Como no sé mucho de formalidades
–ni pretendo saberlo– saludo y agradezco por igual a todas y todos los
presentes. Es para mí un honor estar hoy aquí, delante de tanta gente
distinguida, sabiendo que el mundo entero está viendo esta ceremonia. Espero,
por tanto, no defraudar a nadie con estas humildes y breves palabras que, por
fuerza, debo pronunciar. Si defraudo, espero que no sea demasiado. Y en el peor
de los casos, si defraudo demasiado, espero sepan perdonarme. Por último, el
Premio está ya otorgado, y eso demostraría que fue un error concedérmelo, como
yo efectivamente pienso.
No sé si en verdad me merezco tan
alto galardón. En lo personal, creo que no. Me atrevo a pensar, incluso, que
efectivamente fue una equivocación. Yo, como tantas veces lo he dicho, no soy
un escritor; muchos menos, un escritor genial que se merezca esta distinción.
Quiero empezar mi discurso
excusándome si no puedo expresarme con toda la soltura y belleza que se
esperaría lo haga un Premio Nobel de Literatura. Sucede que mi lengua materna
no es el inglés, sino el suahili, idioma que hablé toda mi vida con mucha mayor
propiedad, desde mi aldea natal en la selva hasta el día de hoy. Si he escrito
en la lengua de Shakespeare –con todo el perdón de los clásicos puristas
británicos– eso se debe a la herencia que la Reina de los Mares nos legara, a
partir de la intromisión que tuvo en nuestro continente. ¿Ustedes se imaginan a
la Reina de Inglaterra o al Presidente de la Cámara de los Lores hablando
suahili? Yo, realmente, no. ¿Y por qué yo tengo que hablar en inglés? ¿Por qué
hoy tengo que llevar este –perdónenme por el epíteto– estúpido traje negro y
este –para mi gusto al menos– ridículo moño? ¿Usaría el Primer Ministro
británico nuestros trajes típicos para alguna de nuestras ceremonias?
De todos modos, no quiero
insistir con esta cuestión de las presentaciones: hablo en inglés, pobremente
quizá, y uso un traje que me resulta incómodo. Pero no deseo extenderme en este
aspecto sino excusarme, en segundo término, por mi falta de información. No
podría, ni remotamente, lucirme con una parafernalia de datos sobre la historia
y la situación actual de mi país: Jamhuri ya Muungano wa Tanzania –mi raza, mi
continente– como lo hiciera en una ceremonia similar mi –me provoca cierto
nerviosismo pronunciar la palabra– "colega", el también galardonado
con este premio, el latinoamericano García Márquez. En ocasión de recibir su
premio, aquí mismo, hace ya años, asombró a todos con una pieza oratoria tan
llena de datos, tan rica en información, que creo le podría valer, ella misma,
otro premio. No, yo no dispongo de todo ese saber. Sé que vengo de un lugar
pobre, uno de los lugares más pobres del planeta, con más hambre que otra cosa,
pero no podría abundar en precisiones al respecto. Ahí están los informes de
Naciones Unidas para eso.
Créanme: no soy escritor, no me
tengo por tal. Fui en mis años juveniles, igual que otro colega, también
ganador del Nobel –Saramago, el vate portugués– cerrajero. Si fuera un lírico,
un exquisito maestro de las letras como lo es él, podría decir que ese juvenil
oficio me permitió, años después, abrir los cerrojos del espíritu humano. Pero
no, los defraudo. Creo que sigo siendo, de alma, más cerrajero –y mecánico de
automóviles, y maestro rural, como también lo he sido– que escritor.
Llegué a la literatura casi
fortuitamente, nunca me preparé para eso. No estudié formalmente nunca nada
ligado a las bellas artes, no asistí a taller literario alguno. Lamento
decepcionarlos si esperaban otra cosa. Empecé a escribir casi como una
necesidad visceral: no podía quedarme callado ante las calamidades que a diario
veía en mi país, la miseria, la injusticia. Era tan horripilante todo eso –y
sigue siéndolo, sin dudas– que me pareció necesario dejar constancia ante la
historia de tanta monstruosidad. ¿Por qué los negros sufrimos tanto? Como no
tenía cámara fotográfica ni teléfono celular para tomar fotos, y mucho menos
como no podía plasmarlo en una película, pensé que tenía que escribir sobre esa
realidad. De haber tenido habilidades plásticas, se los aseguro, hubiera
pintado; de más está decir que no las tengo.
Como ven, entonces, no soy un
inspirado por las Musas. ¿Los sigo defraudando? Simplemente me limité a poner
en un papel –les aclaro que jamás he usado una computadora para escribir– lo
que sentía sobre lo que veía a diario. ¿Ustedes saben lo que es comer cada dos
días… con buena suerte, claro? No pretendo en absoluto ser melodramático y
contarles las infamias más grandes que se puedan imaginar buscando conmoverlos
y hacerles derramar una lágrima. Creo que eso es una inmoral pornografía de la
miseria. Si quieren conmoverse, visiten los lugares de donde yo vengo, y que me
inspiraron a escribir aquello por lo que hoy me premian.
Insisto: no sé si soy merecedor
de esta tan distinguida presea. No soy un escritor bello –no estoy hablando de
"mi" belleza; me considero más bien feo, de verdad. No soy un
estilista, un sutil y delicado rapsoda, un mago de las palabras. Hay muchísimos
que así han entendido la literatura– y yo también, en definitiva, creo que eso
es el arte literario. Pero yo no soy de esos. Soy más bien rústico, torpe
incluso. No pinto bellezas; hablo, simplemente, de la sufrida vida de mi gente,
de mi sufrida vida.
