantes– pero sí el sacarlo fuera de combate. De todos modos, no deja de ser llamativo el enardecimiento del público en las graderías: “¡Mátalo!, ¡Sangre!, ¡Dale en la herida!”. O el festejo gozoso del ganador que noqueó al adversario, rebosante de alegría mientras el perdedor es retirado en camilla. Todo esto puede hacer pensar en palabras de Sigmund Freud con motivo de la llegada de los nazis y la anexión de su Austria natal al Tercer Reich: “Hoy día los nazis queman mis libros. En la Edad Media me hubieran quemado a mí. Eso es el progreso humano”. Es decir: somos terribles, pero cada vez somos menos terribles. Sigue habiendo machismo, pero ya no se obliga a las mujeres a usar cinturón de castidad, y si bien hay racismo, ya no se puede humillar públicamente a nadie por su color de piel o pertenencia étnica, porque eso es delito.

 

La civilización es ese largo, tortuoso, nunca terminado proceso en el que nos vamos alejando de nuestros orígenes animales. Pero lo curioso es que… ¡ningún animal mata por placer! En nuestro mundo civilizado cada dos minutos muere una persona por un disparo de arma de fuego. Y la industria de los armamentos (desde una pistola personal hasta un portaviones atómico con aviones de combate o misiles hipersónicos con carga nuclear), es el ámbito humano que más dinero mueve promoviendo los más osados e increíbles avances científico-técnicos.

 

Aquello de poner la otra mejilla cuando nos abofetean la primera, no pasa de vacío e impracticable pedido moral. La realidad humana va por otro carril. En nombre del amor y de algún dios (de los tres mil que existen) se realizaron las peores guerras religiosas. Parece que la sangre nos llama (“La violencia es la partera de la historia”, dijo con exactitud ese decimonónico pensador supuestamente “superado”). Por lo que, si algún freno puede oponérsele a la violencia, la apelación a un sacrosanto amor no alcanza. Digamos que “nadie está obligado a amar a otro, pero sí a respetarlo”. En definitiva, la civilización es eso: la instauración de una ley, de una norma que rige el funcionamiento social (la prohibición del incesto, o del asesinato, la instauración de la propiedad privada, el rojo del semáforo o la interdicción de orinar en la calle más un largo etcétera). Sin dudas, las leyes no necesariamente son justas (¿lo es acaso la propiedad privada, por ejemplo?). Son un ordenamiento hecho desde el poder: “La ley es lo que conviene al más fuerte”, dijo Trasímaco hace más de dos mil años; injusto quizá, pero necesario para establecer un orden humano.

 

Freud, en lo que él llamó su “mitología conceptual”, elucubró una pulsión de muerte (Todestrieb), energía destructiva que anida en cada uno de nosotros, y que se manifiesta en todo lo anteriormente descrito. Concepto problemático como el que más, muy discutido por todo el ámbito psicoanalítico. Lo que está claro es que, viendo cómo nos movemos los seres humanos, la intuición freudiana no parece descabellada. Corridas de toros, riñas de gallo, peleas de box… ¿guerra mundial con armamento atómico? Parece que la sangre llama.



martes, 15 de febrero de 2022

¡VIVA LA FAMILIA!

En algún país por allí, de cuyo nombre no quiero acordarme, unos legisladores algo mentirosillos aprobaron una ley curiosa. La susodicha normativa pretende defender la familia, la sexualidad “correcta” y las buenas costumbres, prohibiendo, entre otras cosas, la interrupción de los embarazos.

 

Curioso, decíamos, porque se protege la posibilidad de traer niños al mundo, pero no lo que pasará luego con esos infantes pues, “curiosamente” también, la mitad de esa población infantil presenta desnutrición crónica, lo cual afecta de por vida el desarrollo (personal y social).

