CONTRADICCIONES
Para referirse a ciertos personajes
sociales (altos funcionarios, magistrados, legisladores, obispos, jueces,
embajadores) suelen utilizarse términos pomposos como HONORABLE, EXCELENTISIMO,
RESPETABLE, REVERENDISIMO, ILUSTRISIMO y otras estupideces por el estilo.
Me pregunto (no sin angustia, porque
no puedo encontrar la respuesta por ningún lado) ¿por qué se sigue manteniendo
esta vacía terminología medieval? ¿Qué demonios tienen de respetables,
honorables o ilustres estos fulanos, que son mentirosos, embusteros, farsantes,
ávidos de poder, politiqueros y hacen las mismas tonteras que quienes no nos
decimos excelentísimos ni reverendísimos? ¿Acaso no se tiran pedos olorosos
estos "superhombres"?
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