Por Nazanín Armanian
Los camiones de caridad de la USAID destinados a
Venezuela siguen estacionados en la frontera con Colombia mientras Donald
Trump, el hombre que personifica la solidaridad, amenaza al país suramericano
con un ataque militar: quiere que miles de venezolanos que morirán por el
impacto de bombas y balas lo hagan con el estómago lleno de galletas que no
pudo vender en el mercado de los países desarrollados, quizás por utilizar
semillas modificadas o porque estaban a punto de caducarse. La Agencia de EEUU
para el Desarrollo Internacional (USAID) fue creada en 1961 con la intención de
ampliar el “Plan Marshal” a los países estratégicos del mundo, canalizando sus
políticas para 1) impedir que las fuerzas comunistas, -que se fortalecieron al
derrotar al fascismo en la Segunda Guerra Mundial-, tomasen el poder, y 2)
abrir nuevos mercados a las empresas de EEUU. El vínculo entre la USAID y la
Oficina de Seguridad Pública, entonces dirigida por el agente de la CIA Byron
Engle, ha ido renovándose año tras año: en 2015 Barack Obama nombró a la
directora del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca Gayle Smith como
la directora de la agencia. Según WikiLeaks, entre 2004 y 2006, la USAID
realizó diversas acciones en Venezuela y una donación de 15 millones de dólares
a decenas de organizaciones civiles, con el fin de llevar adelante la
estrategia del ex embajador de Washington Venezuela William Brownfield, basada
en provocar fractura en el chavismo y organizar a los sectores descontentos con
las reformas del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Las funciones de USAID
1.
Elegir el país adecuado para el proyecto
elaborado por la Secretaría de Estado, y obviamente, no siempre es el más
necesitado. Luego la agencia debe decidir en qué sector se va a implicar,
aunque sus preferidos son el de energía, educación, salud, seguridad y
agricultura. En éste suele sustituir la producción de cultivos alimentarios por
los comerciales. Después, coloca a sus efectivos en los puestos claves para
subvertir las economías locales. Las veces que contrata a valiosas personas
solidarias nativas, es para reducir a quienes deberían militar en los partidos
políticos para un cambio fundamental en meros gestores de caridad. En Irak
colonizado, USAID inyecta la economía neoliberal, impone masivas
privatizaciones, incluida una parte de la industria petrolífera, y obliga
a la teocracia títere instalada comparar granos transgénicos de
Monsanto. En Perú, la agencia donó 35 millones de dólares en los años 1990 a la
campaña de Alberto Fujimori, cuyas medidas económicas hundieron al país en la
miseria. La solución del protegido de USAID no fue reducir la pobreza sino a
los pobres: Fujimori esterilizó de forma forzosa a 300.000 mujeres indígenas.
2.
Debilitar e incluso eliminar las
instituciones del país receptor, creando redes y entidades paralelas, promoviendo la
desnacionalización de los sectores fundamentales en favor de la gestión de
los “emprendedores”. Obviamente, el interés de la burguesía de EEUU
no está en la autosuficiencia de otros países, sino todo lo contrario.
3.
Facilitar a la CIA “plantar sus
hombres en las policías de los países estratégicos de todo el mundo“, afirma el
ex corresponsal de New York Times AJ Langguth. De hecho, el
presupuesto de USAID en parte es el financiamiento oculto de las agencias de
inteligencia de EEUU.
4.
Fortalecer el dominio de EEUU sobre las
finanzas mundiales. En India, país retén de China para Washington, USAID en
coordinación con el gobierno ultraderechista de Narendra Modi implantó la “digitalización
de la economía”, obligando a decenas de millones de personas de las clases
más desfavorecidas del país abandonar el pago en efectivo en favor del digital,
dándoles solo un mes -noviembre del 2016- para entregar sus billetes
grandes al banco, cuando la mayoría ni tenían ni cuenta bancaria, y ¿Qué
consiguió USAID?
a)
Servir a los intereses de las Tecnologías de
la Información (TI), a los proveedores de servicios de pago y a
las compañías de tarjetas de crédito MasterCard, Visa y a la Fundación Gates
que prometió a cambio donar un generoso cheque a la ONU.
b)
Empobrecer a los indios, acabando con los ahorros de muchos
pequeños comerciantes y productores, que no consiguieron ingresar su dinero.
c)
Hacerse con los datos de los usuarios.
d)
Al reducir el uso de efectivo a nivel mundial, permite a EEUU
fortalece el dólar mediante el predominio de sus empresas sobre las finanzas
internacionales.
e)
Vigilar el negocio global: Washington así puede sancionar, por
ejemplo, a las compañías que trabajan con Irán, como la china Huawei.
5.
Capacitar las fuerzas de represión de un
estado,
preparándolas para desmantelar la resistencia de la población. El hombre de
USAID en Uruguay Dan Mitrione daba cursos en los años setenta sobre
el “complejo arte del interrogatorio” y de cómo habría que torturar a
los detenidos, utilizando “en directo” a hombres y mujeres sin techos
como cobayas humanos. USAID, junto con Green Berets (Boinas verdes) y CIA, está
implicada en la tortura, matanza y la desaparición de miles de hombres y
mujeres progresistas guatemaltecos, al entrenar para esta misión a cerca
de 30.000 policías y grupos paramilitares. En Brasil la Oficina de Iniciativas
de Transición (OTI), una contratista de USAID dedicada a desestabilizar
los gobiernos no aliados, operó del mismo modo. Una de sus víctimas
fue Dilma Rousseff, detenida y torturada por ser una estudiante marxista.
