Supuestamente se hace mucho contra las drogas ilegales, pero el consumo a nivel mundial no baja, lo que puede llevar a pensar que hay intereses ocultos que así se benefician. Si preocupa tanto este flagelo, ¿por qué no se despenaliza el consumo? Eso acabaría con innumerables penurias: bajaría la criminalidad, la violencia que acompaña a cualquier actividad prohibida; incluso bajaría el nivel de consumo al dejar de presentar el atractivo de lo vedado. Pero estamos lejos de la despenalización. Crece el perfil de lo punitivo: el combate al narcotráfico pasó a ser prioridad de los Estados en cuestión seguridad, movilizando ejércitos y obligando a ampliar el negocio de las armas. Esto abre dudas: ¿será que la pasada Guerra Fría se trocó ahora en persecución a este nuevo demonio? El interés de los poderes hegemónicos, liderados por Washington, encuentra en este campo un buen motivo para prolongar/readecuar su estrategia de control universal, igual a como sucede con el "terrorismo" (que, fundamentalmente, viene asociado al mundo musulmán).
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