Los vehículos con motores que utilizan derivados
del petróleo (gasolina y diesel) son los principales contaminadores del
planeta, causantes de la tremenda catástrofe medioambiental que vivimos. Pero mientras
haya petróleo para explotar (mínimo: un siglo más), las empresas automotrices y
las petroleras, en feliz pacto, seguirán obligándonos a consumir vehículos
contaminantes. ¿Por qué? Porque no quieren perder las ganancias fabulosas que
produce la explotación petrolera.
Es decir: para asegurar las ganancias de unas
pocas personas en el mundo, la población entera del planeta se desfavorece.
¡Eso es el capitalismo! ¡¡Una locura insostenible!!
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