Extracto de una entrevista a la Dra. en Mercadotecnia S. W., de la prestigiosa universidad de P.
(…) Entrevistador: Entonces, profesora: ¿la Mercadotecnia da para todo? ¿Todo se puede vender?
Profesora: ¡Por supuesto! Todo es
saber encontrar el punto débil del comprador.
Entrevistador: Pero, ¿y si el comprador no
necesita lo que se le ofrece?
Profesora: Ese no es el problema. El
problema, el verdadero problema a vencer es cómo crearle la necesidad a esa
persona o a ese grupo de personas. En eso consiste un buen mercadeo: cómo crear
una necesidad, cómo hacer sentir que le falta ese producto que le estoy
ofreciendo.
Entrevistador: Aha…, pero ¿y la ética,
profesora?
Profesora: Aquí no hay ética. Aquí hay
negocios. ¿Para qué estamos quienes hacemos mercadeo? ¡¡Para hacer que se venda
lo que ofrecemos!! ¡Punto! La única ética es saber cómo hacer para vender.
Entrevistador: Es decir: ganar dinero.
Profesora: Por supuesto, m’hijo.
Estamos en el capitalismo, ¡puro capitalismo! ¿De qué se trata el asunto? Pues
de ganar platita, toda la que se pueda.
Entrevistador: O sea que ¿da lo mismo
vender algo necesario como innecesario?
Profesora: Exacto. Más aún: lo
necesario no necesita mucha promoción. Nadie hace mercadeo del pan, porque eso
se vende solo. Se mercadean las cosas que no son imprescindibles. Nuestro
trabajo desde la Mercadotecnia consiste en hacer imprescindibles cosas que no
lo son, crear las necesidades, generar pasiones, golpear en la psicología del consumidor,
hacer que quiera comprar a toda costa, aunque no lo necesite.
Entrevistador: Entonces… ¿se puede vender
cualquier cosa?
Profesora: ¡Cualquier cosa! Si no
hubiera buen mercadeo, nadie tomaría Coca-Cola. Con buenas técnicas
mercadológicas, todo se vende, todos son productos consumibles, que dan plata a
quien lo fabrica: un calzón, un tanque de guerra, un medicamento placebo, un
vibromasajeador, una nueva mayonesa. Hoy día ya se vende aire puro embotellado,
¿sabía? ¡Todo es saber manejar al potencial comprador!
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