 

¡NO MATARLOS EN EL VIENTRE MATERNO, PERO SÍ MATARLOS DE HAMBRE YA EN SU VIDA EXTRAUTERINA! NO SE ENTIENDE BIEN LA JUGADA…

 


lunes, 14 de febrero de 2022

ENVIDIA

https://www.facebook.com/watch/?v=1609536179373822

 

Rigoberto Trujillo se crió junto a Juan Diego Flórez. Ambos compartieron travesuras infantiles, parrandas adolescentes y algo de música. Juan Diego, andando el tiempo, llegó a ser uno de los mejores, si no el mejor cantante de ópera. “Este peruano es mi sucesor como el más grande tenor”, llegó a declararlo el legendario Pavarotti. Rigoberto no pasó de músico aficionado, y el alcohol prontamente comenzó a hacer estrategos en su vida.

 

De jóvenes, ambos entonaban juntos algunos huaynos, así como canciones de Los Beatles. Posteriormente Juan Diego triunfó en los más connotados escenarios mundiales; Rigoberto no pasó de desentonadas canciones en cantinas de mala muerte de su Lima natal. Su envidia, incubada desde años atrás, ahora iba en aumento. Era un odio visceral que lo carcomía.

 

Si pudiera, lo mataría. O mejor aún: le daría un tiro en la garganta así le arruino su puta carrera”, mascullaba con un dolor indecible. Producto del alcohol, pero básicamente porque su talento no era, ni remotamente, el de su ex amigo de juventudes, su voz cada vez se tornaba más desagradable, cascada, casi inaudible. Por el contrario, Juan Diego acrecentaba su fama y para sus presentaciones había que reservar entradas meses antes.

 

Fue por casualidad que Rigoberto vio el video de la actuación de Juan Diego en la Scala de Milán. Sin duda, presentación histórica, única, que quedó en los anales de la historia musical como una de las más grandiosas interpretaciones. Para la ocasión, cantaba ahí el aria “Ah, mes amis”, de la ópera “La hija del regimiento”, de Gaetano Donizetti. Obra de dificilísima interpretación, presenta dificultades técnicas que hace que muy pocos tenores del mundo se atrevan con ella; los nueve do de pecho que impone, la convierten en tan complicada como majestuosa. Aquel 20 de febrero de 2007 Juan Diego logró lo que no se hacía desde 1933, cuando el legendario Chaliapin, el bajo profundo ruso, obligó a que el público pidiera un bis. Ahora, Juan Diego lograba algo similar: después de cinco minutos de enardecidos aplausos, con lágrimas en los ojos de la emoción, repitió el aria.

 

Cuando vio eso, Rigoberto no pudo resistirlo. Después de repetir más de una docena de veces la filmación, en el momento de la ovación del público se descerrajó el tiro en el paladar. Curiosamente, no murió. Ahora, con su imagen de pobre indigente desarrapado, tararea con voz apenas audible alguna canción popular en el metro de Lima, viviendo de las limosnas.



 

domingo, 13 de febrero de 2022

TERCERA GUERRA MUNDIAL: ¿Y LA ONU?

A partir del declive de Estados Unidos como potencia hegemónica única y ante el avance de nuevos poderes: China y Rusia, Washington intenta inventar una guerra europea con el objetivo de frenar a estos dos países. Ahí está Ucrania como posible campo de batalla, sin decidir absolutamente nada en la cuestión, y la Unión Europea tratando de ser arrastrada por la Casa Blanca a una guerra que no le compete. El peligro de una conflagración mundial con armas nucleares es real. ¿Fin de la humanidad? Por qué no.

Ante ello, ¿DÓNDE DIABLOS ESTÁ LA ONU? Escondida bajo la cama, por supuesto. Esto muestra que el manejo del mundo sigue estando en manos de unos pocos, y la Organización de Naciones Unidas no sirve en absoluto para los fines que, supuestamente, fue creada: FOMENTAR EL DESARROLLO Y ASEGURAR LA PAZ.

 

¿VALE LA PENA MANTENERLA?



sábado, 12 de febrero de 2022

REINA LONGEVA: ¿PARÁSITA?

