Hacer lo que uno quiere, sabiendo que no
habrá castigo. Así de simple…
“Te voy a matar, de una vez te lo digo y
tengo dinero suficiente para salir, no me importa lo que me pase”, dijo un
airado conductor a un policía de tránsito.
Si un militar pudo matar 1.700 personas
y queda libre (pese a un juicio que lo condenó a 80 años de prisión), si unos
empresarios cometen financiamiento ilegal a un partido político y simplemente
quedan exculpados pidiendo perdón en público, si quienes tiraron dos bombas
atómicas sobre población civil no combatientes son los paladines de la libertad
y la democracia, ¿por qué un ciudadano de a pie debería ser distinto?
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