Intuyo que se me confiere ahora
este premio con un valor simbólico: un negro –¡un negro!– de uno de los países
más pobres que hay. ¿No se trata de una compensación, una forma de
resarcimiento? Los que han leído mi obra –que por cierto no son muchos– saben
que no soy un elegante maestro del lenguaje. ¿Por qué, entonces, este galardón?
Lo agradezco, claro, no dejo de estar contento; creo que es importante
aceptarlo, justamente porque soy un negro de un país extremadamente pobre.
¿Pero no es un poco tardío el reconocimiento?
Les aseguro que no soy un resentido
contra los blancos. Aunque no les interese saberlo –nadie me lo está
preguntando– uno de mis mejores amigos en mi país es un blanco. Ustedes, los
aquí presentes, la reina de Suecia, toda esta gente importante y acostumbrada a
llevar estos trajes que a mí me parecen camisas de fuerza pero que, para
ustedes, son algo de lo más cotidiano, todos ustedes no son los responsables
directos de nuestras infinitas penurias, como negros y como pobres. ¿O si?
¿Quién es el culpable, entonces?
En lo que hoy día es Tanzania se sabe que apareció el primer ser humano de la
historia, hace varios millones de años, y de allí se desplazó por todo el
planeta. Por lo que, permítaseme decirlo así, los blancos, rubios y de ojos
celestes actuales son negros desteñidos. ¿Por qué quedamos tan atrasados? ¿Por
qué hemos debido sufrir tantas tropelías? ¿Ustedes se imaginan Europa repartida
desde un escritorio, o debajo de un árbol, en una reunión de los jefes
africanos? La Conferencia de Berlín no fue un chiste, un invento, una quimera.
Ahí repartieron mi continente, mi gente, mis recursos, como niños que reparten
un pastel. ¿Lo sabían, verdad? El 26 de febrero de 1885, en Berlín, Alemania,
14 varones representantes de otros tantos países –ninguno africano, valga
aclarar–, y presididos por el canciller teutón von Bismarck, sentados frente a
un mapa del África jugaron a repartirse el continente.
Ustedes, se los digo con todo
corazón, ustedes no son los responsables. Ustedes heredaron esa historia.
Ustedes son blancos, ricos, que no saben nada de lo que es el hambre, y que hoy
–¡qué bueno que así sea!– pueden tener un poco de conciencia, de vergüenza
mejor dicho, y pensar en promover un símbolo como lo que en estos momentos se
está consumando en esta sala: reconocer la monstruosidad que sus antepasados
cometieron premiando, quizá inmerecidamente, a un negro, con un preciado trofeo
internacional.
Yo se los agradezco, muy
hondamente, con toda mi alma. Pero vuelvo a decirles lo mismo: quizá no soy
merecedor a esto en tanto escritor. Quizá, sí, en tanto negro, en tanto pobre.
Hasta ahora he sobrevivido muy magramente, con trabajitos informales o con sueldos
del Estado. Ya se imaginan entonces cómo puedo haber sobrevivido. Nunca viví
como escritor. Quizá ahora, devenido Premio Nobel, mi suerte cambie. No me
atrevería a decir: mi próxima "buena suerte"; simplemente una suerte
distinta. Quizá, como dijo otro colega –ya le perdí el miedo a esta palabra, ya
empezó a gustarme–, el igualmente laureado con el Nobel, sobreviviente a los
campos de concentración, y símbolo también, el húngaro Kertész, una vez
obtenido ese galardón conoció la tercera dictadura, luego de la nazi y la
bolchevique: la dictadura del dinero –la menos incómoda, se apresuró a aclarar.
Tal vez eso me suceda: ahora llegarán los laureles, los reflectores de la
prensa, los amigos que son como sombras: aquellos que lo siguen a uno solamente
porque hay sol. Tal vez –yo diría que casi con seguridad así sucederá– me
atosiguen con conferencias y presentaciones públicas. ¡Yo, un modesto cerrajero
y maestro de escuela! ¿No es un poco desproporcionado todo esto? ¿Qué podría
transmitirles yo?
Probablemente ustedes esperaban
un brillante intelectual, un experto en cuestiones literarias, un profundo
pensador. Pues no. Déjenme decirles que no soy eso; aunque quisiera, no podría
serlo –y sigo decepcionándolos. Por otro lado –aclaración importante– no quiero
serlo tampoco. Ahora ocupo un cargo medio en el Ministerio de Educación de
Tanzania. No sé si realmente hago bien lo que hago, pero al menos creo mucho en
lo que llevo a cabo. En mi país alrededor del 30 por ciento de la población no
sabe leer ni escribir –eso se ve mucho más aún en las mujeres. Por eso, les
decía, desde el Ministerio tenemos tanto que hacer por delante.
Imagínense: en un país de
analfabetos, donde llegar a la escuela secundaria ya es muy difícil, y la
Universidad es casi un lujo inaudito, ¿a quién le pueden importar unos cuantos
cuentos sobre la miseria diaria? Allí la miseria se vive día a día, hora a
hora, no es necesario leerla en un libro.