No se entiende bien esto. Se dice que Maduro es un dictador, que Putin es un autócrata, que Xi Jinping es un déspota, que Castro era un dinosaurio que se perpetuó en el poder por décadas…. Bueno, eso dice cierta industria mediática, conservadora y de derecha, funcional a los poderes que declaran guerras y hambrean a la gente. Insisto: no se entiende bien esto. ¿Por qué todos los mencionados serían unos sátrapas y esa parásita de la monarca del gran centro imperial del Reino Unido, una tal Isabel, a quien NADIE eligió con voto popular, y que lleva SETENTA AÑOS en el trono (¿sangre azul?, ¿la nombró dios?), sin trabajar, sería magnífica y merecería muestras de cariño?



 

viernes, 11 de febrero de 2022

SER VARÓN NO ES SINÓNIMO DE SER VIOLENTO

Ser varón, ser un macho, es sinónimo de “hombría”. Esta condición, a su vez, se define por características consideradas inherentes a la masculinidad: energía, fortaleza, coraje. ¿Puede una mujer participar de las propiedades de la hombría? ¿Y un homosexual? Seguramente no. En todo caso, para ser una mujer “que se hace valer” (la Dama de Hierro Margaret Tatcher o Condoleeza Rice, la Mujer Maravilla o cualquier ejemplo de lideresa “exitosa”) hay que presentar una dosis de dureza. Los símbolos de la femineidad no se corresponden con una imagen violenta.

 

Lo que está claro es que, hasta ahora, todas las construcciones culturales de la masculinidad han apelado a la violencia, a la fuerza, a la agresividad como distintivo de su condición. Es decir: el triunfo se asocia con la superación sobre el otro, con su derrota.

 

Los modelos culturales con los que se han construido todas las sociedades hasta la fecha se centran en la hegemonía varonil. El poder, la propiedad, el saber, en definitiva: las consideradas por el patriarcado dominante como “cosas importantes”, son masculinas, varoniles. “El mundo de la mujer es la casa; la casa del hombre es el mundo”, reza el refrán. Las sociedades machistas han considerado siempre la fuerza como un valor en sí mismo. Fuerza va de la mano de éxito, virilidad es sinónimo de fuerza. Y el mundo sigue centrándose en el patriarcado, en la violencia como recurso último. Como en la época de nuestros ancestros: ¿quién manda? Quien tiene el garrote más grande. Hoy esos garrotes se llaman armas nucleares. El tamaño sí importa.

 

La violencia es la partera de la historia”; al menos hasta ahora, eso es innegable, y todas nuestras matrices culturales siguen haciendo de ella el destino mismo de lo humano. La guerra ha sido y continúa siendo una de las actividades más importantes en la dinámica social. Por cierto: cosa de varones, de machos (aunque quien dirigía las torturas en Irak fuera una mujer, Janis Karpinski, una generala, que sin dudas “los tenía bien puestos”).

 

Nada es eterno felizmente (todos los dioses inmortales… al final desaparecieron), y esos patrones patriarcales comienzan a ser cuestionados. Pero solos no han de caer, por lo que necesitan un importante esfuerzo para seguir siendo puestos en dudas y modificados. Buena parte de ese esfuerzo, además, debe venir desde los varones. El machismo es un problema social, de todas y todos, por lo que no son solo las mujeres las que tienen ante sí un desafío. Son las sociedades en su conjunto las que deben cambiar. Metiendo preso al albañil que le silba a una mujer desde su andamio no se termina el problema: es un reto social.

 

Quizá hoy día en muchos países occidentales ya dejó de ser tema tan normalizado la violencia intrafamiliar; al menos, ya puede ser considerada un hecho delictivo y no un “derecho” masculino. Aunque en modo alguno ha desaparecido, valga aclarar. La violencia, además de la brutal agresión física, va tomando otras formas. La fortaleza masculina -si es que a eso se le puede llamar “fortaleza”- puede verse también de otras maneras:

 

      De entre casi 200 países, solo alrededor de 20 están conducidos políticamente por una mujer.

