Definitivamente son unos bárbaros fundamentalistas, primitivos, salvajes asesinos. Ningún animal actúa así. Ni la más feroz de las bestias comete ese tipo de actos.
¡Primitivos!,
no cabe otro calificativo: ¡pri-mi-ti-vos! Mientras el mundo intenta ir
abriéndose paso desde la noche cavernícola hacia la luz de la civilización,
estos salvajes primitivos persisten en prácticas arcaicas contrarias a los
tiempos modernos.
Son
unos salvajes prehistóricos, arrogantes, creídos que su verdad es
"la" verdad, la única, convencidos fanáticamente que tienen el
derecho de pisotear a quien no la comparte. Y lo peor de todo: dispuestos a
matar a quien se le ponga en el camino.
De
esa manera, con esa soberbia y esa sed irracional de sangre, no es posible
construir un mundo para todos, tolerante, basado en el bien común. Un mundo
donde reine la solidaridad. ¿Cómo eliminar al que no piense igual, al que sea
distinto, al que no comparta mi pretendida verdad? ¡Eso es primitivísimo! Ni
las bestias de la selva lo hacen.
¿Cómo
matar así a otro ser humano, con esa frialdad, con esa falta de culpa? ¿Cómo
llenarse la boca con palabras altisonantes en nombre de las cuales luego
pisotean la más elemental dignidad humana? Porque sí, efectivamente así lo
hacen: viven hablando de libertad, de democracia, de progreso, ¿y miren lo que
hacen?
Invaden,
masacran, usan armas de destrucción masiva (bombas de racimo, napalm,
¡armamento nuclear incluso!), utilizan la guerra psicológica, la
desinformación, la manipulación mediática, la tergiversación, torturan,
preparan otros torturadores para que los secunden... ¡Miren todo lo que hacen
estos bárbaros primitivos y fundamentalistas!
Y
no sólo con armas matan, dejan secuelas de por vida, destruyen vidas tanto
material como psicológicamente. También arrasan culturas enteras,
civilizaciones milenarias; imponen su criterio, fuerzan a hacer lo que ellos
dicen so pena de monstruosos castigos, chantajean, presionan, mienten.
¡Y
lo peor de lo peor!: matan mucho más, infinitamente muchísimo más que con las
armas (¡submarinos nucleares!, ¡aviones espías!, pensemos en las armas
secretas: el bombardeo de un cometa con el que se militariza el espacio
sideral, las armas que dicen que pueden modificar el clima -¿recuerdan el
tsunami del Indico de algunos años atrás? Se comentó mucho que fue producto de
un experimento nuclear militar), matan además de con las armas: de hambre. ¡Un
muerto cada siete segundos por hambre a nivel mundial! ¡Qué bárbaros
fundamentalistas y salvajes!
Matan
con las armas a quienes se les oponen para no perder su lugar de privilegio,
para no dejar de ser los amos que explotan inmisericordes. Y matan con el
sistema económico social que han engendrado. Mataron miles de miles de
indígenas americanos y de negros africanos para comenzar a construir el mundo
moderno. Siguen matando de hambre, de sed, de miseria a quienes viven en los
lugares que siguen saqueando. Y matan a quienes protestan por todo ello.
¡Es
increíble! Hablar de democracia y libertad, y en su nombre, continuar con la
más infame explotación, con el saqueo, con la humillación de dos tercios de la
humanidad... todo por continuar con una loca opulencia.
Sí,
sin dudas: los fundamentalismos son una locura irracional. Es difícil
entenderlo, pero se ve que eso es una posibilidad humana; tanto como el
análisis objetivo, o la solidaridad, o la ternura. Pero definitivamente tenemos
que hacer algo para terminar con estos fundamentalismos. El mundo es de todos y
para todos…. ¡no solo de Estados Unidos de América!
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