Por todo eso creo que es algo
desmedido estar recibiendo el Premio Nobel hoy aquí. Podría no aceptarlo, como
en su momento hizo Jean-Paul Sartre. Pero, en realidad, no me parece lo mejor
proceder así. Lo acepto, siempre con la idea que no lo merezco, que hay mejores
escritores que yo –y lo digo muy sinceramente; yo soy un simple juglar popular
que habla de las cosas cotidianas, de la miseria cotidiana. Pero lo acepto
justamente por el valor de símbolo que entiendo conlleva. Lo acepto, con una
condición: que los aquí presentes tomen todos –yo ya lo tomé– el genuino
compromiso de revertir la situación que vive el África.
Sí, así como oyen. ¿Los
decepciono? ¿No se esperaban esto? Bueno, perdonen, pero creo que no estoy
pidiendo nada fuera de lugar. ¿En nombre de qué derecho mi población, mis
hermanos, fueron convertidos en esclavos? ¿Con qué derecho nos han saqueado
históricamente como lo han hecho las potencias occidentales? ¿Por qué estamos
condenados a ser los vencidos, los olvidados, los marginales, los miserables?
¿Por qué tenemos que vivir de las infames limosnas de la caridad internacional,
siempre deficientes, siempre a destiempo? ¿Con qué derecho se nos quiere hacer
pagar una inmoral, insoportable y nefasta deuda externa que ningún habitante
del África ha contraído directamente? ¿Cómo olvidar los siglos de explotación,
de ignominia, de degradación que nos tocó soportar, solo por ser negros? ¿Por
qué estamos condenados a soportar una enfermedad como el VIH-SIDA, guerras
fratricidas que nos inventan desde fuera de nuestras fronteras, saqueo
inmisericorde de nuestros recursos? ¿Y si fuera cierto que pedimos que, a
partir de ahora, la monarca del Reino Unido de Gran Bretaña y la Irlanda del
Norte –y por qué no también sus súbditos– hablen idioma suahili? ¿Y por qué
tenemos que aceptar tomar Coca Cola y comer Mc Donald's? ¿Acaso no tenemos
comidas decentes en nuestros pueblos? ¿Con qué derecho se considera que
"la cultura" debe tener por símbolo un Partenón griego –como es la
representación de la UNESCO– y no, por ejemplo, uno de nuestros bohíos? ¿Quién
nos ha hecho creer que los blancos son más "cultos" que los negros?
¿Por qué los negros estamos condenados, si bien nos va, a ser deportistas
profesionales? –los gladiadores modernos para el circo contemporáneo. ¿Acaso
los negros no podemos ser más que delincuentes cuando habitamos en el mundo de
los blancos? ¿Es ese nuestro destino? ¿Inmigrantes ilegales, ladrones, barrios
marginales?
Acepto su blanco premio, señoras
y señores, sólo a condición que ustedes reconozcan en público, aquí, delante de
todas estas cámaras de televisión, que con un Premio Nobel dado a un negrito no
se está resarciendo una mierda la infamia histórica, el despojo descomunal y la
injusticia infinita que se ha cometido en contra de nuestros pueblos.
Acepto este blanco premio, no
diré manchado de sangre, pero sí condicionado por sus asquerosos billetes de
bancos occidentales, sólo a condición que quede claro que esto es un inicio
–algo payasesco por cierto– de un proceso de reparación que debe llevar años,
siglos quizá. ¿Quién nos va a devolver los bosques desaparecidos? ¿Quién, cómo
y cuándo va a pedirnos perdón por la esclavitud a que nos forzaron? ¿Creen
ustedes, por casualidad, que este premio remedia algo? ¡Ni mierda! Pero lo
acepto de todos modos. Muchas gracias.
¿El texto es tuyo? Porque esa persona no existe, o al menos no ganó ningún Nobel de Literatura.
ResponderBorrarMe llamo poderosamente la atencion leer que un Tanzano (persona nacida en Tanzania) haya ganado el premio Nobel de Literatura,pero mas que eso investigue al respecto y no encontre indicios de ese hecho,el Premio Nobel de Literatura es otorgado en el mes de Diciembre,en el 2019 lo gano un Austriaco,pero voy mas alla y busco la lista completa de la lista historica de los galardonados y ese señor ABUNDA LAGULA NO APARECE POR NINGUNA PARTE, a menos que alguien haya hecho alguna broma (por el nombre) puede alguein ayudar a descubrir la verdad???
BorrarAbunda la gula ...es literal no un nombre ..muy buenoooo
BorrarReconociendo que, Abunda Lagula, es un personaje ficticio, no resta importancia a la denuncia que se hace por medio del escrito. Desde mi punto de vista, con el título, lo que se quiso decir es: Abunda Lahambruna, tomando hambruna como el antónimo de gula. Las denuncias son reales, lo que se dice es un texto que realmente de otro modo causaría un ruido muy grande entre las grandes potencias occidentales. Ojalá que, el creador de este texto, algún tiempo sea visibilizado. Realmente su denuncia merece elogios.
BorrarMe gustaría el nombre del autor del texto
BorrarABUNDA es un FAKE=FALSO NO existe tal personaje ni ha recibido Premio NOBEL No engañen y desinformen a la gente
BorrarLo genial de Colussi es que hizo una profecía con lo del personaje Abunda Lagula de Tanzania, pues al poco tiempo le dieron un premio Nobel de Literatura a un escritor nacido en Tanzania, precisamente. Por primera vez alguien de Tanzania lo recibió, es sensacional lo que vino a concretarse tiempito después de la "fake".
BorrarLo genial de Colussi es que hizo una profecía con lo del personaje Abunda Lagula de Tanzania, pues al poco tiempo le dieron un premio Nobel de Literatura a un escritor nacido en Tanzania, precisamente. Por primera vez alguien de Tanzania lo recibió, es sensacional lo que vino a concretarse tiempito después del relato con el personaje de Colussi.
