La Psiquiatría -inspirada
en el modelo biológico y de la que se nutre el sentido común- divide el mundo
en sanos (¿nosotros?) y enfermos (los locos). Visión estrecha, prejuiciosa.
¿Con qué criterio se mide la locura?
El Psicoanálisis -con un
paradigma social- habla de un sujeto construido socialmente, donde no rige el
instinto sino los vericuetos del deseo y nuestra humana condición, marcada por
una carencia originaria (siempre "falta" algo, aunque se sea un
multimillonario). Justamente porque falta, es que deseamos, buscamos, nos
movemos. Y nadie es dueño consciente y voluntariamente de esto: por eso hay
inconsciente. No nos determina la genética sino el conflicto.
De ese modo no hay
"sanos" y "enfermos": hay sujetos del inconsciente,
construidos según tres modalidades. Una inmensa mayoría neurótica (99.9%), con
inhibiciones, síntomas y angustias que no nos impiden adecuarnos más o menos a
las normas dominantes (trabajar, amar, reproducir la sociedad y la especie), y dos
minorías que no entran en esos códigos: psicóticos (los que deliran y viven en
"su" mundo) y psicópatas (integrados a medias, sin sentimiento de
culpa: delincuentes varios, ¿políticos "profesionales"?).
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