Noticia aparecida el 15 de mayo de 1987 en el Süddeeutsche Zeitung, Alemania
Munich, 15/5/87. Los directivos de una empresa de publicidad intentan averiguar por qué nadie se percató que uno de sus empleados estuvo muerto sentado en su mesa de trabajo durante cinco días sin que nadie se interesara por él ni le preguntara qué le ocurría.
Michael Messerschmitt, de 54 años de edad, quien trabajaba como revisor de estilo en una empresa de Munich desde hacía treinta años, sufrió un paro cardíaco en la oficina que compartía con otros veintisiete trabajadores.
El lunes por la mañana llegó a trabajar y discretamente se ubicó como siempre lo hacía en su cubículo reservado, pero nadie notó que no se marchó nunca hasta que el sábado por la mañana el personal de limpieza se preguntó qué hacía trabajando el fin de semana.
Su jefe, Karl Weinachst, declaró: "Michael siempre era el primero en llegar por la mañana y el último en marcharse por la noche, por lo que a nadie le pareció extraño que estuviera continuamente en su sitio sin moverse y sin decir nada. Era bastante reservado y su trabajo le absorbía".
Un examen post mortem reveló que llevaba muerto cinco días tras sufrir un infarto, aparentemente el mismo lunes en que llegó a la oficina.
Como era solo, nadie llamó durante toda la semana para averiguar algo sobre su suerte. Por tanto, nadie cobrará su seguro de vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario