La ideología dominante es efectiva:
logra que los explotados (los pobres, la mayoría abrumadora de la humanidad) se
resignen a su condición de tales, sean sumisos, no vean la necesidad de
cambiar.
Para muestra, este mensaje que me
llegó, haciendo un comentario a alguna publicación:
Yo lo que pienso es que queremos vivir
en un nivel de vida que no nos corresponde. Compramos un gran plasma porque
queremos igualar al vecino. Igual nos endeudamos para parecer de otro nivel
pero yo no creo que la clase social alta, los que sí pueden darse ese nivel de
vida, sean la causa de mi desgracia. Soy yo el causante por igualado.
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