      Solo el 14.5% de los miembros de los parlamentos nacionales de todo el mundo son mujeres.

      El 7% del total mundial de gabinetes ministeriales son mujeres; las mujeres que son ministras se concentran en las áreas sociales.

      Dentro de Naciones Unidas las mujeres ocupan sólo el 9% de los trabajos directivos de mayor nivel.

      El 99% de los títulos de propiedad combinados de todo el planeta (acciones, tierras, bienes inmuebles, cuentas bancarias) está en manos masculinas.

      Las mujeres trabajan igual o mayor cantidad de horas y con similar o mayor esfuerzo que los varones por menor salario.

      El trabajo doméstico de las amas de casa -sin horario, continuo, perpetuo- no es justamente valorado ni reconocido como creador de valor.

      Los efectos no deseados de cualquier método anticonceptivo los padecen siempre las mujeres y no los varones (incomodidad, cambios hormonales, incluso esterilidad), debido a la forma en que están concebidos -es siempre la mujer la que tiene que “cuidarse”-, y el preservativo, prácticamente el único método con que se protegen los varones, puede causar en no pocos casos irritaciones y alergias a las mujeres-.

 

Ser varón otorga una cuota de poder sobre la mujer. Por tanto, implica en forma natural poder ejercer la violencia sin siquiera considerarla como problema. Ser un macho hecho y derecho lleva implícita la violencia como su rasgo distintivo. Eso está naturalizado.

 

¿Puede construirse una masculinidad sin necesidad de apelar a ese estereotipo violento? Eso lleva a pensar cómo construir un nuevo modelo de sociedad basado en la horizontalidad, en el compartir poderes y no en la imposición violenta y jerárquica del que “está arriba”.

 

Pensar hoy en si se puede ser varón sin ser violento es como pensar en una sociedad sin fuerzas armadas: quizá suene quimérico, pero ahí está el reto. La construcción de una sociedad nueva, solidaria y no basada en la fuerza bruta, va de la mano de nuevas y superadoras relaciones donde nadie domine a nadie. Como dijo el Subcomandante Marcos: “Tomamos las armas para construir un mundo donde no sean necesarios los ejércitos”.



miércoles, 9 de febrero de 2022

MATRIMONIO. ¿EN CRISIS?

El matrimonio es la forma social que toma la unión de varones y mujeres (hoy día eso está en entredicho) para reproducir la especie. A partir de esa unión se constituye la familia, considerada la célula de toda sociedad. Según investigaciones recientes, aproximadamente un 50% de matrimonios en el mundo se disuelve antes de los primeros 10 años de consumados.

Podemos tomar el dato con pinzas (como todo dato en el campo de la investigación social), pero no cabe ninguna duda que hay una tendencia fuerte que no puede desconocerse. Esta tendencia nos habla de algo: el matrimonio es una institución en crisis. Los moteles están siempre llenos, pero en general no por “felices matrimonios bien constituidos”. Da qué pensar, ¿verdad? Si desde tiempos bíblicos existe un mandamiento que castiga la infidelidad, pero la misma es el pan nuestro de cada día, eso algo significa.

Queda la interrogante: ¿con qué reemplazarlo entonces? 



 

martes, 8 de febrero de 2022

GUERRA EN UCRANIA: ¿QUIÉN LA QUIERE?

Los ucranianos: no. Los rusos, tampoco. ¿A quién le sirve ese conflicto bélico? Solamente a la clase dominante de Estados Unidos: es una forma de “contener” a la Federación Rusa (indirectamente a China), sirve a alguna de sus empresas privadas que sigue explotando el gas de Ucrania mientras se intenta cortar el suministro energético ruso a Europa, y sirve, una vez más, a su complejo militar-industrial para seguir vendiendo armas. SOLO A ALGUNOS ESTADOUNIDENSES SERVIRÍA ESTA NUEVA GUERRA. Ucrania, por supuesto, no decide absolutamente nada en esto: es el jamón del emparedado, solo una triste excusa de la Casa Blanca para sus planes imperiales.