BorrarAbunda lagula no existe o es un personaje creado? Por favor aclarar de quien es el escrito. Es maravilloso y rico en su contexto.
ResponderBorrarABUNDA LA GULA ....SI EXISTE EN OCCIDENTE ... EN AFRICA ABUNDA LA HAMBRUNA ... TAMBIEN EXISTE ...
BorrarEscribir a mi correo quien me pueda explicar por favor. ygluisye@hotmail.com
ResponderBorrarhttps://mcolussi.blogspot.com/2020/02/increible-discurso-pronunciado-por.html
BorrarEn verdad no existe tal escritor, ni mucho menos ganó el Premio Nobel, todo es creación (muy buena, por cierto, ver comentarios) de Mario Colussi en su Blogspot.
https://mcolussi.blogspot.com/2020/02/increible-discurso-pronunciado-por.html
BorrarEn verdad no existe tal escritor, ni mucho menos ganó el Premio Nobel, todo es creación (muy buena, por cierto, ver comentarios) de Mario Colussi en su Blogspot.
No se encuentra registrado el nombre de Abunda Lagula. Aunque el escrito está lleno de una realidad cruda. Sería bueno saber quién lo escribió y porque inventó el personaje y su supuesto Premio.
ResponderBorrarSea cual sea la intención, no se justifica el escrito, pues queda como noticia falsa y se pierde credibilidad.
BorrarPara mi, no pierde credibilidad, porque esa es una realidad de la que se habla, pero no se resuelve, pudiendo resolverse. Un genio el que lo escribió
BorrarIndependientemente de que Abunda Lagula es un personaje creado por el autor de tan excelente creación literaria, vale la pena como reflexión sobre el sufrimiento de los pueblos que han sido históricamente despojados de sus derechos humanos por parte de los imperios de todos los tiempos, es un ejercicio para la conciencia. Felicito al autor, aunque le recomendaría aclarar la procedencia, autoría e intención real del escrito, así no perdería la seriedad e importancia del discurso en si, el cual por demás es una realidad vivida por millones de humanos que hoy viven la gran injusticia que provee el capitalismo salvaje
BorrarPor supuesto es apócrifo. Si es así, se tendría que aclarar que lo es. Y espero que sea escrito de verdad por un africano, o por lo menos un afrodescendiente. De lo contrario, a pesar de decir verdades y estar bien escrito, sería otra vez colonialismo. No se pone en la boca de un africano ficticio lo que nos gustaría que diga un africano verdadero. Para eso tenemos los discursos de Tomás Sankara, o de Nelson Mandela, o de Nyerere, y muchos africanos y africanas más.
BorrarDicho eso, felicitaciones por el nivel de escritura y argumentación.
Leídos los comentarios, q aportaron luz, y otros q muestran sombras, digo que debiéramos ser más responsables al compartir algo, y tratar de verificarlo llegando hasta la fuente. En este caso, compartiendo la URL del Blog.
BorrarDisfruten y compartan si están de acuerdo, copian y pegan el enlace.
https://mcolussi.blogspot.com/2020/02/increible-discurso-pronunciado-por.html?m=1
Extraordinario, me he de suponer que todos somos Abunda Laguna, quien quiera que lo escribió lo hizo de manera sublime, yo no sería tan aplomada.
ResponderBorrarhttps://mcolussi.blogspot.com/2020/02/increible-discurso-pronunciado-por.html
BorrarEn verdad no existe tal escritor, ni mucho menos ganó el Premio Nobel, todo es creación (muy buena, por cierto, ver comentarios) de Mario Colussi en su Blogspot.
Abunda la gula, por eso hay tanta hambruna.
BorrarNo está registrado como ganador del premio Nobel de Literatura. El texto es conmovedor y movilizador, sin embargo, porque ponerle el título que señala falsedad?
ResponderBorrarMe pregunto si lo habrías leído si el título fuese otro. No intento con ello responder tu pregunta
Borrarel nombre obedece a la abundancia de gula y hambre:Abunda La Gula
BorrarExactamente desde Venezuela escribo y ando con la inquietud de saber quien es este maravilloso relator de una realidad de tamaño del Universo. Asumo entoneces que Abunda Lagula como dice una de las pesonas que aca escribe: Somos todos !! Gracias y si me pueden aclarar la maravillosa duda, les agradezco !!
ResponderBorrarhttps://mcolussi.blogspot.com/2020/02/increible-discurso-pronunciado-por.html
BorrarEn verdad no existe tal escritor, ni mucho menos ganó el Premio Nobel, todo es creación (muy buena, por cierto, ver comentarios) de Mario Colussi en su Blogspot.
Ni en mil años podrán resarcir tantos abusos de parte de los "blancos" o "caras pálidas" al continente africano, enfermedades, asesinatos, esclavitud e imposiciones de lenguas y religión.
ResponderBorrarABUNDA LAGULA, DE TANZANIA, no existe como dicen más arriba. ¿Podrías aportar más datos al respecto: ¿quién es, cuándo se lo dieron, qué libros tiene?. Gracias. Espero no sea un Facke 8aún las denuncias que en su texto se dice). Saludos.
ResponderBorrarhttps://mcolussi.blogspot.com/2020/02/increible-discurso-pronunciado-por.html
BorrarEn verdad no existe tal escritor, ni mucho menos ganó el Premio Nobel, todo es creación (muy buena, por cierto, ver comentarios) de Mario Colussi en su Blogspot.
Fantastico texto!!
ResponderBorrarPaquin Delfín Lara generó este diálogo: "Querido Cruz, el personaje no existe. Parece que el autor del texto es Marcelo Colussi. No encontré ningún libro de Abunda. Este comentario lo hizo un sexólogo mexicano amigo al Increíble discurso que nos compartiste y considero que era Real, Veraz y Oportuno. Yo le respondí así: Paquín Delfín Lara Si no existe otro presidente de Venezuela distinto a Nicolás Maduro pero Trump dice que existe después de su auto proclamación y lo reconoce y ha hecho reconocer y tratar como si es Real por medio centenar de gobiernos de naciones de Europa y América...este premio Nobel de literatura tiene que existir en la literatura universal. Mil veces mejor que todos los fake news que sostienen un sistema imperialista neoliberal destructor de pueblos y planeta sin mucha esperanza de freno y menos de rectificación. Quien lo compartió en nuestro grupo de chat de la Maestría en Derechos Humanos de la Ubv creyó que era cierto o lo hizo como un ejercicio de aprendizaje o evaluación de los maestrantes lo vamos a averiguar y te informaremos por este espacio. Gracias por la información y lo celebraremos en razón de la Verdad que nos permite compartir sobre el Continente de África y lo vivido ayer, hoy y por muchos años o siglos más por la raza negra por negros, esclavos y pobres. El próximo 25 Congreso Mundial de Sexología será el próximo año en Sudáfrica después del realizado el año pasado en México. Sirva este Discurso de PUENTE LITERARIO LUMINOSO de preparación para ese Encuentro. Soñamos ir y trabajaremos para asistir. Estamos preparados hasta para Errar: "Inventamos o erramos.". Creación y recreación de saberes con todas sus implicaciones que ello representa. Cruz Yayes Barco.".
ResponderBorrarMuy buen comentario!!! Gracias
BorrarEntre tantas fake news q hacen daño a los pueblos del mundo, celebro ésta: Abunda Lagula, alias Mario Colussi, dijo lo q nadie había dicho con tanta claridad.
BorrarEs que nadie sabe nada de ÁFRICA SIENDO LA MADRE. QUE IGNORANCIA
ResponderBorrarMe podría Ud responder, cuándo ganó Tanzania el Nobel de literatura y, sobre Abunda Lagula, es un nombre nacido de un chiste, al interrogar ¿cómo se dice hambre en África? Abunda Lagula.
ResponderBorrarAbunda Laguna,CREO que somos todos los pueblos y cada UNO de los millones de seres humanos del pasado ,del presente y porque no decirlo del futuro, que vivierón y que padecen la ignominia no sólo por ser de color diferente, sino tambien por ser pobres, humildes, no solo es Africa es tambien America latina,y todos los otros pueblos que han sido pisoteados, humillados,saqueados, destruidos, por el gran capital que SOLO HA DEJADO HAMBRE, DESTRUCCIÖN y MUERTE...Quien sea ABUNDA LAGUNA es más que una imaginación es una realidad...
ResponderBorrarAsí es
BorrarEs Abunda Lagula
BorrarAbunda Laguna,CREO que somos todos los pueblos y cada UNO de los millones de seres humanos del pasado ,del presente y porque no decirlo del futuro, que vivierón y que padecen la ignominia no sólo por ser de color diferente, sino tambien por ser pobres, humildes, no solo es Africa es tambien America latina,y todos los otros pueblos que han sido pisoteados, humillados,saqueados, destruidos, por el gran capital que SOLO HA DEJADO HAMBRE, DESTRUCCIÖN y MUERTE...Quien sea ABUNDA LAGUNA es más que una imaginación es una realidad...
ResponderBorrarSimple, sencillo, elemental y básico, de lo que adolece la inmensa mayoría que se cree superior a los demás: DIGNIDAD. Aplauso para Abunda Lagula.
ResponderBorrarAbunda Lagula no es uno, no es más de uno.... es la manifestación clara y contundente de reafirmar nuestra esencia como Seres Humanos. Todo lo que implique hacer respetar nuestra dignidad, no sólo merece el aplauso y el agradecimiento sino el verdadero valor que encierra en si misma la Dignidad Humana.
Normalmente el premio Nobel de Literatura se otorga a finales de septiembre o principios de octubre y la ceremonia de premiación es en diciembre. Abunda Lagula no existe, es una figura inventada para crear la ironía y el sarcasmo sobre los ídolos de barro, a la vez que se manifiesta el rechazo a la creencia de superioridades inexistentes.
JACR, MD.
El discurso es muy bueno pero la supuesta originalidad del nombre del autor -el falso escritor Premio Nobel de Literatura, de Tanzania- hace que el verdadero autor del texto quede a la altura de un simple payaso con mal gusto, que se burla de todo aquello que, se supone, defiende en su texto. ¿Por qué digo esto? Porque el nombre ABUNDA LAGULA está sacado de un lote de chistes donde se "traducen" expresiones en español al swahili. Y ese nombre, Abunda Lagula (abunda la gula) sería cómo se dice en swahili HAMBRE.
ResponderBorrarGracias Marcelo,l lo republicare como de tu autoría. Me parece un excelente alegato.
