Estas
democracias formales son solo un cambio de administración, de gerente (¿de
capataz?). Los verdaderos factores de poder (grandes empresarios,
terratenientes, banqueros, y para el caso de nuestros países latinoamericanos:
la Embassy de Estados Unidos) no
cambian con ninguna elección. ¿Manda el pueblo? No parece….
Cada
vez que un gobierno democrático intenta ir más allá de lo que le permite la
institucionalidad vigente y pretende tocar los verdaderos resortes del poder
(reforma agraria, nacionalizaciones, leyes populares demasiado “subidas de
tono”), viene el golpe de Estado.
Pasó
en Guatemala en 1944 (golpe de Estado de Castillo Armas contra Jacobo Arbenz),
pasó en Chile en 1973 (golpe de Estado del general Pinochet contra Salvador
Allende), pasó en Granada en 1983 (golpe de Estado contra Maurice Bishop y su
posterior ejecución), pasó en Haití en 1991 (golpe de Estado contra
Jean-Bertrand Aristide por parte del militar Raoul Cedras), pasó en Honduras en
2009 (golpe de Estado técnico contra el presidente Manuel Zelaya, destituido).
¿Qué
pasaría si, por ejemplo, ganara el MLP? CODECA, la organización política que
está detrás del MLP, lleva ya alrededor de 20 militantes muertos desde fines
del año pasado, muertes que quedaron en la impunidad. ¿Democracia?
AUNQUE SE VOTE, NADA
CAMBIA EN LO SUSTANCIAL
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