¿POR QUÉ NO SE DEJAN DE J…. MOLESTAR CON LO DE LA “INVASIÓN RUSA”?



 

domingo, 6 de febrero de 2022

INMORALIDADES

¿Qué es más inmoral y corrupto: ofrecer soborno o aceptar soborno?

En otros términos: ¿es la corrupción el verdadero problema que aqueja a las sociedades, o es la injusticia estructural? ¿Nos vuelve pobres la corrupción de los gobiernos, o la forma en que está organizada la sociedad y la manera en que se reparte la riqueza?



sábado, 5 de febrero de 2022

BLOQUEO CONTRA CUBA: ARMA DE DESTRUCCIÓN MASIVA

¿POR QUÉ EXISTE ESE BLOQUEO?

 

La mayoría de los cubanos apoya a Castro. No existe una oposición política efectiva. La influencia comunista está impregnando el gobierno. Todos los medios posibles deben emprenderse con prontitud para debilitar la vida económica de Cuba. Realizar los mayores avances para negar dinero y suministros a Cuba, para disminuir los salarios monetarios y reales, para provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.

 

Lester Mallory, Vicesecretario de Estado Asistente para Asuntos Interamericanos del Departamento de Estado, redactó este texto para la firma del presidente Dwight Eisenhower el 6 de abril de 1960, según consta en los Archivos Centrales del Departamento de Estado (737.00/4–660. Secreto).

 

“PROVOCAR HAMBRE, DESESPERACIÓN Y EL DERROCAMIENTO DEL GOBIERNO”. 60 años después, esa política se mantiene.



 

viernes, 4 de febrero de 2022

MISTERIOS INSONDABLES

Sacerdote: La concepción de la Virgen María por obra y gracia del Espíritu Santo, por un angelito que bajó a la Tierra a dejarle esa simiente divina, igual que el Infierno, ese lago de fuego donde las almas impuras arderían eternamente, todo eso, mi amigo, no existe en la realidad. ¡Son metáforas! Son narrativas metafóricas para dar a entender la pureza en un caso, y la malicia en el otro.

 

Feligrés: ¿De verdad, padre? ¡No lo puedo creer! ¿Y por qué mantienen esas mentiras entonces?

 

Sacerdote: Porque la masa ignorante necesita creer en algo. Recuerde lo que dijo Giordano Bruno, por lo que fue condenado a la hoguera: “Las religiones no son más que un conjunto de supersticiones útiles para mantener bajo control a los pueblos ignorantes”.

 

Feligrés: Pero, ¿eso no es blasfemo?

 

Sacerdote: Mire, después de muchos años de sacerdocio uno entiende a este teólogo, y lo mal que hizo la Inquisición en quemarlo.



 

jueves, 3 de febrero de 2022

¿QUIÉN MANDA? HISTORIA FICTICIA. ESTAS COSAS, POR SUPUESTO, ¡NUNCA OCURREN!

A: Buena tarde. Usted es el Lic. Martínez, ¿verdad?

 

B: Sí, bienvenido a la SAT. ¿En qué puedo servirle?

 

A: Tenemos entendido que usted mañana va a hacer una visita a la empresa X., para ver algo de evasión fiscal.

 

B: ¿Y cómo sabe eso? Eso es un operativo secreto.

 

A: Ni tan secreto, Licenciado. Nosotros sabemos todo.

 

B: ¿Y qué quieren?

 

A: Mire…, de cuate. Mejor no vaya y dejemos todo así, ¿le parece? Aquí tiene este regalito que le va a ayudar para terminar de pagar la hipoteca de su casa y aquí no ha pasado nada.

 

B: ¿¡Me está sobornando!?

 

A: Usted me entiende, Licenciado. No nos hagamos los tontos…

 

B: ¿Y si no acepto y lo denuncio?

 

A: Recuerde que tiene dos hermosas hijitas a las que no querría que le pase nada, ¿verdad?