ResponderBorrarOpss Marcelo. No te conozco, pero me encanta todo lo que ha generado tu texto hoy. Se ve que está girando a toda velocidad por las redes. Algunos más curiosos empezamos a buscar y nos encontramos en tu blog. Saludos muy bueno
ResponderBorrarGenial, me encantó. Que no sea verdad lo hiZo más real. Y el nombre del ganador está muy bueno. La Gula es un símbolo de esta sociedad avasallante. Gula y hambre son opuesto. Y en este caso es la Gula la causa del hambre de muchos
ResponderBorrarBuenas noches. También me he pasado casi una hora buscando a Abunda y no encuentro nada de él. Encontré este texto de Marcelo Colusi.http://cultural.argenpress.info/2013/09/cartas-nunca-enviadas.html?m=1
ResponderBorrarANTE UNA HUMANIDAD CRUEL, SORDA, TERCA, INSENSIBLE, EL AUTOR UTILIZA UN SOFISMA PARA QUE SU RECLAMO SEA ESCUCHADO E INTERIORIZADO, Y CREO QUE LO LOGRA O POR LO MENOS CONMIGO.
ResponderBorrarExacto
Borrar¿Tendrían que reclamar los africanos con su voz, no crees? Y sí lo hacen, sólo que son acalladas. Como todas las personas oprimidas de la tierra, no necesitan de voces prestadas, sino de espacios donde ser escuchadas. Dicho eso, el texto es muy bueno, pero es falaz por el título. Tendrían que haber aclarado la verdad. Tal vez con una nota, pero aclararlo. De lo contrario, otra vez es colonialismo.
Borrarse Puede identificarsee con Africa, sin nécesidad
Borrarde ser africano
Desgraciadamente ningún escritor tanzano ha recibido jamás un premio Nobel. En todo caso muy bueno el mensaje decolonial. Aunque ese “chistecito” del título es de mal gusto. Solo espero que eso no eche por tierra todas las buenas intenciones.
ResponderBorrarMuy acertado tu comentario
BorrarMarcelo Colussi: Será tuyoel texto? Como sea:
ResponderBorrarLas palabras vertidas en el texto son un llamado a nuestra conciencia y Acción a las minorías de nuestras tierras. Ojala que el título, como bien lo expresan en comentarios anteriores no sea motivo de negación a esta realidad.
https://www.lavanguardia.com/libros/20191010/47891523299/nobel-literatura-2019-premios.html
ResponderBorrarBuenísimo de principio a fin.Ya sabemos que Abunda Laguna no existe pero me gustaría seguir leyendo al creador del discurso.
ResponderBorrarQuerido Marcelo: Qué maravilla de discurso el que has dado a nombre del ficticio Nobel Abunda Lagula, de Tanzania, con qué objetividad describes el dolor de un pueblo, del África en general, y al mismo tiempo con qué dignidad reclamas, así algunos puedan pensar que ya para qué. Nunca es tarde para desnudar la injusticia, para reclamar con la verdad, para enrostrarle la intolerancia al blanco. Nunca es tarde para, por último, tirarle la mierda de vuelta, en forma de palabras, a la sifilización occidental, en un noble intento por reparar, lo que hasta ahora nadie antes intentó siquiera hacerlo. Un fuerte abrazo.
ResponderBorrarQue magistral denuncia de las atrocidades ,ocurridas en aras de la mal llamada CIVILIZACIÓN..
ResponderBorrarQuién sabe si es real o no este abunda paula y si gano premio Nobel de Literaturas. Sólo tengo la certeza de lo que allí expresa, es lp más sensato que he leído; porque esto ocurre en todo los tiempo hasta en la actualidad, quesa reflejada nuestra pobreza humana !!!
ResponderBorrarLa sinceridad del pensamiento con que el autor, exita o no como tal, describe una realidad planetaria que invita a la reflexion. Es posible que nos haga pensar profundamente en el comportamiento abusivo del poder de la inteligencia humana.
ResponderBorrarUn aplauso para el que escribió eso , la verdad? Sea quien sea se merece el premio ,de literatura y de la paz ...ojalá llegue esto a mucha gente y nos empecemos a dar cuenta de lo que pasa más allá de nuestras narices
ResponderBorrarUn fuerte abrazo al escritor...
Muy "al hueso" tu texto, en el fondo. ¡Comparto plenamente!
ResponderBorrarEn la forma, me llamó la atención que no se siente como un texto traducido desde el ingles, como debiera ser; se ve como escrito directamente en castellano. Esto ya sugiere que se trata de un escritor ficticio que pone el dedo en una llaga demasiado real.
Notar que como dice Abunda los responsables del saqueo, genocidio y esclavitud de los africanos fueron europeos, ¡que de hecho eran cristianos! Incluso los teólogos católicos llegaron a consensuar con gran esfuerzo que los amerindios después de todo tenían alma, pero los africanos sí que no. Los musulmanes hicieron su parte, en el norte de Africa, pero parece que fueron bastante mas católicos que los cristianos (también esclavizaban alegremente a los eslavos...).
Hace un tiempo que pretendo aprender swahili, ademas de lingala (bantú); aprender un idioma "lejano" es zambullirse en otra Weltanschauung...
La iniciativa es increible; por un momento me convencí de la originalidad del texto. Si algun africano, especialmente de Tanzania hubiese escrito esto, es la pura verdad. Pero no pasa de ser una genial falsedad.
ResponderBorrarllegue aqui, porque mi hermano de Venezuela me compartió por whatsapp el supuesto discurso, yo vivo en Canada, en internet una noticia falsa viaja muy rápido pero creo el escrito cumple su función, y me encanta que de una manera casi al estilo de Bart Simpson con el nombre del personaje, la gente comparta esta noticia como cierta y muchos la lean con el interés que se lee a un ganador de un premio nobel de literatura.
