A: Al fin conseguí trabajo.
B: Me
alegro. ¡Felicitaciones! Y ¿qué tal el nuevo puesto?
A: Bueno…,
no es la gran cosa, pero es trabajo. Después de seis meses sin nada, algo es
algo.
B: Sí,
claro. Hay que conformarse con lo que sea hoy día. ¿Cuánto te van a pagar?
A: 2,500.
B: Pero
ese no es el salario mínimo, ¿no?
A: No,
no… ¡Ya lo sé! Aunque hoy día hay que agarrar lo que venga.
B: ¿Prestaciones
de ley? ¿Aguinaldo, bono 14, vacaciones, seguro de salud?
A: No,
ni pensarlo. Ya una sabe cómo te contratan ahora. Se aprovechan. Y menos mal
que no me pidieron el culo.
B: ¡Qué
mierda todo!, ¿no? ¿Y no se podrá protestar?
A: ¿Adónde?
Si ya ni sindicatos hay. Los que quedan son una payasada, una sarta de
corruptos acomodados que solo le chupan el culo a las patronales.
B: Sí,
es cierto. ¡Qué paliza que nos han dado!, ¿verdad?
A: Por
eso hay que quedarse calladita la boca y aceptar lo que sea. A duras penas pude
conseguir esto, así que ahora ¡a cuidarlo como un tesoro!
EL CAPITALISMO SOCIALDEMÓCRATA ES
LO MISMO, PERO CON ANESTESIA. EL PROBLEMA NO ES EL NEOLIBERALISMO… ¡ES EL
CAPITALISMO!
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