¿POR EL
LITIO?
El golpe
de Estado que se acaba de consumar en Bolivia contra el presidente
democráticamente electo Evo Morales, no tiene nada que ver con un supuesto
fraude electoral. Se debe al rechazo visceral de su oligarquía racista que
tiembla ante los avances de un gobierno socialista y, fundamentalmente, a la
avidez de las empresas capitalistas –estadounidenses en particular– que anhelan
las cuantiosas reservas de gas del país andino. Pero en especial, las reservas
de litio.
Bolivia
posee la reserva de litio (u "oro blanco") más grande del mundo en el
enorme desierto de sal del salar de Uyuni. El litio es fundamental para las
baterías utilizadas en teléfonos celulares, en computadoras y en automóviles
eléctricos. Bolivia, con el gobierno socialista de Evo Morales, no permitió la
explotación del litio a las multinacionales sino que se reservó ese recurso
para el desarrollo tecnológico y económico nacional. El litio marca el futuro
de tecnologías innovadoras y es fuente de riqueza y soberanía. Eso disgustó
mucho a Washington. Ahí está el resultado.
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