ResponderBorrarAbunda Lagula o abunda la gula es el despojo y esclavitud que ha propiciado el poder desde siempre, llámese cómo se llame. Pero ha sido la práctica perversa del capitalismo (acumulación de capital) que ha condenado al Sur a la realidad de "Tanzania".
ResponderBorrarExcelente escrito que devela la inmoralidad del Occidente "cristiano, calvista, etc" espoliando, saqueando,empobreciendo, esclavizando al Sur. Siempre los países del sur que siguen condenados a "cien años de soledad".
Es un engaño. Un fake news masivo que masifica un virus tan letal como el coronavirus: la ignorancia. La de las redes sociales que no averigüan ni conocen nada de literatura africana. Mientras más gente difunda esta falacia, y en Latinoamérica son legión los que se creen que todo es literatura, que todo es poesía, y todo es revolución, más virus invaden la red: los virus del odio, del mal gusto y de la ignorancia de literatura, de poesía y del África. Les ayudo: 1) No existe ni un solo premio nobel con ese nombre. 2) No existe ni un solo escritor africano o de Tanzania con tal nombre. 3) Si la gente supiera traducir lo que significa "Abunda Lagula", nadie de nuestros candorosos analfabetas con cuenta gratuita en facebook y twitter ni siquiera intentaría alabar el fake news, menos aún difundirlo. 4) El difusor del fake news termina burlándose no tanto de los ricos del imperialismo de los blancos y del nobel, sino de la gente que desconoce de literatura, de África, de Tanzania y del orbe. Y demostrar que cualquier cosa, con una pizca de sapería criolla bien sazonada con mamertismo, se convierte en viral. Jajaja, un abrazo y no me pondré a su disposición para un breve curso de detección de fake news. El chasco masivo es de Latinoamérica, el continente que menos literatura africana lee en el orbe: "mi Macondo del alma". Chau, Marcelo.
ResponderBorrarAlexis Térico cree que su conocimiento le permite menospreciar la inteligencia de sus semejantes pero ni siquiera sabe diferenciar una Fake News de un ensayo satírico.
BorrarEs un reclamo justo del continente mas pobre y explotado,su denuncia debe golpear a quienes sometieron a esos pueblos...sufren de pobreza,hambre y abandono, sus territorios fueron salvajemente saqueados. Y resulta algo sublime el que un sabio escritor haya suplantado a un oroginario de la raza negra. Felicitaciones por develar una gran verdad, que ocultan las voragines imperialistas.
ResponderBorrarYo soy italiana, el texto me llegó por WhatsApp, me lo envió una amiga desde Argentina. Fue reenviado muchas veces como si fuera una noticia verdadera. Jajaja!
ResponderBorrarHakuna matata
ResponderBorrarNo puedo creer o más bien me entristece que la mayoría de los comentarios si no todos, pongan el acento en la forma más que en el contenido. Se nota que nos hemos acostumbrado a la injusticia, por eso en Chile los jóvenes luchan "hasta que la Dignidad se haga costumbre". En el caso de Africa el sufrimiento y el despojo sigue siendo la forma como el mundo trata a un continente entero...
ResponderBorrarMUY BUENO. VALE LA PENA LEERLO EN EXTENSO.
ResponderBorrarEn todos los paises del mundo existe la Sra o Srta ABUNDA solo que cambia el apellido.
ResponderBorrarAbunda la miseria;Abunda la pobreza:Abunda la corrupción;Abunda la ignorancia;Abunda la falta de oportunidades para los mas desposeidos;Bueno será que el mundo es asi;aún Abunda en mi el deseo que un día algo o alguién lo pueda hacer cambiar..
Marcelo Colussi: es excelente el texto! Ojalá algún Nobel pudiera dar un discurso como este, o que muchos blancos nos diéramos cuenta (mejor si es allende los mares) y asumieran lo que se ha hecho de África y su gente!
ResponderBorrarEl texto esta muy bien escrito y marca una gran verdad...pero me es una falta de respeto a todos los que nos conmovemos con la calidad del premio supueeeestamente otorgado a un africano nacido en ese pais tan empobrecido.Tiene que haber un limite en la publicacion de este tipo de noticias ya que cdo. sean reales se pierde credibilidad y emocion espontanea.
ResponderBorrarMuy interesante el punto de vista de Lagula, pero lamentablemente sus palabras no han sido tenidas en cuenta por la "prensa seria" del mundo; algo parecido le ocurrió al científico árabe Kazar Lakhama, laureado con el premio Nobel de física, cuando proclamó que "para lograr un mundo más justo e inclusive es necesario adoptar como forma de vida la horizontalidad".
ResponderBorrarQue mejor oportunidad que esta para denunciar lo que la desvergueza imperialista en su afán depredador ha hecho no solo en África, lo ha realizado en todo el mundo y todavía no ha saciado su hambre de poder, ni su gula devoradora. Sigue corrompiendo a los gobernantes débiles de valores y amor por el suelo que los vio nacer, Bravo Sr. Lagula.
ResponderBorrarIrrespectivamente de cualquier tipo de consideración, el escrito pienso que es ofensivo a la inteligencia de quienes lo hemos leído. Lo que hay que hacer es aprender a manejarse con la verdad y no con bromas ni mentiras. 👎👎👎⚰️⚰️⚰️ PARA SU AUTOR.
ResponderBorrarBuen chiste
ResponderBorrarColussi, una pena que te guste hacer apócrifos. Una pena el Bolo.
ResponderBorrarSeguro va a circular entre los ignorantes que abundan como la gula.
Me emocionó inicialmente, pero al investigar un poco, me desilusionó comprobar que partía con una noticia falsa. Más respeto en las redes...
ResponderBorraraplausos de pié...tan necesario que aún su nombre.. necesitamos pensar que era real...una suerte de venganza..lo disfruté..un justiciero de los pueblos oprimidos del mundo..deseaba que ese personaje fuera real...gracias por crear realidades necesarias...próximos los escenarios cotidianos donde abunda lagula hará pié y gritará todas esas verdades a viva voz.
ResponderBorrarParece un cuento de Colussi, lo compartí y luego me decepcioné, es una grata inocentada, es el sueño de un frustrado escritor que plasma las injusticias de los aborígenes africanos.
ResponderBorrarA mi me parece despótico, disfrazado de falsa humildad, y denota una raiz de amargura y resentimiento. Quien lo escribió, obviamente no conoce el amor de Dios, ni menos debe creer en Dios y la redencion del Señor Jesucristo
ResponderBorrarcomo tantos, me surpreendi pela contundência do discurso. fui pesquisar mais sobre o autor. e a surpresa. uma ficção de uma cruel realidade.
ResponderBorrarVivir recordando el pasado es una gran tontería; hay tanto presente para crear futuro.Los seres que triunfan no pierden el tiempo recordando su pasado,ni dan lástima, son emprendedores, ven oportunidades, el planeta está lleno de ejemplos, pueblos que quedaron destruidos por guerras o catástrofes naturales y ahora son ejemplo de calidad de vida.Si un ser o un pueblo quiere mejorar lo primero que debe hacer es creer que lo puede lograr y prepararse.Con pesimismo, resentimiento, amargura lo que se logra es pobreza
ResponderBorrarLo que sería cojonudo es que ese discurso fuese de verdad, sería histórico que en esta Europa algún blanco engreido y etnocida reconociera que África existe, para todos estos no son sino números en pateras y vendedores de mercadillo. Con latinoamerica son solo sirvientes para sus casas, los negros no, por si acaso, ayer escuche el discurso del aniversario de los 200 años del congreso de angostura, me pareció muy bueno, pero en este continente de neofacistas, como diría galeano: el discurso rasca y rasca bien, pero rasca donde no pica. Estos sólo quieren las materias primas, la gente no les importa. Un saludo.
ResponderBorrarLa verdad tiene estructura de ficcion.
ResponderBorrarLa verdad tiene estructura de ficcion.
ResponderBorrar¡Potente escrito! Saludos desde Ica-Perú.
ResponderBorrarEl autor del discurso, bajo el seudónimo (sarcástico) de Abunda Lagula (Gula que dejó Hambre), narra con excelente estilo, en un supuesto "discurso" una realidad vergonzosa. Abunda Lagula, no es escritor, no es Nobel de Literatura , él es miles de personas en África y porque no aceptarlo de América.
ResponderBorrarExcelente !
El autor del discurso, bajo el seudónimo (sarcástico) de Abunda Lagula (Gula que dejó Hambre), narra con excelente estilo, en un supuesto "discurso" una realidad vergonzosa. Abunda Lagula, no es escritor, no es Nobel de Literatura , él es miles de personas en África y porque no aceptarlo de América.
ResponderBorrarExcelente !
Patricia Ramírez Basadre
Arequipa - Perú
Marcelo Colussi, falsa noticia, pero muy diciente, una realidad de realidades. Como despigmentada que soy, hay que revertir la situación que ha vivido, que vive y vivirá por muchos años, nuestra querida África; como los millones de afrocolombianos que viven en los lugares más desprotegidos de nuestro país. Otro mundo es posible y necesita la confluencia de la mayoría.
ResponderBorrarOlvidemos la forma, el truco, lo que interesa es el contenido y la astucia del escritor para lograr su objetivo, que se lea su texto que refleja una realidad de desigualdad y saqueo en el mundo, este cuate si merece el Nobel de verdad.
ResponderBorrarQuien sea que haya escrito este "discurso" debería ganar el Nobel por eso. Refleja una realidad tan tremenda y desgarradora que ya conocíamos pero que está sintetizada en estas palabras de una manera extraordinaria.
ResponderBorrarTomá pa`vo'
ResponderBorrarAlguien se los tenía que decir! Y fue en "negrito"
Lo adoro. Buscaré su obra, de escaso vuelo literario (según él mismo), porque a este lo banco. Victoria
¡que revuelo!, tal vez mejor revoloteo: que si es noticia falsa aclaren, que si no es aclaren, necesitamos realidad, el texto es genial pero si un blanco habla por los negros es falso, lo de los Trump y Cia, son mentiras, no hay que caer en es...La palabra es hermosa pero encubre la acción. Solo los generales hacen discursos en medio de la guerra. Y yo vivo en la guerra contra este sistema. ¡Vivan los Abunda Lagula!
ResponderBorrarCuando encuentro una bonita pintura, un grabado, un póster, siempre le pongo un marco, para ponerlo en un muro... y apreciarlo.
ResponderBorrarAl encontrar este hermoso grabado de letras negras sobre fondo blanco... me animé a ponerle un marco... se los comparto.
*En Blanco y Negro*
Sorpresivo Premio Nobel de Literatura a escritor tanzanio.
https://docs.google.com/document/d/1BTOtADGwqmEiorS6blAzi4HTeiSHy_yC2N9caHJGwJE/edit?usp=sharing
*Advertencia* ...
al final hay varias páginas en blanco... y luego un epílogo... en letras profundamente negras🤷🏼♂️