El anticomunismo visceral que se inyectó a buena parte de la población mundial durante la Guerra Fría, persiste inalterable. Ello, tanto o más que la represión abierta, permite mantener sólido al sistema capitalista. Manejar las cabezas y los corazones de la gente da más resultado que los tanques de guerra.
Para
evidenciarlo, dejo aquí una más de tantas diatribas que recibo; me permito presentar
ésta en particular, porque me pareció particularmente pintoresca. Me la remite alguien que, entiendo,
está en la República Bolivariana de Venezuela:
“Otro comunista trasnochado.....defendiendo a
ladrones que robaron a su pueblo.....Cristina, tremenda ladrona, Evo,
narcotraficante....y aqui en Venezuela, mejor no hablar....todos sin
excepción ladrones....hasta el galáctico que fue el más choro de todos, debe
estar arrepentido....sigue defendiendo a estos tipos.....o es que te cae
también alguien.....si es así no dije nada, y provecho con los
negocios.....rata inmunda.”
Estimado Colussi, Cuando no hay razonamiento sólo queda responder con Montesquieu: "A la mayoría de las personas prefiero darles la razón rápidamente antes que escucharlas." Montesquieu
ResponderBorrarCharles Louis de Secondat