El
Alcalde no entendía por qué tanta insistencia.
Primero
lo visitó el cura párroco de la
Iglesia La Merced, esa que está en la acera norte de la
avenida. Ahora la madre superiora, del Colegio Sagrado Corazón, que está justo
enfrente, en la acera sur. Y ambos con lo mismo: que el conducto principal de
drenaje que se montaba no pasara por ahí, que hiciera un rodeo a ambas
edificaciones. ¡Qué raro!
Los
trabajos no se interrumpieron; las máquinas continuaron abriendo la zanja. La
sorpresa fue grande cuando descubrieron el motivo del pedido: ¡el túnel por
debajo de la calle!
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