Mónica: ¿Viste cómo ha cambiado el cine últimamente? Creo
que es un cambio de paradigma acorde a los tiempos que corren.
Josefa: No te entiendo bien. ¿A qué te referís?
Mónica: Es que hoy día el capitalismo global, distinto al
de años atrás que premiaba el esfuerzo personal y el trabajo, hoy día premia la
picardía.
Josefa: ¿Te referís a que hoy se entronizan los negocioso
sucios, las bribonadas, las jugarretas perversas?
Mónica: ¡Exacto! A eso me refiero.
Josefa: Sí, es cierto: hoy día se premia lo mafioso, lo que
años atrás se hubiera condenado.
Mónica: Así es. ¿Cuáles son los principales negocios del
sistema capitalista global? Las armas, para producir guerras inventadas que
matan gente. El trasiego de armas en negro: otro gran negocio…
Josefa: ¡La narcoactividad!, que mueve montañas de dinero
que luego se lavan en los paraísos fiscales.
Mónica: Y justamente eso: el circuito financiero. Se gana
plata sin producir nada. Pura especulación en las Bolsas de valores, lavando
dólares del narcotráfico o de la venta ilegal de armas. ¿Quién maneja el mundo?
¡Los bancos!
Josefa: ¡Terrible!, ¿verdad? “Es delito robar un banco,
pero más delito es fundarlo”, dijo alguna vez Bertolt Brecht.
Mónica: Sí, terrible… Por eso te decía que el cine, el de
Hollywood al menos, entroniza eso, esa mafia, esa cultura perversa y
aprovechada.
Josefa: Tenés razón. Ahora muchas de las películas esas no
levantan la figura del “muchachito bueno” que persigue a los “malos”, a los
“pillos”.
Mónica: Al contrario: pareciera que se premia la
transgresión, el negocio sucio.
Josefa: Es cierto, amiguita: estoy cansada de ver películas
donde ahora el ganador es el delincuente, el “malo”, el que se sale con las
suyas. En otras palabras: quien transgrede.
Mónica: ¿Una forma sutil de pasarte el mensaje de que “se
vale todo”? ¿Se endiosa la perversión? ¿Se endiosa el reino del más “vivo”
dejando de lado el trabajo honesto?
Josefa: Pareciera que sí…
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