¿Por qué hoy las y los jóvenes de todo estamento social, en países ricos y pobres, casi que “obligadamente” tienen que consumir drogas? Hace 100 años, u 80, los estupefacientes eran rarezas de las estrellas de Hollywood. De pronto, para la década de los 60 del siglo pasado, hacen su aparición estelar. Básicamente, ligadas al movimiento hippie (en sus orígenes movimiento de profunda protesta antisistémica surgido en Estados Unidos) ¿Una forma de adormecerlo? Surge entonces la Operación CHAOS, mecanismo encubierto de la CIA para neutralizar toda protesta juvenil. Y la aparición masiva de drogas es un hecho.
Hasta The Beatles hacen su encomio de las sustancias
psicoactivas con su canción Lucy en el cielo con diamantes (Lucy in the
Sky with Diamonds), mensaje apologético del ácido lisérgico, LSD 25. La orientación
es: “hay que consumir drogas. Eso sirve para desconectar”. Como dice Charles
Bergquist –citado por Noam Chomsky– en su obra “Violence in Colombia
1990-2000”: “la política antidrogas de Estados Unidos contribuye de manera
efectiva al control de un sustrato social étnicamente definido y económicamente
desposeído dentro de la nación [población negra, y luego la juventud en su
conjunto], a la par que sirve a sus intereses económicos y de seguridad en
el exterior”.
“Es conveniente para las mismas estructuras de poder y
riqueza que los jóvenes vivan presa de las adicciones y permanentemente
drogados a que se despojen de su social-conformismo y muestren su inconformidad
ciudadana por los cauces de la praxis política y la organización comunitaria.”
(Isaac Enríquez Pérez).
El principal proveedor de cocaína para la potencia
del Norte pasa a ser Colombia en los años 70. Pero… curiosamente en Colombia no
existía la planta de coca, oriunda del Altiplano andino (Bolivia y Perú). Se la
introdujo en el país caribeño. Curioso, ¿verdad? A buen entendedor pocas
palabras. Hoy día el consumo de drogas ilegales es uno de los grandes negocios
planetarios (alimentando el narcolavado y los capitales financieros), y un
poderoso argumento para que Washington pueda militarizar el planeta. La supuesta
“lucha contra las drogas” no es tal.
“Si el narcotráfico fuese declarado legal por los
Estados, en un plazo extremadamente corto la economía capitalista sería
dinamitada en sus cimientos y perdería razón de ser. Las mismas élites
políticas que recurren a las campañas electorales financiadas con fondos de
procedencia ilícita, tampoco serían posibles sin la contribución financiera de
estas actividades criminales.” (Isaac
Enríquez Pérez).
PUEDE CONSULTARSE:
https://gazeta.gt/wp-content/uploads/2018/08/el-narcotrafico-un-arma-del-imperio.pdf
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