Desde hace ya un par de décadas todo lo que sea público pasó a ser sinónimo de malo, deficiente, corrupto, incapaz, paquidérmico. Junto a ello, lo privado se exhibe como super eficiente, rápido, de alta calidad.
¡¡Falacia
bien montada!! Hace años que esa machacona prédica privatista neoliberal nos
inunda, habiendo convertido lo estatal en sinónimo de fracaso. Pero no es así. Si
lo público quiere funcionar, si quienes deciden la marcha de las cosas (los
grandes capitales), desean que el Estado funcione, pues funciona.
¿Quiénes
llevaron adelante todas las guerras sucias que enlutaron Latinoamérica estos
años para beneficiar a las clases dominantes? ¡Los ejércitos estatales! Y sin
duda funcionaron.
¿Cuál es
la avanzada científica del mundo capitalista? La NASA, una empresa pública. ¡Y
funciona!
En
Guatemala los índices sanitarios son muy malos. ¿Por qué? Por la desnutrición
crónica y por la falta de agua potable. Eso no lo puede arreglar ni el sector
público ni el privado. ¡Es un tema político! Hay que cambiar de raíz el modelo
socioeconómico. El sector público (que atiende al 70% de la población, junto al
seguro social que cubre al 18%) resuelve positivamente el 99% de las consultas
que recibe, pese a la falta de recursos y precariedad con que trabaja, la misma
proporción de "éxito" que el sector privado.
POR
TANTO: ¡¡TERMINEMOS DE UNA VEZ CON ESA CANTINELA QUE LO PÚBLICO NO SIRVE!!
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