sábado, 27 de junio de 2020

DE CÓMO LA IDEOLOGÍA NOS ARRUINA LA CABEZA


 

 

 

Nada hay en el mundo que no sea ideológico. La ideología es esa delgada capa, fina y transparente, que lo cubre todo sin que nos percatemos de ello. Es la cosmovisión que no podemos dejar de tener, y que conduce cada acto de nuestra vida, siendo el punto de vista que nos descubre el mundo, la escala con la que medimos e interactuamos continuamente.

 

Aunque desde hace algunos años se ha pretendido darla por muerta con el grito triunfal de Francis Fukuyama al caer el Muro de Berlín y desintegrarse el bloque socialista de Europa del Este (“El fin de la Historia y el último hombre”, publicado en 1992), aunque hoy, para el omnímodo discurso de la derecha dominante, sea casi sinónimo de oprobiosa rémora superada… ¡la ideología está muy viva! “Los muertos que vos matáis gozan de buena salud”, remedando el apócrifo español.

 

La ideología no es un recurso académico, algo que se aprende por medio de la educación formal. Por el contrario, es anterior a todo aprendizaje institucionalizado: la misma modalidad que toma la educación formal es ya ideológica. En otros términos: no puede haber ser humano sin ideología, porque la misma nos constituye. Lo que pensamos, decimos, sentimos, experimentamos del mundo, es un marco que -con las diferencias personas e irrepetibles de cada sujeto individual- está ahí ya siempre lista, esperándonos, construyéndonos.

 

Tanto el Materialismo histórico como el Psicoanálisis han sido los pensamientos críticos que más dieron en el blanco en este análisis: lo que somos está dado por otro, por lo social, por la cultura, por el entramado histórico que nos hace ser. “Solo no eres nadie; es preciso que otro te nombre”, decía acertadamente Bertolt Brecht.

 

Dicho todo esto podemos entender el porqué del provocativo título del presente opúsculo: ¿por qué decir que “nos arruina la cabeza”? Porque la ideología es esa pátina que nos hace ver la realidad siempre desde cierto prejuicio (pre-juicio: juicio previo), que nos impide tener pensamiento crítico, de analizar con neutralidad. La ideología es contraria a la ciencia: el pensamiento científico se supone que busca la verdad. La ideología solo busca justificar. En ese sentido: nos tupe la cabeza.

 

Para muestra, este más que elocuente ejemplo. Vez pasada apareció en la red social montada por la CIA, es decir: Facebook, un texto referido a la discriminación racial en Estados Unidos. Helo aquí:

 

ESTADOS UNIDOS NO ES EL PAÍS DE LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA

 

Por el contrario, es una repulsiva y aberrante sociedad racista, formada sobre el aniquilamiento de los pueblos americanos originarios y la más abyecta e inmisericorde explotación de población africana llevada como mano de obra esclava. Si su clase dirigente se piensa dueña de un “destino manifiesto”, su clase trabajadora, sin saberlo, repite ese infame patrón. El racismo visceral persiste intocable en el día a día.

La población negra, siendo el 16% de la población total del país, presenta estos datos:

 

      La esperanza de vida para un ciudadano blanco es de 77 años; para un negro es de 66.

      En promedio, el patrimonio de las familias blancas es de 933,700 dólares; el de las negras, apenas 138,200 dólares.

      La tasa de desempleo para trabajadores negros es el doble de la población blanca.

      La tasa de mortalidad infantil es de 4.9 por mil entre la población blanca, y de 11.4 por cada mil nacimientos entre la población negra.

      En la pandemia de COVID-19 el pueblo afro-estadounidense sufrió el 41% de las muertes (y los latinos el 34%).

      La policía (agentes blancos básicamente) mata dos ciudadanos negros por semana. El 24% de los delincuentes muertos es negro.

      El 40% de los presos son afroamericanos.

 

¿HASTA CUÁNDO NOS VAN A SEGUIR ENGAÑANDO CON LA INFAME MENTIRA DE LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA?

El mismo tuvo como algunos de sus comentarios los dos siguientes, que transcribimos aquí sin dar los nombres de sus autores (los dejamos literales, sin corregir las faltas de ortografía): 

Empezando que la morbilidad y adn de la raza negra los hace más susceptibles a que las enfermedades se pontencialisen (sic) después de los 40 años

Fuente Harrison Medicina interna

 Esto lo dijo alguien que dice ejercer la Medicina. Por otro lado, este otro simpático aporte:

 Porque escriben tantas estupideces se olvidaron que Obama gobernó durante dos periodos a los estados unidos que viene de una familia de clase humilde el problema esta que este negro se preparo academicamente hizo politica vomo cualquier ciudadano NorteAmericano y llego a la presidencia, tuvo oportunidad, sin embargo la mayoria de los negros son flojos, no estudian prefieren las drogas y vivir del robo, entonces que coño quieren, ahi tienen a aristobulo de maestro a ministro de educacion por el simple hecho de ser comunista pero no por méritos”.

Se puede suponer que, por su referencia a Aristóbulo Istúriz, debe ser un visceral antichavista, seguramente venezolano.

Estos ejemplos, en sí mismos patéticos, evidencian lo que es la ideología: es la vara ética y social con la que se percibe el mundo. Si alguien es de derecha (por tanto, racista), no puede entender que la población negra de Estados Unidos, en su gran mayoría, es explotada.

Parece muy vigente, aunque se diga que está “superada”, aquella formulación decimonónica de “La ideología dominante es la ideología de la clase dominante”.




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