Casi el 14% del Producto Interno Bruto (PIB) del país lo dan las
remesas. (Y otro 10% lo aporta el crimen organizado).
Sin dudas, esa economía está bastante (¿terriblemente?) enferma.
¿Podrá arreglar eso el nuevo presidente? Ya pasaron 10 presidentes desde el
retorno de la democracia, las remesas siguen subiendo (¿crece la enfermedad?),
al igual que el crimen organizado y la cantidad de “mojados” que huyen
desesperados.
Todo esto indica que los presidentes (en Guatemala como en
cualquier país) no son sino los gerentes (¿capataces?) de quienes realmente
mueven las pitas…
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