sábado, 28 de abril de 2018


CONTRADICCIONES


Para referirse a ciertos personajes sociales (altos funcionarios, magistrados, legisladores, obispos, jueces, embajadores) suelen utilizarse términos pomposos como HONORABLE, EXCELENTISIMO, RESPETABLE, REVERENDISIMO, ILUSTRISIMO y otras estupideces por el estilo.

Me pregunto (no sin angustia, porque no puedo encontrar la respuesta por ningún lado) ¿por qué se sigue manteniendo esta vacía terminología medieval? ¿Qué demonios tienen de respetables, honorables o ilustres estos fulanos, que son mentirosos, embusteros, farsantes, ávidos de poder, politiqueros y hacen las mismas tonteras que quienes no nos decimos excelentísimos ni reverendísimos? ¿Acaso no se tiran pedos olorosos estos "superhombres"?


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