6.
Crear miles de puestos de trabajo para
las ONG estadounidenses y dotándolas de enormes fondos públicos y privados al servicio
de los intereses de donantes como Rockefeller, Soros, Gates, Ford y Omidyar,
mientras abre los mercados a las corporaciones de EEUU. La propia USAID afirma
devolver a su país cerca del 80% del dinero invertido en esta organización. Una
vez que Bus y sus aliados convirtieron a Irak en escombro a golpe de mentirasen
2003, uno de los contratistas de USAID, “Creative Associates International Inc.
(CAII)” se adjudicó un contrato por el valor de 157 millones de dólares
destinados a comprar pizarras y tiza para los colegios previamente destruidos
por los misiles estadounidenses. Otro, International Relief and Development
(IRD), recibió 2.4 mil millones de dólares con los mismos fines, y Halliburton
y Bechtel otros tantos. En Afganistán, el principal receptor de las ayudas de
EEUU, y donde aterrizaron cientos de onges occidentales “expertas en género” para
“salvar a las mujeres”, USAID destinó 216 millones de dólares en 2018 para
empoderar a 75.000 mujeres: según el Inspector General Especial para la Reconstrucción
de Afganistán sólo empelaron a unas 50 y el dinero de los contribuyentes se
esfumó. Pasó algo parecido a otros 89.7 millones de dólares. Arnold Fields, su
director fue forzado a dimitir por el Congreso. La “Democratización de
Afganistán” dirigida por Bush-Cheney y 300.000 soldados de la OTAN y
decenas de miles de la subcontrata “Yihadista” del
Pentágono, además de acabar con la vida de cerca de un millón de afganos y
provocar la huida de millones de familias de sus hogares, ha significado borrar
la memoria histórica de esta nación desde los libros de texto: pocos recuerdan
que la República Democrático de Afganistán (1978-1992), dirigida por los
comunistas, eliminó la usura, el cultivo del opio, legalizó los sindicatos,
estableció una ley de salario mínimo, el convenio colectivo, la igualdad entre
el hombre y la mujer, que permitió que por primera vez el 40% de los médicos
fueron mujeres así como el 60% del profesorado de la Universidad de Kabul. Se
declaró gratuita y universal la educación, al igual que la sanidad, duplicando
además las camas en los hospitales. Según la Misión de Asistencia de las
Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), el número de civiles muertos o heridos
en los ataques de la OTAN en 2017 aumentó un 50% respecto al 2016, y que dos tercios
del total eran mujeres, niños y niñas. Hoy en las escuelas de USAID no enseñan
los valores de la colectividad, sino el individualismo más perverso
de “sálvese quien pueda”.
7.
Socavar la resistencia al imperialismo y a las
dictaduras aliadas, en los países en tensión, paliando el hambre de forma
puntual y en momentos concretos con una limosna, impidiendo que la población se
organice exigiendo la justicia social. En Egipto, tanto en el periodo del
régimen de Mubarak como hoy bajo el despotismo del general al Sisi, Washington
obliga a El Cairo comprarle armas cuando miles de personas viven en los
cementerios, y luego le envía a USAID para repartir pan en los barrios que se
levantaron durante la secuestrada “Primavera” del 2011, socavando la
resistencia. Ha hecho lo mismo en Haití: en los barrios donde los trabajadores
habían organizado “ollas públicas” para demandar justicia, reparte
míseras bolsas de comida, forjando lealtades: “todos besarían las manos
que les da de comer”, ha pensado.
8.
Provocar protestas populares contra los
gobiernos que repudia bajo la bandera de “Promoción de la democracia”. USAID ha sido
expulsada de Rusia, de los países del ALBA (Bolivia, Cuba, Ecuador, Dominica,
Nicaragua y Venezuela) y de Burkina Faso. Aquí, el presidente de Thomas
Sankara, El Che Guevara de Burkina Faso, fue derrocado por un golpe de estado
patrocinado por Francia y asesinado en 1987 en castigo por sus grandes medidas
dirigidas a la autosuficiencia de la nación. Libia, uno de los
países más desarrollados de África, hoy es el mejor ejemplo de esta clase de “liberación”.
9.
Crear sus propios medios de comunicación aparentemente
despolitizados (deportivos, musicales, etc.) enviando mensajes subliminales a
beneficio de la economía de mercado, del consumismo, la insolidaridad, etc.
USAID, a través de la OTI, introdujo en Cuba en 2010 un sistema de mensajería
similar a Twitter llamado ZunZuneo. Mientras recopilaba los datos personales de
cientos de miles de usuarios a través de sus móviles, pretendía organizar
disidencias en la red y también en las calles. Creative Associates
International Inc. (CAII), otra de los contratistas de USAID, patrocinó a
algunos raperos para atrapar a los jóvenes.
10.
Recibir más subvención por mayor
destrucción a causa de la guerra: en marzo del 2017, EEUU bombardeó “por error” un edificio en
Mosul matando a 105 iraquíes civiles: dos días antes USAID había presentado su
solicitud de nuevos presupuesto para la reconstrucción de Irak: ¿Mercaderes de
“guerra-construcción”? ¿Bomberos pirómanos? ¡Todo parecido a la escena de la
película “Niño” en la que Charlot propone a su hijo romper los cristales del
vecindario para lucrarse instalando vidrios nuevos es pura coincidencia! Si la
guerra y la pobreza no fueran tan rentables estarían prohibidas por la ley.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario