Es el grado más humillante de vejación y sometimiento: la mujer no tiene absolutamente ningún derecho como persona, ni siquiera el de gozar de su sexualidad, y eso enferma a toda la sociedad.
Es el grado más humillante de vejación y sometimiento: la mujer no tiene absolutamente ningún derecho como persona, ni siquiera el de gozar de su sexualidad, y eso enferma a toda la sociedad.
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