¿No resulta
llamativo que todos los gobiernos, trabajando para las clases dirigentes, que
explotan, subyugan, reprimen a las poblaciones, y que desarmaron completamente
los sistemas públicos de salud con las políticas siniestras de estas últimas
tres décadas, ahora estén TAN PERO TAN preocupados por la “sus” pueblos?
¿Desde
cuando todos nosotros ahora somos TAN PERO TAN pulcros? (Como dice provocativamente
el video: ¿antes de este pandemonio, nos lavábamos las manos cuando entramos en
el cuarto de un motel con el o la amante del caso?) ¿Por qué ahora repetimos
mecánicamente sobre el “PELIGRO DE LA INFECCIÓN” (sin saber mucho qué es eso) y
no se pone el énfasis en los aspectos clínicos de la patología: ¿cuántos se
mueren por el virus?, ¿cuántos se recuperan?, ¿cuánta gente cursa la tenencia
del virus asintomáticamente (por tanto, sin estar enferma)? El miedo, pánico
extremo en que hemos entrado, ¿ayuda a levantar el sistema inmunológico, o lo
deprime? ¿Cuáles son las medidas terapéuticas efectivas? ¿Cómo es posible que
en Tanzania… una papaya dio positiva a la prueba?
¿Por
qué, siendo una enfermedad que mata tanto como la gripe, menos que la malaria,
menos que el VIH-SIDA, menos que la tuberculosis, menos que el hambre, menos
que las diarreas, nos hace entrar en pánico?
Es
como en Guatemala en el 2015 con la corrupción: allí la misma es estructural e
histórica. Pero ese año, “curiosamente” todos, absolutamente todos los medios
de comunicación comerciales, pusieron como tema único en su agenda la corrupción.
¿Plan orquestado? Años después, la corrupción sigue exactamente igual y no se
volvió a hablar de ella. ¿Solo repetimos lo que nos dicen?
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